El país de la luna; dentro de la obra original del héroe de la fe no se habla mucho de estas tierras, ni se profundiza mucho en su cultura.
Se sabe que esta tierra fue fundada por los elfos de luna, quienes hartos del trato separatista de la iglesia y los elfos de sol hacia los humanos, quisieron fundar su propia nación, donde podrían dirigir de la manera en que quisiesen y amar a quienes quisiesen.
No obstante, al no seguir los preceptos impuestos por la diosa, rápidamente empezaron a ser vistos como parias gitanos, aun así, debido a la presencia de los elfos de luna, estos nunca fueron cazados como otras tribus gitanas y tuvieron la oportunidad de crecer y prosperar.
Ahora, estos viven siguiendo la firme política del bien para la mayoría, los habitantes del país de la luna no creen en ningún dios o se rigen por las reglas de la iglesia, para ellos su nación y colectivo son su dios, por el que estarían dispuestos a morir.
Esta es una historia de un tiempo no tan lejano...
A lo largo del vacío existen muchas manifestaciones del ego, así como muchas facciones que imponen su propio poder y ética a los reinos sobre los que tienen influencia.
Esta es la historia de un país que alguna vez fue próspero, extendiendo su dominio por toda la tierra, acabo con las guerras, el hambre y las enfermedades, todo gracias al poder divino de una santa.
Dicha santa viajo alrededor del mundo salvando a las personas, y fue paciente con aquellos que no querían ser salvados, e incluso si no pudo salvar al mundo hasta el final de sus días, esta confiaba en que su sucesora podría lograr aquello que ella no pudo.
Con cada generación y cada sucesión, el poder divino empezó a ser aceptado, naciones y culturas quienes nunca aceptarían la ayuda de la santa empezaron a simpatizar con ella, poco a poco logrando el anhelado deseo de la primera santa.
Así, el mundo fue inundado en una paz próspera, hambre, guerra y enfermedad, pasaron a ser solo palabras en los libros, y el poder divino empezó a iluminar la tierra en su resplandor dorado.
El mundo estaba en paz, y todos estaban felices, aun así, la naturaleza humana nunca cambiará, da igual cuantos milagros ocurran o cuantas señales envíen los cielos.
En el presente, un palacio de marfil fue erigido, lugar donde la santa y sus sucesoras han residido durante miles de años, y lugar donde su legado terminaría.
En un día nublado, a las puertas del palacio 6 pilares de madera se habían levantado, en los cuales sobre 5 de ellos se podían contemplar a 4 mujeres y una joven encadenada, siendo las sirvientas más cercanas de la santa y su sucesora.
—¡Quémenlas, quemen a las brujas...! —Exclaman personas de la multitud.
Alrededor del palacio se vislumbran a una gran cantidad de aristócratas y plebeyos por igual, todos ellos viendo con detenimiento a las susodichas brujas.
Aquello que estaban viviendo no era un juicio ni tampoco una ejecución, no había crimen ni cargos, sin previo aviso estas habían sido arrastradas fuera del palacio, despojadas de sus prendas y su dignidad a la vista de todos...
—No lo entiendo, ¿Qué hicimos mal?, ¿Qué les negamos?, ¿Qué penuria no vimos?, ¿Cómo es que todo acabo así? —Murmura la joven sucesora llena de confusión.
De un momento al otro, las puertas del palacio de marfil se abren, dejando ver a tres hombres jóvenes de gran atractivo a quienes todo el mundo se dirige como príncipes, y tras de ellos, arrastrada por cadenas, se puede contemplar a una mujer, con las ropas rasgadas y el cuerpo golpeado.
—¡Su santidad...! —Clama la joven con una expresión pálida —¡Malditos que fue lo que le hicieron!, ¡No son más que unos cerdos Barbaros!
Tras esas palabras uno de los guardias que las custodia, golpea a la joven en el rostro, haciéndole tirar varios de sus dientes.
Incapaz de hablar, la joven ve como la santa es encadenada al pilar restante, ante las miradas de los presentes las cuales estaban llenas de malicia.
Sin previo aviso al rostro de la joven alguien arroja un pedazo de leña, para que acto seguido cada hombre mujer y niño entre los presentes empezasen a lazarles troncos cortados, hasta que, en unos pocos minutos, a los pies de las 6 mujeres se formasen 6 hogueras.
En cuanto la dilapidación cesó, los 3 príncipes levantaron 3 antorchas animando a los presentes, antes de arrojarlas a las hogueras, encendiéndolas.
Así en pocos segundos las llamas empezaron a ganar fuerza y el calor no tardo en hacerse presente, no obstante, como si de un milagro de los cielos se tratase, gotas de lluvia empezaron a caer aplacando las llamas que hasta hace poco no paraban de crecer.
Una ligera risa se formó en la joven, no obstante, como si de una burla se tratase los 3 príncipes unieron sus manos mientras una luz divina empieza a cubrir las llamas, haciéndolas inmutables ante la lluvia.
La joven levanta la mirada notando como todos los presentes ahora le desvían una mirada llena de malicia y una sonrisa enferma, evidencia de que estos estaban disfrutando de su sufrimiento.
Así tras unos minutos los cuerpos de las 6 mujeres incluyendo a la joven y la santa se cubrieron totalmente en llamas, mientras en su mente la joven, solo podía preguntar, "¿Por qué nos hacen esto?".
Conforme el humo de la hoguera empieza a adentrarse en sus pulmones y esta empieza a perder el conocimiento, desviando la mirada hacia la santa tratando de entender lo que estaba pensando, más solo logra contemplar como en su último aliento espeta las palabras...
—¿Por qué...?
Tras ver eso la joven cierra los ojos mientras el dolor de su cuerpo carbonizado empieza a desaparecer rápidamente, cambiando a una cálida sensación similar a la del sol contra la piel, sintiendo como alguien le carga entre sus brazos con cuidado.
Al intentar abrir los ojos esta queda encandilada ante una presencia cuasi divina quien le sonríe ligeramente, antes de volver a perder el conocimiento.
Editado: 22.10.2024