Capítulo 37

—Los barrios que protejo, han sufrido algunas intromisiones y ataques, nuevamente. 

Cada uno de ellos tienen el sello de Moretti y su gente, lo han hecho de tal  manera que no quede dudas que son ellos, están intentando amedrentarme. Parece que se les olvida que con un Ferrara eso no pasa, mi padre crio hombres de temple, si no he dejado que mi hermano se involucre en este mundo, no ha sido porque dude de sus capacidades, sino por protegerlo. Se que si algo me pasa, asumirá el puesto y lo hará de una manera excelente. Es solo que como el hermano mayor que soy, siento esa carga que no  querer exponerlo. 

¡Mi mujer!, vaya que bien suena eso. Ya debe venir en camino, Natasha es una caja de sorpresas, cualquiera hubiese preferido quedarse en América, pero ella no, aunque se que las cosas están algo revueltas, tenerla aquí me hará sentir mas confiado, en cierta forma es más fácil protegerla si esta cerca, no dudo de las capacidades de Víctor y de la gente que la cuida en New York, pero los hombres que trabajan para mí son gente de mi absoluta confianza, no solo por lealtad sino porque me temen, saben que pago bien a quiénes me son fieles, pero soy implacable con los traidores.  
En cuanto a Moretti, no he podido encargarme de el como me gustaría, ya que es un tipo de peso en la organización, no es un esbirro como lo era Massino, también porque sé que el es solo un títere; hay manos más poderosas moviendo los hilos detrás y Moretti será quién me lleve  a ellos.  

—Alonso, la noticia de tu boda esta en todas la revistas de Europa, no hay fotos pero si un completo artículo de tu reciente matrimonio y el nombre de tu esposa, dice Augusto entrando furioso a mi oficina — Nada de que asombrarse,  tío. Solo era cuestión de tiempo para que eso pasara, estoy seguro que Nora fue con el chisme a su papito y orquestaron todo esto. Bueno mejor, así me quito un par de locas de encima— O te ganas un par más, dicen que el anillo de hombre casado atrae a  algunas mujeres como a moscas — Espero que ese no sea mi caso, ya de locas estoy hasta la coronilla. 

—Tu esposa acaba de salir a las 7:00 a.m  hora de New York, 1:00 de la tarde hora  de Italia, por el cambio de horario deben arribar como a las 8:00 de la noche — Si,  hace un rato recibí un mensaje de ella informándome que ya estaba en el avión. ¿Viene tu pelirroja? — Por supuesto, que mujer se negaría a la oportunidad de ver a un  bombón de novio  como este, dice Augusto señalándose a sí mismo — Aja, estoy seguro que la llamaste y le rogaste que viniera — Bueno tanto como rogarle no, pero la verdad si tuve que esmerarme para convencerla, tenía mucho trabajo y no pensaba viajar, así que use mis encantos, prometí un par de cosas y Voila, mi hermosa pelirroja viene en camino —Dios Santo, que nos dieron esas mujeres, Augusto— No tengo idea, pero solo espero que no nos lo vayan a quitar nunca, sobrino.

 — Brindo por eso, levanto mi trago de Vodka en dirección a mi tío,  soy un hombre felizmente casado y atrapado — Pues yo aún no estoy casado, pero definitivamente atrapado sí, así que ¡salud!. 

A eso de las siete de la noche, recibimos una llamada de la administradora de “La Dimora”, hubo algunos  problemas por lo que nuestra presencia era necesaria.

 Así que Augusto y yo, nos dirigimos hacía allá en este momento. —Damián, necesito que recojas a Natasha y a Soraya en el aeropuerto, viajan con Víctor que esta encargado de su seguridad, sin embargo necesito que pongas hombres a sus órdenes y supervises la distribución de los mismos— ¿Las traigo a la mansión, jefe?— Correcto, que la ama de llaves  ayude a mi esposa a  Instalarse en mi habitación, dice Alonso — Soraya se quedará conmigo en la mía, dice Augusto. Encárgate de que todo este listo— Entendido, señores.  
Salimos rumbo a “La Dimora”, con la esperanza de no tardar, habíamos planeado recibir a las chicas pero no fue posible.  

—El lugar esta a reventar, vamos camino a la oficina por el pasillo que pasa justo detrás de la barra, cuando logro divisar a Nora con un grupo de amigos en la zona  VIP — Augusto, no me agrada ver a Nora por aquí— Si quieres la mando a sacar— Por hoy lo pasaré por alto para no propiciar más escándalos, pero informa que en el futuro no se le permita ingresar a este o a ningún otro de mis negocios — Listo, tal como ordenes se hará. 

—Señora Ferrara, señorita Russo, señor Fuentes sean bienvenidos. Mi nombre es Damián, soy el encargado de la seguridad de los señores Ferrara y esta noche tengo el privilegio de llevarlos a la Mansión Ferrara. 

—Un placer Damián, soy Natasha mucho gusto. ¿Dónde esta Alonso, porque no vino? Pregunto algo alarmada — Los señores Ferrara, recibieron una llamada urgente de la encargada de “ La Dimora” y ambos se trasladaron allá, mis instrucciones son llevarlos a la mansión para que se instalen y descansen — ¿En serio? Contesta Soraya, lo siento por ti cariño, pero tus órdenes acaban de cambiar — ¿A que se refiere señorita? — Que tú, digo señalándolo con el dedo índice de mi mano derecha, nos vas a llevar a “La Dimora” ahora mismo— Y además, dice Natasha, no les vas a informar nada a ellos porque son capaces de impedirlo — No puedo hacer eso, señoras — Claro que si puedes y claro que lo harás, dice Soraya hablando de manera imperiosa,  además con todo este despliegue de seguridad, estoy segura que nada nos pasará— No pued… — Ok, olvídalo nos vamos solos dice Natasha — ¡Señora! — Te doy dos opciones Damián, dice Natasha,  escoge tú la que más te agrade, nos llevas y te aseguras de que nada malo nos pase de manera que ni aún el viento nos despeine y así tus jefes no te vuelen la cabeza — O, dice Soraya nosotros nos vamos por nuestra cuenta, nuestros guapos hombres nos ven llegar sin tí y te meten una bala entre los ojos, por dejarnos solas y desprotegidas — ¿Cuál opción prefieres? Termina diciendo Natasha — Damián, mira a Víctor como buscando su apoyo, frente a la arremetida en su contra de parte de las dos damas — Lo siento amigo, así son ellas, vete acostumbrando— Lo veo soltar el aire que tiene contenido y de mala gana responde, las escolto hasta “La Dimora” bellas damas — Perfecto, pero necesitamos media hora, para ponernos presentables  dice Soraya, mientras toma con una mano su maleta y con la otra hala a Natasha hacía los baños. Vamos Naty, pongámonos en modo “Matadoras” .