—Morettí termino, como suelen terminar los traidores, con un balazo en medio de los ojos. No me encargue yo mismo pero si di la orden, hay males que es necesario arrancarlos de raíz, para evitar correrse riesgos. De su hija Nora, solo supimos que se había ido de la ciudad.
—Natasha ha decidido quedarse en Italia, mi mujer entiende mi responsabilidad en este lugar. No pretendo estar siempre en frente de la organización, pero si dejar todo preparado para que mi sucesor continúe haciendo cambios positivos.
Hay cosas que no pueden erradicarse del todo porque al fin y al cabo es la mafia, pero no hay porque cobrar o destruir vidas inocentes. Natasha, Santiago, Víctor, Augusto, Soraya y yo hemos iniciado un nuevo negocio juntos, es una naviera. Mi mujer es un haz para los negocios, definitivamente que me toco el paquete completo hermosa e inteligente.
—Amor— Dime, preciosa — Apúrate vamos a llegar tarde a la inauguración, que bonito los dueños llegando tarde.
— Yo nunca llego tarde, mi reina. Simplemente hay quienes deciden llegar temprano y pues les toca esperarme — Pensé que el Ferrara engreído, era Santiago. Pero ya veo que me equivoque — Pero así te gusto, digo mientras la tomo por la cintura para pegarla a mí y besarla— No cariño estas equivocado, así me encantas — ¿Natasha, en serio piensas ir vestida así? — Me paro frente a él, con las manos en la cintura.
¿Porque lo dices? ¿Acaso me veo mal? Digo con una sonrisa provocadora — Por el contrario señora Ferrara, esta usted exquisita — Entonces, porque no iría así — Porque no quisiera tener que usar mi arma, porque a algún imbécil se le van los ojos detrás de mi mujer — Dificulto señor Ferrara, que algún hombre de esta ciudad o país, se atreva a mirar a su mujer, conociendo sus alcances — Vaya, estoy empezando ver las ventajas de ser un mafioso temido — De esa puerta para afuera cariño, porque dentro de estas cuatro paredes, eres solo un hombre común y corriente, que es completamente mío. — No tengo nada que discutir, señora Ferrara y vámonos que si no, no respondo. Digo dándole una nalgada.
—Vaya, pense que iba a tener que ir tocarles la puerta. Si saben que ya es tarde.
—No molestes, niño — No, pues yo solo decía, hermano.
—Llegamos al edificio donde se encuentran las oficinas de la naviera , es un lugar elegante y sofisticado. Soraya se encargo de que se encuentre presente, la crema y nata de la alta sociedad Italiana, así como muchos de nuestros amigos y conocidos de New York, los medios de comunicación no podían faltar.
—Natasha, escucho a mis espaldas, me volteo para encontrarme con Andrés Azuero — Hola, respondo sonriente. Gracias por venir. Viene del brazo de una exuberante pelinegra, que hasta donde tengo entendido es su novia, desde hace unos meses — Samira, te presento a Natasha Rivas de Ferrara y a su esposo Alonso Ferrara, dice Andrés mientras mira embelesado a la chica — Encantado, le saluda Alonso, con la mano derecha ya que tiene su mano izquierda sobre mi cadera de manera posesiva. Hola Andrés, contesta parco — Hola Alonso, responde Andrés sonriente— Es usted mas hermosa en persona, señora Ferrara — Muchas gracias, Samira tu tambièn eres preciosa.
— Alonso, podríamos hablar en privado dice Andrés — Si claro, contesta mi marido en un tono no muy amable, caminan juntos hacía una de la oficinas ubicadas en la planta baja del edificio — ¿De que quieres hablar, Azuero?. Pregunto cortante— Alonso, se que no somos, ni seremos amigos. Pero tampoco es necesario que seamos enemigos. Yo se reconocer mis errores y estoy claro que no me merecía a una mujer como Natasha, porque yo no era el hombre que llegaba a la estatura de una mujer como ella. La veo felíz y radiante, como nunca jamás la vi mientras estuvo conmigo. Te felicito, evidentemente eres el amor de su vida, mientras yo solo fui el error de su vida. Realmente les deseo lo mejor, ambos se lo merecen — ¿Estás siendo sincero? — Muy sincero Ferrara, me costo entenderlo, pero lo logré. Estoy intentándolo con Samira y me siento bien porque no la engaño, no la irrespeto y no la lastimo. Si todo fluye bien, pronto tendré esa familia que he aprendido a añorar, también quiero aprovechar para agradecerte, por no oponerte a que Natasha y yo sigamos siendo socios en Azuero&Rivascorp, ya habrás podido percatarte que el cerebro del negocio es ella, si se hubiera cancelado nuestra sociedad, todo se habría ido a pique — Sí, ya me di cuenta que mi mujer es una genio, para los negocios.
— Entonces, ¿que opinas?. Podemos al menos tratarnos cordialmente — Listo Azuero, podemos y felicidades muy hermosa tu novia — Gracias, con permiso. Regreso a la fiesta. Lo veo salir por la puerta y a los minutos ingresa Natasha.
—Estaba a punto de enviar a Damián, cariño. Tuve miedo que le metieras un balazo a Andrés y dejaras a la pobre Samira vestida y alborotada sin poder ir al altar.
—Vino a disculparse y a agradecerme.
— Sí amor, Andrés es otro hombre, decidió aprender la lección y cambiar para bien. Ya mi madre me lo había comentado y cuando viaje a New York, para el tema de Azuero&Rivascorp, lo pude constatar.
—Agradezco a la vida haberte visto en ese restaurante, Natasha — Yo también, agradezco a la vida, haberte visto. Digo acercándome a el para darle un apasionado beso.
—Vamos guapo, ya va a iniciar el acto de inauguración.
—Salimos de la oficina y es Augusto quién toma el micrófono, mientras Soraya, Víctor, Santiago, Alonso y yo, nos acercamos para ponernos junto a lado de el.
—Buenas noches, señoras y señores. Es un placer para nosotros contar con su presencia, en la inauguración de la naviera, “Italians&Americansboats”.