El Precio por Tenerla (en edición)

Capítulo 22

Abdiel Rivas 

 


Natasha no es tonta, Señor Rivas— Conozco perfectamente a mi hija Andrés y tengo todo cubierto— Sí, pero si su mujer no accede a nuestro plan y abre la boca, todo se ira por la borda— De mi mujer me encargo yo, si tu hubieras hecho lo mismo con la tuya no estaríamos metidos en este asunto. Cuelgo la llamada y salgo de mi despacho rumbo a la habitación que comparto con mi mujer. 

Necesito convencer a Leticia que se haga la enferma, para lograr que Natasha regrese, porque no basta con una llamada, conozco lo suspicaz que es mi hija y solo regresara cuando se cerciore que todo es cierto.  

Todavía no entiendo como Andrés no se dio cuenta que Natasha iba en serio, el solo hecho de dejar firmados los papeles del divorcio debió darle luces, mi hija no es una mujer que da puntadas sin dedal.  

En un situación normal, jamás me  pondría de lado de un tipo tan elemental como Andrés, ha llegado hasta donde esta por la habilidad de Natasha para los negocios, en realidad detesto la gente que actúa y luego piensa y Andrés es así, es de los que hecha todo a perder y luego  busca como enmendarlo.  

MI hija no,  ella es analítica, planifica y actúa en base a una estrategia previamente estudiada. Es lo que cualquier hombre llamaría una mujer inteligente, perspicaz y precavida.  

Natasha es mi orgullo, pero es mujer y su matrimonio con Andrés no solo aseguraba la unión de dos de las más importantes familias aristócratas del país, sino el incremento de nuestra fortuna y el reconocimiento en sociedad, por eso el divorcio no es aceptable, no cuando nos hará perder dinero y aceptación  en la alta sociedad.   
Mi hija debió hablar conmigo, para buscar una solución distinta a esta situación, esperar al menos hasta que naciera un heredero en el que se concentrara todo el poder y las fortunas de los Rivas y los Azuero. 
Pero bueno, me toca resolver esto y lo haré a mi manera, ese divorcio nunca saldrá a la luz y más pronto de lo que piensan Natasha y Andrés serán nuevamente marido y mujer.  


—Embebido en mis pensamientos, no me percato de que acercándose a mí, se encuentra la dama de compañía de Leticia, trayendo en sus manos  una bandeja. — Buenas noche señor, me saluda la mujer joven — ¿A donde se dirige con esa bandeja, señorita? — Voy a su habitación señor Rivas, necesito llevarle a la señora Leticia el medicamento para dormir— ¿Medicamento para dormir? Desde cuando mi mujer usa algo como eso— Hace dos días, vino su doctor a su chequeo de rutina y le envió esto para ayudarla a descansar, parece que la ausencia de la señora Natasha la tiene muy abrumada.

 

  
—Facilíteme la bandeja, yo la llevare— Como usted ordene señor Rivas, solo recuérdele a la señora usar la dosis que el médico indico. 

— Tomo la bandeja y termino de recorrer el tramo que falta para llegar a nuestra habitación— Leticia, digo al entrar— Hola querido, la escucho responder desde el baño, dame unos minutos estoy aplicándome una mascarilla. 

 


— Aquí te traje unas gotas para dormir, que entiendo te mando tu doctor, dice tu dama de compañía que solo tomes la dosis indicada— Si querido, ponla en la mesita ya voy. 

 


— Tomo el frasco de las gotas y reviso la contraindicaciones del producto. ¿Qué pasaría si por error,  Leticia toma mas de la dosis indicada? , agarro el gotero y deposito en el vaso  de agua diez mililitros del líquido transparente, a ver querida necesito que vayamos al hospital, no te vayas a morir es solo un pequeño susto para traer a Natasha de vuelta, digo solo para mí.  

 


—Ya termine querido, ¿Qué tal tu día?— Bien, me llamó Andrés— ¿Que quiere ese patán, que tanto daño le ha hecho a mi hija? espero que no te este pidiendo ayuda para ubicar a Natasha  Abdiel, con nosotros que no cuente— Como tu digas,  querida. 

 

Me siento en un pequeño sofá que hay en nuestra habitación y la veo tomar otra medida del gotero y ponérsela al agua, recuerda solo usar la dosis indicada, querida— Si amor, acabo de poner solo la dosis  que el médico indico. 

 

— La observo desde mi lugar beber todo el contenido del vaso, bueno este no era el plan inicial pero el fin justifica los medios.  

 


—Me levanto para ir al baño, son más o menos las cuatro de mañana,  camino del lado de la cama de Leticia, la veo sudorosa y pálida, por lo que intento despertarla, querida ¿Estas bien? Leticia, ¿me escuchas? ¡despierta! y tal como lo supuse, mi mujer no responde por lo que tomo mi celular para llamar al 911 y pido que envíen una ambulancia,  lo mas pronto posible. 


En menos de diez minutos arribamos al Presbiterian Hospital, Leticia sigue inconsciente la ingresan por urgencia y me piden que pase a la sala de espera que allí me avisarán alguna novedad, espero que no se me haya pasado la mano, no quiero quedarme viudo. 


—Tomo mi celular y marco el número de Natasha, ¡Aló, escucho al otro lado del teléfono— ¿Donde demonios estas metida Natasha Rivas?— Hola papá, buen día, estoy bien gracias y tu, contesta en tono irónico— Te quiero en New York, lo mas pronto posible— No podrá ser padre, aún no terminan mis vacaciones y la verdad la estoy pasando muy bien, la escucho decir — Que clase de hija eres, que estas de vacaciones mientras tu madre esta entre la vida y la muerte en el hospital— De que estas hablando papá ¿como es eso que mi mamá esta hospitalizada? ¿ Desde cuando? ¿ Que le paso? — Desde esta mañana en cuanto a que le paso cuando estés aquí lo sabrás, cierro la llamada para no dar lugar a que siga haciendo cuestionamientos.  


—Un leve toque en la puerta de mi habitación,  me lleva a levantarme para ir abrir— ¡Hola! Bella mía, le digo mientras la abrazo y le doh un tierno beso en lo labios, sus ojos rojos me demuestran que ha estado llorando— Hola amor, parece que mi mamá esta mal, mi papá me llamo pero no me dio detalles, necesito regresar a New York— Si, preciosa, ya Víctor me puso al tanto, regresaras en mi avión— ¿Confirmaste la información? Le pregunto a Víctor en lo que me acerco a saludarlo. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.