El Presagio de las Flores (libro de los Acónitos)

Volumen 6: Y así la vida sigue... Acto único

Con esas palabras Iván rápidamente avanza hacia Wilhelm abriendo su ventana de inventario.

—Casi lo olvido, antes dijiste que tenias una misión, con los corazones de las santas.

—¿Todavía recuerdas eso? —Señala el hombre.

Tras esas palabras deja caer al suelo los 12 corazones de las santas del zodiaco, una escena que deja al hombre sin palabras.

—Yo te prometí que te ayudaría a reunirlos, y aquí están —Clama el joven — Pero no mate a todas las santas, la mayoría está bien... Este es el fin de nuestra misión, pero solo un capítulo de la tuya

—Mocoso... —Clama Wilhelm extendiendo su mano a Iván, un gesto al que este responde.

En ese momento el hombre arrastra a Iván cerca de el y susurra unas palabras en su oído con una expresión sombría, palabras a las que este responde con una ligera sonrisa.

Tras esas palabras el joven da media vuelta y camina hacia la puerta de madera...

—Erse e Iván..., buen viaje... —Exclama Wilhelm diciendo sus nombres por primera vez, un gesto que les dibujo una sonrisa.

—Fue una bonita despedida... —Murmura Werner a un lado del joven —Estaremos en contacto, hasta tu próxima misión...

Tras esas palabras una expresión sombría se dibuja en el joven quien rápidamente se recompone para regresar con Erse.

—¿Qué fue lo que te dijo? — pregunta la joven

—Te lo contare en otra ocasión...

Tras esas palabras los nervios empiezan a inundar a ambos jóvenes, por su lado Erse sabía que de cruzar esa puerta regresaría a ser una sirvienta de los Milfiore, una herramienta del crisol, una esclava en una tierra extraña, Pero antes de pensar otra cosa Iván toma su mano y la tranquiliza.

—¿Vamos? —Pregunta el joven.

—hasta el fin...

Tras esas palabras proceden a abrir la Perilla de la puerta, al tiempo que un poderoso destello de luz blanco los encandila a ambos.

—Pensé que nunca se irían... —Espeta Werner encendiendo un cigarrillo —Tu nombre es Wilhelm, ¿no?, me gusta tu estilo, te doy mi tarjeta. Se que has sido reacio a unirte a nuestra facción, pero te prometo que te trataremos bien...

Antes de poder completar su oración Wilhem toma la tarjeta de Werner, una acción que este no se esperaba...

—Lo tendré en consideración...

Paralelamente a eso, en otro lugar la luz blanca empieza a disiparse al tiempo que ambos jóvenes caen en el suelo de la casa de las flores, mientras que a sus espaldas la puerta por donde salieron se cierra de forma abrupta.

—Este piso...¿siempre fue tan frio? — pregunta el joven, ocasionando que ambos empiecen a reír.

—Pensé que la casa estaría en peor condición, nos fuimos dos años y medio, se sintieron como una eternidad —Espeta la joven.

—Así es..., espera un momento... —Exclama el joven poniéndose de pie rápidamente — Nuestra ropa, no es la que ¿llevábamos entonces?

—¿Entonces?, ahora que lo mencionas...

Ante esa premisa el joven rápidamente camina hacia el jardín de la mansión, una escena que es incomprensible para la joven, quien al ver el jardín interior no tarda en rememorar lo ocurrido en aquella noche.

—No ha cambiado —Clama el joven posando la mano junto a un árbol —el grosor de este árbol no ha cambiado, se supone que nos fuimos 2 años, pero, este grosor no tiene ni una semana de diferencia, ni siquiera un día.

Tras esas palabras Iván rápidamente corre al interior de la mansión hasta la cocina, donde las carnes saladas habían sido curadas, al tiempo que sobre la mesa Erse nota un periódico, con algunas manchas de grasa de banderilla.

—Todo sigue igual, acaso nos fuimos...

—Una noche... —Completa Erse a la oración —Solamente ha pasado una noche, hoy es primero de marzo, el día después de su cumpleaños joven amo...

Ante esas palabras el joven cae de rodillas en el suelo al tiempo que la joven posa su frente en contra de una pared, sabiendo que 2 años de sus vidas se habían resumido a una sola noche en el imperio.

Y así la vida sigue...

1er día del 3er mes del calendario de Aries...

6 años habían pasado desde la destrucción del monolito demoniaco y muchas cosas habían cambiado, bajo el mandato del rey Tristán las relaciones entre los países del sol y la luna habían alcanzado su cúspide, permitiendo la total unificación de ambas monarquías.

El país de la luna y el sol dejaron de existir y el reino de Solaría nace, un reino prospero donde todas las creencias eran aceptadas, todas las razas eran respetadas y nadie abusaría de su poder sobre otro...

Con las reformas del rey, Solaría tuvo un crecimiento exponencial logrando en 5 años el desarrollo de 20 años de trabajo, alimentos, ganado, asentamientos, todo había sido innovado, mientras que el poder espiritual que antes solo unos pocos podían usar empezó a surcar la tierra, reverdeciéndola poco a poco.

Y en este día, el rey se enfrentaba a una crisis para la que nunca podría prepararse.

—¿Cuánto tiempo hemos esperado? Necesito un informe... —Reclama el rey —¿Dónde están mis especialistas?

—Su majestad, Cálmese... —Clama Sarah a su lado como miembro de su caballería.

—No lo entiendes, un solo error o contratiempo lo puede arruinar todo, no sabes lo que esto significa verdad, un paso en falso y todo en lo que hemos trabajado, se ira por la borda...

—Su majestad...

—No debí dejar que Iván se fuese, el sabría que hacer...

—Su majestad...

—Tal vez pueda encubrir todo, maldita sea esto no es una novela de fantasía...

—Su majestad, ya está aquí...

Ante esas palabras el rey no tarda un segundo y rápidamente corre hasta el fondo de la habitación atravesando unas imponentes puertas de madera, lugar donde la matriarca de los elfos de luna lo estaba esperando.

—Tus gritos se podían escuchar incluso dentro de la habitación —Señala Isanami —Entra, quiere verte...

Así ante los ojos del rey Tristán una escena lo hace caer de rodillas, una elfa de luna de cabellos blancos sujetando entre sus manos a un bebé medio elfo.



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En el texto hay: fantasia, misterio., fantasía drama

Editado: 22.10.2024

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