Paralelamente...
Dentro de los muros de la academia, la situación había cambiado radicalmente, debido a la fuerte escasez miembros del alumnado y profesorado tuvieron que evacuar a las grandes ciudades, por suministros y asilo.
No obstante, incluso en medio de una crisis hubo quienes eligieron proteger la instalación, así como a todo lo que esta representaba, incluyendo al decano entre ellos, además de varios exestudiantes y profesores quienes eran más leales al decano que a la misma iglesia.
Debido a eso con el paso de los meses tras el inicio de la invasión demoniaca, la academia se volvió uno de los puntos más fortificados del país del sol, debido principalmente a las defensas sólidas y el área reducida.
Es debido a esos hechos que en estos momentos una reunión de gran importancia se llevaba a cabo dentro de sus muros.
En una sala de reuniones dentro del edificio principal de la institución se pudo apreciar a una gran cantidad de cardenales, así como de héroes consagrados quienes debaten sobre la reciente decisión de los elfos.
—Contrario a lo que pensábamos, al final eligieron hacer uso de la flama blanca —Clama el papa de la iglesia de la diosa ocasionando que los presentes se emocionasen.
No obstante, entre los cardenales de la habitación había uno, quien, pese a no expresarlo en voz alta, no estaba de acuerdo con aquel veredicto...
—"Estos insensatos, no tienen idea de lo que se avecina" —Reclama internamente el decano Merlín.
En toda la habitación únicamente el anciano podría entender el poder destructivo real de la flama blanca, pues incluso si llegasen a dispararla, aunque sea una sola vez, las secuelas las sufrirían por varias décadas.
Tratando forzosamente de guardar la calma el anciano aprieta sus puños al punto de hacer brotar sangre de sus palmas, si las cosas no cambian, el daño que el país del sol va a causase a sí mismo, será incomparable al daño que los demonios podrían hacer.
—Ya que hemos terminado con este punto, vamos al siguiente tema de discusión —Clama el papa —Quien vota por hacer uso de la academia como asentamiento permanente.
—¿Qué? —espeta el anciano, al tiempo que ve como todos los cardenales levantan la mano en aprobación —Un momento, ¿quién fue el que sugirió esto?
—Yo lo hice padre... —Clama el cardenal Pendragon poniéndose en pie.
—Arthur no puedes hacer esto, en esta institución todavía hay niños, no podemos convertirla en una zona de guerra —Reclama Merlín.
—Y esa no es nuestra intención —Señala Arthur —Nuestro único objetivo es construir un campo seguro donde refugiar a los cardenales y sus familias, así como a las santas.
—Lo aceptaría si fuesen solo las santas, pero sabemos que junto a ellas vienen sus héroes consagrados y sus familias, así como la de los cardenales, la academia actualmente está a 3 cuartas partes de su capacidad, no podremos recibir a todos...
—Lo sabemos, es eso por lo que los estudiantes que siguen aquí tendrán que irse —Clama el cardenal haciendo palidecer al anciano —Obviamente no ignoraremos el hecho de haber contribuido en la fortificación y defensa de la academia, por lo que se les entregara una compensación económica y se les recomendara para puestos altos en el ejército.
—¿El ejercito?, Arthur, son niños...
—Pero no es lo mismo que tu hiciste con el héroe de la fe —Clama un hombre joven en armadura blanca haciendo acto de presencia a un lado de Arthur
—Mordred... —Espeta el anciano.
—Incluso permitiste que tu propia nieta y la hija del papa se inmiscuyeran en esta guerra, y todos sabemos cómo termino eso, eso sin mencionar el hecho de que el héroe corrupto fue tu protegido —Expone Mordred —Es solo debido a la reputación que hemos amansado que no se te ha clasificado como hereje.
Ante esas afirmaciones el anciano no puede evitar callar, pues este era totalmente incapaz de negar aquellas cortantes afirmaciones...
—Actualmente las santas de Aries, Cáncer y Virgo ya se encuentran en la academia, bajo la escolta de sus respectivos héroes, y esperamos que el resto se les una en los próximos días —Clama Mordred —En ese tiempo daré la orden a mis hombres de evacuar las instalaciones.
Ante esa afirmación tanto el papa como los cardenales presentes mostraron su alivio ante la situación, pensando que para ellos las cosas estaban por mejorar.
Una vez más Merlín vuelve a bajar la mirada, dándose cuenta de que nada de lo que diga o haga va a influir en el veredicto de esos hombres...
—Supongo que nunca hubo otra forma... —Murmura para posteriormente retirarse de la habitación.
Al mismo tiempo los cardenales hacen los preparativos para pasar al siguiente tema de discusión, cuando de un momento para el otro las expresiones de los héroes cambian y desenvainan sus espadas.
En un principio los cardenales no podían entender lo que pasaba, pero tras enfocar la mirada en el candelabro sobre el techo de la sala de reuniones, lograron verlo con claridad.
—No pensé llegar a ver la academia otra vez en esta vida —Clama el joven Milfiore saltando del candelabro al centro de la habitación.
Al verlo las expresiones de los cardenales cambia, sintiendo como del joven se Expedia un aura repelente y sombría, una sensación que inconscientemente les hace retroceder, al tiempo de llenarse de hostilidad.
—20 segundos, es la mayor cantidad de tiempo que he estado frente a un héroe y este no ha tratado de matarme —Señala el joven.
—Maldito... —Reclama el papa poniéndose de pie —Como te atreves a tener el descaro de aparecer aquí.
—Vaya, realmente estoy sorprendido...
—No me interrumpas niño, crees realmente que eres especial por haber causado este desastre, nuestra nación ha sido fuerte y prospera por milenios, somos una potencia inamovible y tú en cambio no eres más que una cucaracha que contamina nuestras tierras, pero no te confundas, tu no me asustas, en el fondo solo puedo ver que eres un bastardo asustado, y deberías tener miedo... —Exclama el papa.
Editado: 22.10.2024