Priya contemplaba la ciudad desde la terraza de su departamento. Mumbai brillaba con una belleza engañosa bajo la luz de la luna, con sus rascacielos imponentes y calles que nunca dormían. Sin embargo, en su interior, todo era un caos. Los eventos de los últimos días habían destrozado cualquier certeza que le quedaba sobre su futuro.
Su padre, Vikram Kapoor, le había asegurado desde pequeña que el poder era un privilegio, pero también una carga. Una que debía aceptar sin cuestionar. Su destino estaba escrito: tomaría su lugar en la empresa familiar, se casaría con Arjun Chaudhary y consolidaría la unión entre ambas dinastías. Pero ahora, la idea de seguir ese camino la asfixiaba.
El descubrimiento de Aditi, su prima periodista, había abierto una grieta en su mundo. Aditi había descubierto documentos que exponían la red de corrupción de los Kapoor, sobornos, manipulación política, contratos ilegales. Priya no quería creerlo, pero las pruebas eran demasiado sólidas. Lo peor de todo era que su padre, su ídolo de la infancia, estaba en el centro de todo.
—Tienes que decidir, Priya —le había dicho Aditi esa tarde—. O sigues en la jaula de oro o ayudas a sacar la verdad a la luz. Pero si eliges lo segundo, prepárate para perderlo todo.
Sus palabras la perseguían. ¿Podía realmente traicionar a su familia? ¿Romper con la seguridad que había conocido toda su vida? Y más aún, ¿sería capaz de enfrentarse a su padre?
Su celular vibró en la mesa. Un mensaje de Arjun: "Tu padre quiere hablar contigo. No tardes." Priya sintió un escalofrío recorrerle la espalda. Vikram Kapoor no era un hombre que pidiera explicaciones. Las exigía.
Tomó aire, intentando acallar el torbellino en su mente. Sabía que no podía postergar su decisión mucho más. O se convertía en la hija obediente que todos esperaban, o tomaba un camino incierto, uno que podría costarle todo, incluso su propia vida.
Se giró hacia la puerta, con la determinación luchando contra el miedo en su pecho. Era hora de enfrentar su destino.