—Hola madre ¿Que lees?.
— Nada importante, chismes y farándula.
Tomo la revista de sus manos y reparo en la contraportada.
“ Millonario Andrés Azuero, sorprendido; muy acaramelado con modelo Colombiana al salir de un hotel” reza el título que leo.
En el cuerpo del artículo resaltan:
“ Aunque el millonario Andrés Azuero, asegura que sólo se trató de un encuentro de negocios en el restaurante del hotel, desde hace algunos días se le ve muy seguido junto a la famosa modelo".
—Mqaldita sea, ya estoy harta madre.
— ¿A que te refieres Natasha?
— ¡Mira!—le muestro el artículo que anuncia la contraportada.
— Ah eso, hay por favor hija, ni que fuera la primera vez que tu marido te es infiel, es un secreto a voces querida. Todos los hombres lo hacen, solo que parece que tu marido no conoce la palabra discreción. Esa de seguro debe ser su amante en turno, algo pasajero por supuesto, nada que ponga en peligro tu matrimonio.
— Te estas escuchando mamá, es a tu hija a la que humillan públicamente, a la que lastima y exhibe ese hombre al que lamentablemente amo, porque no puedo negar que lo amo mamá.
— ¿y que pretendes hacer?, ¿Divorciarte? Porque déjame decirte que esa si seria una verdadera humillación no solo para ti, sino para toda la familia. Relájate hija, vete de viaje o de compras a Europa, ten un bajo perfil por unos días y cuando todo vuelva a la normalidad, estarás bien.
—Lo peor es que el muy infelíz me niega todo, me dice que estoy loca, que imagino cosas y que son solo chismes de las revistas de farándula, nisiquiera tiene los pantalones para aceptarme en mi cara; que es un maldito infiel, aunque me rompa en mil pedazos se que eso me ayudaría a desligarme de él.
— No hables idioteces Natasha, las mujeres de nuestra clase social se casan para toda la vida; así que sácate cualquier otra estúpida idea de la cabeza.
—Me rehusó, esto no es para lo que yo me case mamá, lo hice enamorada soñando un vida con el, formar una familia.
—¿Y esto en que cambia tu sueño?. Sigue siendo tu esposo, embarázate y ten la familia que tanto quieres. No te ahogues en un vaso de agua Natasha.
—Tu no entiendes nada mamá. Esto no es para mí.