Con esa idea en mente los días empezaron a transcurrir, con el tiempo Iván poco a poco empezó a acostumbrarse al mundo a su alrededor, así como a la academia Lumiere, pero aún más importante que eso, descubrió información importante sobre sí mismo.
Para empezar su nombre en este mundo ni siquiera era Iván, si no "Aivián Dustholder", aunque para sus compañeros sigue siendo Iván, al no ser capaces de pronunciar correctamente su nombre.
A simple vista un personaje carente de una historia interesante, que lamentablemente acabo siendo victimizado por los estudiantes nobles de la academia.
No obstante, dentro de la historia del héroe de la fe nunca se menciona la existencia de un personaje llamado Aivián, por lo que probablemente renuncio al internado un año antes de la llegada del protagonista, o simplemente el personaje fue creado de la nada.
Para el joven todavía era difícil creer que el mundo a su alrededor no era real, al mismo tiempo que se veían increíblemente irreales...
Por un lado, los estudiantes, así como las personas poseían sentimientos y reacciones similares a los de cualquier otro ser humano, del mismo modo, los olores, sabores y sensaciones de su entorno no eran diferentes a las del mundo real.
No obstante, pese a lo anterior, el mundo a su alrededor seguía siendo el descrito dentro del libro...
Tras analizar la biblioteca de la academia, encontró la historia del país del sol, exactamente en el lugar donde el héroe de la historia lo encontró dentro de la obra, y en su interior, la historia descrita era exactamente la que el joven había leído en el pasado.
«Hace miles de años una diosa errante ilumino un extenso yermo en su luz, trayendo así la vegetación, animales y a los humanos a este mundo, y para dirigirlos crearía seres perfectos de gran poder divino, vidas extremadamente largas, los elfos de sol.»
«Del mismo modo los vestigios de su luz acabarían cayendo lejos de sus tierras más allá del desierto, dando luz a una especie similar a los elfos de sol, pero carentes de luz en sus ojos y con una gran afinidad hacia la oscuridad, los elfos de luna.»
«Desde entonces ambas facciones erigirían sus propias naciones y dirigirían a los humanos según sus creencias y enseñanzas, dando nacimiento así al país del sol y al país de la luna, dos naciones separadas por un imponente y extenso desierto.»
«Del mismo modo aparecerían aquellos quienes no se sentirían cómodos con las enseñanzas y restricciones de ninguna de las dos naciones y serian vistos como blasfemos y parias por ambas, los gitanos.»
La primera vez que el joven leyó aquella obra no pudo evitar sentirse identificado, pues aquel odio irracional que existe entre los países del sol y la luna no es muy diferente al que existe entre los continentes de Animus y Almah.
No obstante, dicho odio no duraría mucho más...
En el día 1 del primer mes del calendario de Libra, durante el principio del segundo trimestre del año escolar sería el día en que los demonios aparecerán en la historia.
Seres de aspecto e instintos violentos quienes habían estado enterrados bajo la arena del desierto durante miles de años.
Desde este punto el joven Milfiore sabía que faltaba poco menos de un año para que el héroe de la historia haga acto de presencia dentro de la academia, y poco menos de 18 meses para que la horda de demonios aparezca.
Dentro de ese tiempo Iván debía descubrir como regresar, pues no quería averiguar si del mismo modo como las sensaciones de su entorno son realistas, también lo será la muerte.
Rápidamente el joven sacude su cabeza, pues pensar en la inminente fatalidad no lo llevaría a ningún lado; pero antes de poder retomar su lectura, la mano de una persona se posa encima de las páginas del libro.
-Finalmente te encuentro Gitano bastardo -Reclama uno de los matones que en el pasado había atacado a Iván.
-Si me estabas buscando bastaba solo llamarme...
-No trates de acerté el gracioso, Salgamos...
-¿Por qué? -Pregunta el joven provocando a su atacante -estoy bastante cómodo dentro de esta biblioteca, a la vista de todos...
-Te crees muy listo, ¿no?, no tienes ni idea de con quienes te estas metiendo...
Tras espetar esas palabras el agresor procede a lanzar un fuerte golpe, pero contrario a lo que Iván esperaba este se golpeó a sí mismo en la cara derribándose al suelo.
-¡¿Pero qué demonios te pasa?! -Exclama en un tono histérico a la vista de todos -¡Este maldito gitano se atrevió a golpearme en la cara!
En el suelo de la biblioteca aquel joven empieza a hacer un escándalo, con el fin de llamar la atención de todos los presentes, quienes sin considerarlo un segundo asumen que Iván lo había atacado.
-"Bien jugado" -Medita Iván internamente.
-¿Qué demonios está pasando aquí? - reclama una mujer en habito quien era la encargada de la biblioteca.
Iván no fue capaz de evitar lo que vino, antes de hacer preguntas o analizar la situación aquella mujer empezó a reprenderlo; Iván no se defendió ni dijo nada, pues sabía que sería totalmente inútil.
Para los seguidores de la diosa y los textos sagrados la palabra de un gitano no tiene valor alguno, por lo que darían por hecho que cualquier cosa que diga será mentira.
Tras unos minutos el joven es echado de la biblioteca con violencia y se le prohíbe nuevamente la entrada, al tiempo que tras él y con una mirada llena de dicha el agresor aparece, lejos de la vista de todos.
-Oye, eso fue demasiado, realmente me gusta ir a la biblioteca -Espeta Iván.
-No es algo de lo que debas preocuparte, pues para el día de mañana ni siquiera estarás en esta institución...
-Si mi memoria no me falla, tu nombre es Garfield Rand, ¿no?, también eres de primer año, ¿no deberías estar estudiando para el examen de mañana?
-Eso no es algo que te importe...
Editado: 24.05.2024