Capítulo 20

Después de una noche espectacular, Soraya Víctor y yo decidimos regresar al hotel. 

—¿Te veo mañana Bella Signora? — ¿Es una cita, Alonso?— seguro que sí, paso por ti a las 8:00 de la noche, vamos a cenar— Ok, me pondré hermosa —Hasta mañana, Bella mía—Hasta mañana, amor. 

Sus hermosos ojos azules se quedan fijos en mí y una sonrisa coqueta se forma en sus labios—¿ Me llamaste amor? — Si no te gusta yo…— Me encanta, hermosa. Se acerca a mí y toma mi boca en un beso lento y delicado.

— ¿Qué te parece si la cena incluye desayuno? — si es una propuesta de pasar la noche juntos, me encanta, amor— Sí Bella mía, será la primera de muchas noches y mañanas juntos. Te lo aseguro.  

—Pero yo pronto me iré Alonso, mi vida esta en New York, mi familia, mis negocios y la tuya esta aquí en lo que sea que haces, porque aún no se a que te dedicas.

— Esos son temas de los que debemos hablar, pero lo haremos mañana lo prometo. De lo que si puedes estar segura, es de que nada en este mundo lograra separarnos si tu y yo no queremos. — Esta bien, hasta mañana entonces Amor.  

—Nos despedimos con un casto beso y la veo dirigirse al elevador, en serio que esta mujer ha puesto mi mundo de cabeza, no tengo idea de como resolver el tema de estar en lugares distintos pero alguna solución hallaré. Natasha Rivas es la mujer con la que siempre soñé y con la que quiero estar. 

—Dame un beso Augusto, uno que me haga soñar contigo toda la noche, que sea un beso lo suficientemente bueno para que sean sueños algo subiditos de tono—Estas loca, nena— Ummm y no has visto nada todavía guapo, si vieras todas las locuras que puedo  y quiero hacerte,  Augusto Ferrara.

 — ¿Que tan buena eres madrugando, Soraya? Digo mientras la abrazo— pésima, además estoy de vacaciones, puedo hibernar hasta el mediodía si quiero. A menos que me recompenses el sacrificio y el esfuerzo de levantarme temprano . ¿Que tienes en mente, Augusto? Digo acercando mucho mas mi cuerpo al suyo— Vengo por ti a las 9:00 de la mañana, nena— En serio,  tu estas loco eso es casi un sacrilegio tendría que despertarme mínimo a las 7:00 a.m para estar bella y lista a las 9:00 a.m y tomando en cuenta que son las 2 de la mañana, eso solo me deja 5 horas de sueño, como pretendes que continúe siendo joven y bella si someto a ese tipo de torturas a mi precioso y delicado cuerpecito— tendremos nuestra primera cita, Soraya — y que con eso, ¿Es que acaso es pecado en Europa tener citas en horarios vespertinos o nocturnos? — Prometo recompensarte,  Nena .

—Pues ya así la cosa va sonando diferente, estaré lista a las 9:00 en punto, guapo— yo solo sonrío, estas demente nena pero me encantas— ah propósito, Señor Ferrara ¿Qué somos usted y yo ? — Somos lo que tu quieras nena, digo tomándola de la cintura para pegarla a mí.

— Eso no es cierto Augusto, cuando yo te ofrecí ser amigos de cama es decir amantes sin ningún compromiso.  Tú,  hermoso hombre me dijiste que no te interesaba, me despachaste, luego me ignoraste, te regresaste a Italia sin nisiquiera despedirte, me dejaste atontada con unos besos y un par de palabras bonitas, me hiciste cruzar medio mundo para decirte que acepto que seamos lo  que tu quieras y ahora resulta que somos lo que yo quiero —Pelirroja no exageres, no cruzaste medio mundo— Acaso te parece poco mi esfuerzo en  cruzar el océano  atlántico solo por ti, para verte y hacerte mi declaración de amor, anteriormente lo mas que había cruzado para ver a un hombre que me interesara era la calle. Por favor no menosprecies mi esfuerzo, querido.

—  Ven acá hermosa pelirroja, mi boca toma la suya en un exquisito beso, ve a descansar que mañana voy a recompensar cada uno de tus sacrificios, nena. 

—Hasta mañana guapo, sueña conmigo. Digo dándole un casto beso.  

—¿Parece que te fue bien tío? Tienes esa sonrisa genuina que no solo se queda en tu boca, sino que te llega hasta los ojos— Pues sí Alonso,  todo muy bien Soraya y yo arreglamos las cosas.  

—Excelente te lo mereces tío, digo palmeándole la espalda —  Mañana no voy a estar, me tomare el día libre, Alonso. Tengo una cita con mi chica— Y al menos ya sabe que es tu chica— Pues yo creo que sí, digo sonriendo.  


Tengo noticias para ti Andrés, escucho decir a Xandro al otro lado del teléfono— Si, amigo y estoy seguro que no te hará ninguna gracia lo que tengo que decirte— ¿ De que hablas, Xandro?— La sentencia de divorcio ya fue emitida y la inscripción realizada en la dirección De Registro Civil, palabras más o palabras menos, Natasha y tú ya están divorciados legalmente.  

—Todo fue tan rápido que no tengo dudas de que Soraya Russo movió sus influencias, tu sabes que es una abogada muy conocida e influyente  en este país y tiene muchos contactos,  de hecho tuve que usar un intermediario para conseguir la información porque todo fue manejado con mucha hermeticidad. Debiste haberme avisado apenas firmaste esos documentos  y yo hubiese parado el trámite, Andrés, a estas alturas no puedo hacer nada. 

—Las palabras de Xandro al otro lado del teléfono me dejan de una pieza, en serio Natasha se atrevió a divorciarse de mí, de mí.  
—Gracias Xandro, te llamo luego. Cuelgo la llamada y una furia incontrolable se apodera de mí, parece que el decrépito de mi suegro tenía razón.  

Tomo mi celular y marco el número de mi suegro—¿ Que se te ofrece Andrés? —.Ya el juez emitió la sentencia de divorcio, su hija y yo estamos  oficialmente divorciados. Aparentemente la honorable licenciada Russo,  hizo uso de sus influencias y el tramite se realizo en tiempo record. 

— Era de suponerse, Soraya nunca te ha tenido en buena estima y siendo el patán que eres es hasta justificable. Solo espero que la estupidez de mi hija no nos haga perder mucho dinero, algunos de nuestros inversores y accionistas son muy tradicionales. No creo que les haga gracia el tema del divorcio. 
—¿Y que piensas hacer Andrés?— ¿Hacer en cuanto? — Pues en cuanto a Natasha— Pues no creo que pueda hacer mucho— Mira idiota, te voy a ayudar a solucionar esto, no por ti, sino porque detesto perder dinero, lo primero es hacer volver a mi hija cuanto antes y ya se como lo vamos a hacer.