El Precio por Tenerla (en edición)

Capítulo 46

—Voy para allá, enseguida. Es lo único que logro responder. Me levanto de la mesa intempestivamente.— ¿Qué sucede Santiago?. Pregunta mi tío— Debemos salir, Augusto, es algo importante — Augusto se pone de pie y sale detrás de mí.  

 


—¡Que extraño!, parece que esa llamada lo sorprendió — Así, parece Naty — Bueno cada loco con su tema, contesta Soraya. ¿A que hora nos vamos mañana? — Amiga no tienes que irte conmigo, Augusto también te necesita  y ustedes prácticamente no han tenido tiempo para estar juntos, lamentablemente han vivido sujetos a los altibajos de mi relación con Alonso — Naty, yo por ti hago cualquier cosa — Yo lo se amiga. Pero es tiempo de que seas felíz, al menos que una de las dos pueda vivir su historia de amor — me levanto de mi silla y le doy un abrazo, esta bien amiga. Me quedare un tiempo con Augusto y bueno cualquier cosa que necesites me llamas— Oyee, ni que yo estuviera pintado en la pared, dice Víctor — Tu no eres su abogada estrella — Pero soy su amigo — ok, ok como tu digas Víctor.  

 


Augusto y yo arribamos al lugar que acondicionamos para que Alonso, estuviese bien atendido y resguardado  
Ingresamos y encontramos al equipo médico esperándonos. 

 


—Quiero un informe completo, señores — Señor Ferrara, hace alrededor de una hora su hermano despertó, de primera mano el examen físico arrojo excelentes resultados, se encuentra orientado y consciente, esta alerta no al cien por ciento, lo que es completamente normal, ha logrado mover sus extremidades de forma algo lenta pero normal,  sin embargo lo más importante es que ha hablado. 

 


—¿Hablo? Y ¿ Qué dijo? — Dijo un nombre, el de una dama. Espere un momento lo tengo anotado. “Natasha” eso fue lo que dijo apenas despertó.  

 


—Ella es su esposa, responde Augusto — Eso es excelente, da buenos indicios de que la lesión de su cerebro, no provoco la perdida de la memoria.  

 


—¿Podemos verlo? — Sí señor, solo le pido que no permitan que se agote, es probable que quiera hablar, pero aún  le cuesta. Su cerebro va a una velocidad pero su cuerpo a otra. Lo que si le puedo decir es que su hermano esta bien y seguirá mejorando. Otra cosa, se que han manejado esto con absoluta confidencialidad, pero le aseguro que la presencia de “Natasha”, ayudara a que la recuperación sea más rápida.  

 


—Gracias, doctor. Yo mismo me encargare de eso lo antes posible. Contesta Santiago. 

 


—Augusto y yo, entramos a la habitación donde se encuentra mi hermano, acostado en la cama. Le han quitado todos lo aparatos y también el respirador, se le nota algo ojeroso.  

 


—Hermano, digo con la voz algo ahogada por el llanto y la emoción— Lo veo abrir los ojos y mirarme— Hola,  niño. Dice con algo de dificultad y en un tono muy bajo— No soy un niño, digo con una lágrima atrevida rodando por mi mejilla — Sí… lo eres — Mi tío se acerca a la cama y le da un efusivo abrazo a Alonso, abrazo al que yo decido unirme —Creí que te perdía hijo, dice mi tío — Aquí estoy, tío. Dice Alonso con dificultad — No te esfuerces hermano, no debes sobreexigirte—¿Natasha, don…de  es…ta? — ahhh ella, ella cree que estas muerto —Mi hermano cierra sus ojos y solo mueve la cabeza en señal de negación — Trae…la, ya — ok,  ya me ocupo de eso, digo arreglando mi saco, para salir  en dirección a la puerta de la habitación seguido de Augusto.  

 


—¿Qué harás? — Ni idea, pero ya escuchaste la quiere aquí — Te compadezco, esa mujer te va a cortar las bolas cuando se entere que le ocultaste que Alonso esta vivo y que ha estado llorando a su esposo muerto que sigue vivo — ¿Solo yo se lo oculte?. Porque hasta donde sé,  tu tampoco le dijiste nada— Pues yo solo cumplía tus órdenes, así que no me cuentes tus problemas— Gracias tío, agradezco tu apoyo incondicional, además no exageres. Es solo una mujer, porque debo temerle a su reacción — Ok, como tu digas sobrino — Además creo que usare el factor sorpresa a mi favor— Pues hazlo como quieras, pero hazlo ya, porque la paciencia no es una virtud de tu hermano. Yo me quedo con Alonso. Ve a resolver eso. 

—Esta bien, otra cosa tío. Cuando hablaremos con Alonso, sobre quien lo mando a matar — apenas el doctor nos autorice — Listo, cuida a mi hermano, mientras voy por Natasha.  

 

—Regreso a la habitación donde esta Alonso. Lo veo con sus ojos cerrados— ¿Como te sientes? — He est…ado mejor — Descansa, yo me quedo aquí, en lo que llega Santiago con tu mujer.  

 


—Llego de regreso a la mansión Ferrara, no tengo ni idea de como le dire a la cuñada no viuda que mi hermano no se murió nada, sin que le de un soponcio, pero toca porque si no la llevo ya, lo primero que hará Alonso al pararse de esa cama será darme un balazo y no tengo ganas de que nadie arruine mi perfecto físico, claro eso en el caso de que me permita vivir y no me despache de una al otro lado.

 


—Subo hasta la habitación de Alonso, ella pasa la mayor parte del tiempo allí, toco la puerta pero es la novia de mi tío la que abre. Hola esta Natasha. La pelirroja me mira con mala cara—  ¿Que quieres con mi amiga? — Necesito que me acompañe  a un lugar, es realmente importante — ¿A donde y para qué? Pregunta Natasha detrás de Soraya — Es algo relacionado con mi hermano, quiero mostrarte algo — No confío en ti, Santiago— No tienes que hacerlo, solo acompáñame. Augusto esta esperando allá — Si quieres voy contigo,  dice Soraya — No, respondo tajante. Solo viene ella. Soraya quiere matarme con la mirada — Eso lo decide ella no tú, responde la pelirroja — Esta bien amiga, termina de empacar. Si me pasa algo fue el — Ja, debería ser muy tonto para hacerte algo, sabiendo que sería el principal sospechoso — Va por una chaqueta y sale de la habitación, mientras yo la sigo. 

 




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