Al mismo tiempo no muy lejos de ahí se puede vislumbrar a la joven Rasputín quien en silencio camina por los pasillos del templo, mientras en su mente revive las palabras del joven Milfiore.
—"Supongo que es porque me gustas" —Rememora la joven...
En ese momento la antigua santa se encontraba en las cercanías y pudo escuchar toda la conversación de los jóvenes, una acción muy impropia de su educación.
Aun así, no pida entender el motivo por el que lo hizo, pero igualmente podía entender la reacción de la joven dríada, tras cada uno de sus encuentros Iván había ayudado a Vanya, así como a sus caballeros, aun así, esta no podía negar lo incorrecto de las acciones del joven Milfiore.
Ella podía juzgarlo y enjuiciarlo por sus acciones, pero no podía verlo como una mala persona...
Una gran parte de ella deseaba alejarse de él y tener el tiempo de olvidarlo, mientras que otra, en secreto se preguntaba que habría hecho de estar en el lugar de la elfa.
—Pero que estupidez... —Se reclama a sí misma —"Ese hombre egoísta solo sabe ganarse el rencor de las personas a su alrededor, dentro de este templo no hay nadie quien lo apoye ni siquiera sus propios aliados, aun así, él ha ayudado a mucha gente aun a su muy extraña manera, incluso me salvo a mí, y el, nunca me ha pedido nada, ni siquiera me ha pedido arreglar sus ojos..."
Antes de poder organizar totalmente sus ideas un poderoso estruendo se hace escuchar cerca de su posición, temiendo lo peor la joven intenta ocultarse, aun así, rememorando su posición actual, esta se reafirma y corre en la dirección del peligro, encontrando una escena particular.
Ante los ojos de la santa se pudo vislumbrar un corte de espada de varios metros que se extiende por el suelo, y en el centro de este ataque, al joven Milfiore sujetando al elfo con una llave.
—Ríndete perfore tus canales de energía, no podrás usar aura al menos en un día entero —Espeta el joven.
—Maldito, dejaste que te subestimara —reclama Hanzo.
—Probablemente, pero eso fue principalmente tu culpa, uno de los guerreros a quien respeto también padece ceguera, indudablemente él también te habría derrotado en la mitad de tiempo y con la mitad de esfuerzo.
—Lo admito, es mi derrota —Espeta Hanzo desmallándose en el suelo.
—Beri, ¿viste lo que hice? — pregunta Iván —cuando termines de entrenar deberías preguntarle a Ash sobre libros de acupuntura, eso si quieres hacerlo mismo algún día... Vanya...
—¿Qué paso aquí? — pregunta la joven.
—Tuvimos una pequeña riña, pero el que estes aquí es perfecto, hay algo que me gustaría hablar contigo...
—¿Hablar conmigo?
—Tu recamara está cerca, ¿verdad?, preferiría hacer esto en un lugar privado.
Ante esas palabras la joven se ruboriza por un segundo no obstante esta se tranquiliza rápidamente, pues esta estaba segura de que no podía ser lo que estaba imaginando.
—Está bien, déjeme guiarlo...
Ante esas palabras el joven se asombra un segundo para acto seguido acompañarla...
Tras caminar por algunos minutos ambos jóvenes llegan a una residencia dentro del templo, con visibilidad al jardín, lugar donde ambos contemplan la escena iluminada por la luz de la luna.
—Lamento que el suelo se haya roto, apuesto a que amabas esta vista...
—No planeo quedarme en el templo mucho más, una vez el monolito sea destruido y Amelia sea capturada, no habrá necesidad de que haya una santa de libra —Responde la joven Rasputín.
—Ya lo asimilaste...
—No subestimes a las santas, después de todos somos más sabias de lo que aparentamos por nuestra edad...
—Supongo que es uno de los beneficios de ser una Reencarnada, si hablas con Ash puede asegurarte una pensión por ayudarnos todo este tiempo —Señala el joven.
—Yo, prácticamente no he hecho nada...
—Te preocupaste por la gente de tu ciudad más que nadie, no dudaste en confrontar a los elfos ni a tu fe cuando más fue requerido, si no hubieses estado ahí, muy seguramente se habrían cruzado líneas que ningún humano debería cruzar, has hecho más de lo que crees —expone el joven.
Ante esas palabras la joven se ruboriza ligeramente antes de recuperar la compostura.
—Dijiste que querías hablar conmigo de algo —espeta la joven con una sonrisa que dibuja una expresión sombría en Iván.
—Es sobre Amelia —Clama borrando la sonrisa en Vanya —Se cómo localizar a la santa de leo...
Ante esas palabras los ojos de la joven se exaltan al tiempo que la tensión emocional de la escena se empieza a disipar...
—Se que debes sentirte decepcionada, les mentí, pero era necesario hacerlo... —Clama Iván —Necesito hacerte una petición difícil, además de eso necesito que mantengas todo esto en secreto, incluso después de que todo haya terminado...
—Virtualmente me estas pidiendo llevarme esta información a la tumba —Señala la joven —¿Por qué yo...?
—Porque eres la única que puede ayudarme con esto..., Y sé que eres la única a quien puedo confiárselo...
Al escuchar esas palabras la mirada de la joven decae, mientras internamente medita del curso de acción que debería tomar, sabiendo que en estos momentos la decisión más sensata seria notificar a los demás...
—Yo..., no desconozco lo que son los adaptadores, no soy una pero como reencarnada no soy muy diferente de ellos... —Clama la joven —Vi lo que le hiciste a Aster después de que tomaste la ciudad, no lo mataste, pero, no fue por piedad, lo torturaste y desechaste la llave de su celda, eso fue personal... Dime ¿acaso tú y yo?
Antes de poder completar su oración la rata sobre el hombro del joven se eriza, mientras que del cuerpo de Iván empiezan a brotar grandes cantidades de energía del terror, las cuales contiene casi de inmediato.
—Es como intuyes, en mi mundo original, yo te conozco... —Espeta Iván dejando helada a la joven —Bueno, más concretamente conozco a un Doppelganger, ella es alguien que sabe bien como tazar los riesgos, alguien que en tu posición no lo pensaría un minuto en ir a contarle todo a los otros; pero sé que no lo haría, ella sabría el motivo por el que es mejor esconder esta información, incluso si eso le atormenta de por vida, eso es por lo que la admiro...
Editado: 22.10.2024