El Precio por Tenerla (en edición)

Capítulo 45

Ya ha pasado una semana desde la muerte de Alonso, he estado evitando a Santiago, no quiero mas encontrones con  el, en el fondo agradezco que me haya dejado estar aquí unos días, he aprovechado para ver algunas fotos de Alonso y su familia, he repasado su guardarropa, he aspirado el aroma de su perfume una y otra vez, como intentando engañar a mis sentidos de que aún sigue aquí. 

 


—Alonso vino a traer a mi vida una nueva ilusión, a mostrarme en que consiste y como se disfruta un verdadero amor, llego de improviso y puso todo de cabeza, para  luego enseñarme a  ordenarlo de una forma diferente, el problema es que se fue tan rápido como llego. Apenas estaba aprendiendo disfrutar el vivir con él y ahora tengo que aceptar vivir sin el. Quisiera despertar y darme cuenta que es solo un mal sueño, una espantosa pesadilla, pero se que no es así que es mi triste y dura realidad. 

 


—Por más que me niegue debo regresar New York, no puedo seguir encerrada entre estas paredes engañándome, Alonso no esta y ya no regresara. Hay pendientes en Azuero&Rivascorp y no puedo pedirle a Soraya que regrese para que me supla, porque es obvio que quiere estar con Augusto y apoyarlo. Pienso que lo más sensato es que Víctor y yo volvamos, aunque estoy segura que lo que me esperan son problemas.  

 


—Tomo la foto de Alonso en mis manos,  ¡Te extraño amor!, pero tu no vas  regresar  y yo debo retomar mi vida, esta vida que hoy se siente más vacía que nunca, gracias amor en tan poco tiempo me diste tanto, la vida no nos dio mucho tiempo juntos, pero quiero que sepas que te amo y siempre te amare. Devuelvo la foto a su lugar y salgo de la habitación en busca de Víctor y Soraya. Bajo las escaleras y en ese preciso momento veo a Santiago y a  Augusto, llegando a la casa.  

 


—Buenas noches, dice Augusto— Buenas noches, contesto. Que bueno que los encuentro, quería darle las gracias por permitirme quedarme estos días aquí, la verdad me han ayudado mucho — Santiago solo me observa,  con esa mirada fría que lo caracteriza— No tienes nada que agradecer Natasha, responde Augusto— Tambièn aprovecho para informarles que en unos días me marcho a New York, Augusto en cuanto al tema de las inversiones de Alonso en Estados Unidos, debes hablar con Soraya yo… — Ya me extrañaba que no hubiese salido a colación el tema de los bienes y la herencia de mi hermano, te habías tardado algo — Mi mirada de odio, se posa sobre el y acorto la distancia solo para mirarle a los ojos  mientras le respondo. No se por quien me has tomado Santiago Ferrara, pero si fueras un hombre que le da un buen uso a sus recursos y a su materia gris, ya deberías haber averiguado quien soy, a que me dedico y cuantos ceros tiene mi cuenta bancaria, que por cierto son muchos, lo único que yo necesitaba de tu hermano era a el, no su dinero. Y en cuanto al tema de las inversiones de las que hablaba cuando me interrumpiste, lo que deseo Augusto; digo volteándome hacía el, es que tu te hagas cargo de ellas.

 

 Regreso mi mirada Santiago y en cuanto a usted, sería bueno que de ahora en adelante se fije como me habla o se dirige a mí, porque ya no estoy dispuesta a seguir soportando sus humillaciones y desplantes, fui la mujer de tu hermano y soy su viuda y eso ni tu ni nadie lo va a cambiar; termino diciendo y me doy la vuelta y dejándolos a ambos en ese lugar.  

 


—Vaya, vaya saco las garras la cuñadita. 


—Te dije que solo habías visto, una versión distorsionada de ella, por la tristeza y el dolor — Pues que bueno, porque ya estaba extrañado de que Alonso se hubiese enamorado de una mujer tan patética.  

 


—Puedes confiar en ella, Santiago — Así parece, pero prefiero ser prudente — Pues date prisa, porque ya escuchaste que se irá.  

 


—“ La Dimora” esta a reventar  — Jefe, Nora Moretti esta aquí, me informa Lucas— Hazla pasar. Escucho a mis espaldas el ruido de unos tacones, que anuncian la llegada de la señorita Moretti — Buenas noches, prometido— Volteo para encontrarme Nora, enfundada en un diminuto vestido negro, que deja poco a la imaginación, su maquillaje algo recargado y su vulgar manera de conducirse la hacen lucir como una mujer fácil. Ahora entiendo porque Alonso no acepto hacerla su esposa, es del tipo de mujer  que usa ropa cara, pero que no deja de lucir vulgar y corriente — Vaya, vaya luces mejor de lo que recordaba, dice mientras me da un beso en la comisura de lo labios— Pues tu luces exactamente igual, respondo — No estoy clara si eso es un halago o una ofensa, dice mientras toma asiento en el sofá del fondo— Tómatelo como quieras, Nora — ¿Así nos vamos a tratar?,  que flojera. Yo que me anime pensando que podríamos divertirnos — Lo dudo, como bien tu misma dijiste esto es negocio y yo no mezclo negocios y placer — Entonces para que me hiciste venir— ¿Quiero dejarte claro que espero de esta… alianza?. No sea que termines dándote cuenta que soy irresistible y termines siendo la tóxica esposa enamorada — Jajajajajajaja, por favor Ferrara,  a mi lo único que me interesa de este negocio es librarme del yugo de mi padre, en otras palabras ser libre — Pues a mi solo me interesa, lucrar y necesito la ayuda de tu padre para hacerlo — ¿Y cuando anunciaremos nuestro compromiso? — El mismo día que tu padre se convierta en el jefe de la organización — Haremos una celebración doble entonces, dice poniéndose de pie y  caminando hacía mí,  moviéndose de manera seductora — Así parece, Nora — Listo, ahh siento mucho lo de tu hermano, dice mientras se dirige a la salida del despacho. Tal vez si el y yo nos hubiésemos casado hoy no estaría muerto — Sus palabras encienden mi ira, pero logro conservar la calma.  Pronto  te cobraré a ti también lo que le paso a mi hermano, digo para mis adentros. 

 


—Buen día, saluda Natasha al llegar al comedor, junto a  Soraya y a Víctor. Creo que es la primera vez en todos estos días que desayunaremos juntos los cinco. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.