Volumen 6: Adversario Acto 2

En un lugar indeterminado, 5 meses atrás...

El sonido del agua, la dificultad de respirar y el dolor que inunda todo el cuerpo, solo superado por un frio extremo que no hace más que incrementar, aquellos eran los últimos pensamientos del joven Milfiore al caer en las aguas de la cordillera de Kuiper.

En ese momento, varios pensamientos empezaron a cruzar su mente, todo lo que hizo mal, todo lo que no hizo, todas las veces que se contuvo, pero también todas las cosas que logro en ese tiempo.

Poco antes de perder la conciencia una ventana de estado se hace presente ante el...

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[Aviso: El atributo "Niño del destino" esta resonando...]

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Iván no podía entender lo que estaba pasando, no obstante, este sabía que no podía volverse a permitirse un final tan vano...

—"No moriré así, no moriré así, yo definitivamente..." —Exclama internamente — ... ¡Sobreviviré!

Tras espetar esas palabras el joven despierta frente a una puerta...

Al principio este no pudo sentirse aliviado, lo cual no tardo en volverse desconcierto, notando como este ya no se encontraba en la cordillera de Kuiper, y muy probablemente ni siquiera dentro del reino del héroe de la fe.

Al observar a su alrededor el joven nota como ahora se encuentra dentro de un vagón de lujo en un tren en movimiento, el cual tenía una barra, juegos de mesa billar entre otros lujos para la aristocracia, no obstante, a su alrededor no había nadie.

Al tratar de cambiar de vagón se percata de como todas las puertas estaban bloqueadas, y al desviar la mirada por las ventanas solo puede ver un páramo negro e infinito.

—¿Qué sitio es este? —Murmura el joven Milfiore...

—El vacío —Espeta una voz que llama su atención —No te exaltes, si quisiera matarte ya estarías muerto.

A las espaldas del joven un hombre de cabellos oscuros y traje negro se hace presente, Iván rápidamente retrocede, no obstante, este no puede evitar sentirse intimidado, como si cada fibra de su ser le gritase que huya.

—¿Estas asustado?, ya veo, por favor pido disculpas, es costumbre para mi usar esta cosa —Espeta el hombre retirándose su saco y sombrero, lo cual inmediatamente disipa su aura amenazante —como dice la expresión, "l'abito fa l'uomo" el traje hace al hombre.

—¿Hablas la lengua de los sabios? — pregunta el joven Milfiore.

—La aprendí viéndote, pero eso es un tema diferente, no me he presentado... —Clama el hombre extendiendo su mano —Werner Von Farnsworth, es un placer...

—Iván Milfiore —Responde el joven Milfiore a su saludo.

Con tan solo un vistazo Iván supo que la persona delante de él también es un adaptador, por lo que rápidamente intenta usar los ojos de Ereshkigal, los cuales reaccionaron de manera inesperada.

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[Nombre: (Entidad:956)]

[Trabajo: Monarca de la matanza inmortal (Desconocido)]

[Fuerza: +?????]

[Agilidad: +?????]

[Intelecto: +?????]

[Poder divino: +?????]

[Herejía: +?????]

[Plausibilidad: x???]

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Con tan solo dar un vistazo a sus estadísticas, los ojos del joven Milfiore empiezan a arder, hasta la actualidad Iván podía hacer uso de los ojos de Ereshkigal un total de 10 veces al día, no obstante, en tan solo un instante, este había consumido más de la mitad.

La existencia delante de él, no se parece a nada que haya visto hasta la actualidad.

—¿Qué eres? — pregunta Iván.

—Mi nombre es Werner Von Farnsworth, encantado...

—No me refiero a eso... —Reclama el joven.

—Entiendo..., dime, ¿quieres jugar un juego de mesa?

—No evadas mi pregunta...

Tras esas palabras el hombre simplemente elige ignorarlo sacando de un cajón una tabla con varias piedras blancas y negras.

—Dime, ¿estas familiarizado con el Go? —pregunta el hombre con un rostro tranquilo.

—Te dije, que no evadieses mi pregunta...

En ese momento Iván no puede evitar sentirse mal, al tiempo que nota una línea de sangre que empieza a manchar su camisa en una línea diagonal.

Fue cosa de unos segundos, pero el joven pudo sentir como sus huesos y órganos habían sido cortados y cauterizados, inclusive la armadura Fafnir fue cortada, pero inmediatamente después, estas fueron reconstruidas.

—Fuiste capaz de notarlo..., eso es perfecto, si hubieses tardado un segundo más aquí hubiésemos acabado nuestra conversación... —Señala Werner preparando el tablero —¿quieres sentarte?

Tras esas palabras el joven se ubica al otro extremo de la mesa, donde se estaba organizando el juego...

—¿Alguna vez has jugado Go...?

—No conozco las reglas. —responde el joven Milfiore.

—podría decirse que es un juego de estrategia, el objetivo es acaparar la mayor cantidad de territorio moviendo piedras a lo largo del tablero, el juego acaba cuando uno acapare más territorio que el otro —expone Werner —Tienes preguntas ¿no?, juega una partida conmigo y te responderé.

—¿Solo debo jugar? — pregunta Iván.

—No soy tan cruel para pedirte que intentes ganarme, en especial teniendo en cuenta que nunca has jugado —Señala el hombre.

—Aprecio su consideración —responde el joven —"Así que será Go, jugué algunas partidas con mi maestro cuando era joven, no necesito ganar, solo debo perder rápido para que responda mis preguntas, esto terminara en 15 movimientos"