Herencia Y Poder

Priya Chaudhary había crecido rodeada de lujos, pero también de expectativas. Desde pequeña, supo que su apellido significaba más que una simple identidad: era una promesa, una obligación. Como única hija de Rajesh Chaudhary, uno de los hombres más influyentes de Delhi, su destino estaba marcado mucho antes de que pudiera siquiera imaginar un camino diferente.

Aquella tarde, mientras el sol teñía de ámbar los muros de la mansión Chaudhary, Priya contemplaba su reflejo en el enorme espejo de su habitación. Vestía un saree de seda dorada, bordado con hilo de plata, un diseño exclusivo traído desde Varanasi. Un atuendo digno de su linaje, digno de la hija de Rajesh Chaudhary.

La puerta se abrió sin previo aviso. Su madre, Meera Chaudhary, entró con su andar elegante y su expresión severa.

—¿Estás lista? —preguntó, aunque no era realmente una pregunta.

Priya asintió en silencio. Sabía lo que venía. Esa noche, en una reunión privada, su compromiso con Arjun Kapoor sería anunciado oficialmente a ambas familias. Un matrimonio arreglado entre dos de las dinastías más poderosas de la India, una unión que consolidaría su legado.

No debería importarle. Desde siempre le habían enseñado que las emociones eran un lujo que los Chaudhary no podían permitirse.

Pero entonces, ¿por qué sentía aquel vacío en el pecho?

Meera la observó por un momento y luego se acercó para ajustar una pulsera en su muñeca.

—Priya, querida, recuerda siempre quién eres. Nuestro nombre es poder, y el poder no se desperdicia en deseos efímeros —susurró con un tono firme.

Priya miró su propio reflejo una vez más. Una mujer perfecta en apariencia, pero atrapada en una jaula dorada.

Esa noche, el destino comenzaría a sellarse.