Desde que supe que Alonso estaba vivo, no ha habido poder humano que me separe de su lado, aquí como, aquí duermo, aquí me baño.
Ni loca me aparto de mi esposo. Augusto tuvo que hablar con Soraya y con Víctor porque no había manera de justificar mi ausencia en la mansión, saben que Alonso esta vivo, pero no les han permitido venir a verlo, mas que todo por el tema de la seguridad.
—¿Como te sientes hoy, amor? — Excelente, tengo una enfermera personal que obra maravillas — Ahh siii, no me digas y que tantas maravillas hace tu enfermera personal — Bueno muchas, pero en particular cuando me besa siento que me san por dentro y por fuera, estoy esperando ansioso cuando me pueda hacer el amor, estoy seguro que se me irán todos mis males — ¡Alonso! — ¿Queee?. Te extraño completa, mi reina — y yo a ti, amor. Pero debemos esperar que estés completamente bien. Prometo que valdrá la pena la espera — Hacer el amor contigo, siempre ha valido la pena, mi reina. Le digo mientras empiezo a devorar su boca, ella se encuentra recostada sobre mí, para darme mayor acceso ya que estoy semisentado y recostado en el respaldar de la cama.
—La voz de Santiago nos saca del idilio de amor. ¿Interrumpo? — Sí, contesta Natasha molesta — No me importa, dice Santiago. Tengo temas importantes que tratar con mi hermano, así que se aguantan las ganas hasta que yo me vaya — La mirada de odio de Natasha se fija en mi hermano —¿Es que acaso nadie te enseño a tocar la puerta?, dice Natasha— ¿Es que acaso no te has dado cuenta que es un hospital y no un hotel?, responde mi hermano— Basta Santiago, interviene Alonso.¿ De que quieres hablar? — Miro a Alonso, es impresionante su mejoría en tan solo un par de días, definitivamente que la cuñadita no viuda lo esta cuidando bien. Te ves bien hermano.
— Estaba mucho mejor antes que llegaras, pero ya luego resolveré eso, niño— ¡No me llames así! — Habla, niño— Mira a Natasha y luego a mí, preferiría hacerlo a solas, dice metiendo las manos en sus bolsillos, lo conozco y el solo hace eso cuando esta nervioso— Natasha, se pone de pie e intenta salir de la habitación. Tú te quedas aquí, le digo— Habla, Santiago. Que no hay nada que me vayas a contar , que yo piense ocultarle a ella —¿Estas seguro? — Totalmente, hermano— Bueno, siendo así. Tengo que informarte que ya sabemos quién esta detrás de Moretti. Palabras más, palabras menos ya sabemos quién te mando a matar —¿ Y como lo averiguaste? — Le propuse a Moretti un trato muy tentador, quién termino ofreciéndome a su hija en matrimonio para asegurar una alianza. Por ende de una conversación con mi prometida, se le salió el nombre del socio de su padre, luego de eso mande a investigarlo. Y hace unos días hackee su teléfono y su correo, así que confirme que se trata de el y sus vínculos con Moretti —¿Y a quién le debo pagar el haber estado en coma y al borde de la muerte? — Santiago, vuelve a mirar a a Natasha y carraspea la garganta, vuelve su mirada hacia mí y dice. A Abdiel Rivas — Natasha que aún se encuentra pie, cae sentada en la silla de la impresión, su rostro palidece y solo niega con la cabeza . No, no puede ser. Esto debe ser una maldita broma, lleva ambas manos a9 su rostro y se lo cubre — ¿ Estas seguro? Santiago — Totalmente, Alonso.
Responde mi hermano. Solo espero tu aprobación para borrarlo del mapa — ¿ Que quieres hacer tú, Natasha?, pregunto a mi mujer — No quisiera que mi madre, pase por el dolor que pase yo, cuando te creí muerto. Sin embargo hay cosas peores, para mi padre que la muerte, responde Natasha, aún con el rostro cubierto — ¿Ah sí? Responde Santiago de manera irónica. ¿Cuáles? — Arruínalo, destrúyelo, llévalo a la quiebra, aniquila su imagen de respetado hombre de negocios, déjalo en la calle, créale su propio infierno personal — Santiago me mira y yo solo asiento. Ya escuchaste a mi mujer.
Llévalo a cabo— Puedo darte toda la información que necesites, cuentas, inversiones, proyectos, socios, etc. Solo coordínalo con Soraya y Víctor, ellos te entregaran todo — Entonces manos a la obra, contesta Santiago — Una cosa más, dice Natasha. Cuando lo hayas reducido a nada, hazle saber que yo partícipe en esto — ¿Estás segura, Natasha?. Pregunta Alonso — Tan segura, como que me llamo Natasha Rivas.
—Otra cosa, Alonso. La reunión de los dones de cada familia, para decidir quien será el nuevo jefe de la organización, se realizará en dos días. ¿Crees estar listo para ese día? — Por supuesto, quiero verles la cara cuando me vean llegar — Si habrá, sorpresas y sorprendidos. Dice Santiago— Dime algo, niño. Que piensas hacer con Nora Moretti, no creo que le haga gracia que el menor de los Ferrara, tampoco la lleve al altar. — Pues lo siento por ella, pero no esta en mis planes casarme, no creo en el matrimonio y además nunca repito, así que la soltería es mi estado civil perfecto, si eso es todo, entonces me retiro. Dice Santiago antes de salir de la habitación.
— ¿Estas bien, nena? — No, no lo estoy. Me es difícil, creer que mi padre me odie tanto, como para que no le importe mi dolor, lo que te pasara a ti, me afectaba a mí y nisiquiera eso lo detuvo —Pero sigo aquí, nena — Sentí que me moría Alonso, hubo un momento en que no creí poder seguir, fue horrible, era un dolor emocional pero tambièn físico, sentía que me ahogaba, que me hundía en un abismo profundo. Le he perdonado muchas cosas a mi padre, pero esta no se la voy a perdonar. Encárgate de que se arrepienta de haberse atrevido a tocarte Alonso, que no le alcance la vida para arrepentirse, solo no lo mates, te lo pido mas que nada por no causarle ese tipo de dolor a mi madre.
— Tranquila nena, yo me encargo.
—Gracias amor, digo acercándome a el, para darle un casto beso.