El Precio por Tenerla (en edición)

Capítulo 18

Andrés Azuero 


—Siempre supe que eras un imbécil, pero definitivamente que superaste todas mis expectativas, Andrés— dice Abdiel Rivas, entrando a mi oficina.  


—Si vino a hacer la típica escena del padre amoroso que  defiende la honra de su hija, déjeme decirle que no le quedan la lecciones de moral cuando usted es igual o peor que yo, querido suegro —  declaré, molesto.

— Sí, no lo niego, Andrés las mujeres son mi debilidad y la mía ya no llena mis expectativas, pero hay algo que se llama prudencia, solo que parece que a ti se te olvido por completo ese punto, mira que irte a aparecer con tu amante de turno a un evento social tal importante como la cena de beneficencia anual, como   si fuera poco exponerte así, te vas  con esa mujer a un hotel y permites que Natasha te encuentre, la verdad es que si dan un premio a la estupidez te condecoran doble —  anadió. 


—Si solo vino a insultarme, ya sabe donde esta la puerta Señor Rivas, me doy la vuelta y me dirijo al mini bar por un trago, este viejo decrépito ya me agrio la mañana— 

 


—No, solo vine a eso. También vine a preguntarte si ya sabes donde esta mi hija— No, aún no lo sé, estoy dándole tiempo para que el enojo baje, hace un par de días me contesto una llamada, pero solo me dijo que no tenía nada que hablar conmigo y me cerro.

 

— Y por lo que veo eso te tiene sumamente preocupado, querido yerno.

 

— Usted y yo sabemos que Natasha me ama y que no me va a dejar, no es la primera vez que descubre que tengo una amante.

 

— En eso estamos muy claros, pero si es la primera vez que te agarre infraganti, también la primera vez que te deja y como si fuera poco la primera vez que no le interesa que le expliques nada, ni reclamarte nada, me sigues —  


—¿Que esta tratando de decirme? 

 

— En serio estoy empezando a pensar que eres limítrofe Andrés, el exceso de sexo clandestino te esta afectando laa neuronas, ya las pobres nisiquiera logran hacer sinapsis. Te lo voy a decir pausadamente para que logres captarlo, mi hija Natasha, tu esposa se harto Andresito, se canso, se hastió de tus sinvergüenzuras  y tu como el imbécil que eres, en lugar de ir tras ella y arrastrarte cual gusano para que te perdone, estás aquí haciéndote el interesante. O es que no te diste cuenta que Alonso Ferrara, estuvo toda la noche de la gala pendiente de ella, ese tipo quiere con mi hija y no es para nada un mal partido.

 

 

— Natasha me ama, digo con mucha seguridad— Pareces, papgallo repitiendo la misma estupidez,  a ver  recuérdame cuando fue la última vez que por decisión suya Natasha paso dos noches lejos de ti.

 

— Antes de esto jamás, lo había hecho— Exacto ya hace casi 2 semanas que se fue y además firmo primero que tú los papeles del divorcio, la verdad aún no puedo creer que seas tan iluso en creer que Natasha volverá contigo, conozco a mi hija y esto no es un berrinche, así que creo que iré acostumbrándome a llamarte ex–yerno.

 

 

— Eso nunca pasará, Natasha jamás dejara de ser mi esposa, eso lo puedo asegurar— Con suerte ya eres un hombre divorciado y no te has enterado, Soraya es capaz de mover cielo y tierra por librar a mi hija de ti y no dudo que haya movido todas sus influencias. Pero bueno yo solo vine a hacerte despertar de tu limbo, y mas que por ti me preocupa por nuestros negocios, no soy un hombre al que le guste perder dinero y este divorcio puede afectar mis inversiones, así que en el fondo espero estarme equivocando.  


—Veo salir al infelíz de mi suegro, después de venir a  darme ese baño de agua fría, la furia hace que estrelle el vaso de mi trago, contra la puerta. Si lo que ese viejo dijo es cierto, puedo perder mucho dinero, tenemos socios muy conservadores y se que nos les hará ninguna gracia el tema del divorcio, la verdad firme esos papeles porque Soraya me amenazó y porque estaba seguro que Natasha solo quería darme un escarmiento.  
—Tomo mi celular y marco el número de Xandro mi amigo y abogado personal— Dime Andrés, en que te sirvo, contesta mi amigo— Xandro, como puedo saber si hay una sentencia de divorcio en la que soy parte — Para eso debiste haber firmado la solicitud de divorcio o deben haberte notificado de algún proceso y haber sido parte del mismo— Le firme a Soraya Russo unos documentos Xandro— Y porque rayos no me dijiste nada,  Andrés— Porque pense que Natasha y ella solo estaban fanfarroneando, pero estoy por  creer que la cosa va en serio— Déjame averiguar, si aún no esta la sentencia, desistimos y listo, pero si ya hay una sentencia no habría nada que hacer— Para cuando puedes tener esa información, Xandro— Para esta tarde, te tengo respuesta, espera mi llamada.  

—Tengo un mal presentimiento, solo espero que tan solo se trate de eso y no haya más nada.  

Natasha y Alonso 

—Podemos ir a un lugar más tranquilo si quieres  Bella signora.

 

— Me encantaría, pero no quiero dejar a Víctor solo, creo que Soraya tardara un poco— pues creo que tu amigo esta en muy buenas manos, digo sonriendo mientras veo a Víctor bailando muy felíz con una joven. 

— Siendo así, soy toda suya señor Ferrara.

— Eso sonó realmente tentador—una sonora carcajada sale de su boca—sabes tu sonrisa me encanta hace que tus ojos brillen de una manera impresionante, Natasha.

— Creo que ese efecto en mí, solo lo produces tú, hacía mucho tiempo que no me sentía tan libre, tan alegre, tan mimada, tan especial.

— Tu mereces ser felíz, eres una mujer, hermosa, interesante, inteligente, excitante y sexy.

— En verdad soy todo eso.

— Eso y mucho más, bella Signora, ven vamos.  


Empezamos a subir unas escaleras que nos llevan a una azotea, el lugar esta en penumbras lo que permite poder apreciar el cielo estrellado y esa preciosa luna que ilumina esta noche.




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