El Presagio de las Flores (libro de los dientes de león)

Volumen 3: El vacío Acto 5

Algunas horas más tarde...

Tras caer la noche, el tema de lo ocurrido en los pasillos de la academia no pasó desapercibido, siendo el tema principal de conversación durante toda la tarde, por lo que cada estudiante, profesor y empleado de la academia ya estaba enterado, y quienes no, estaban por enterarse.

Dentro de la residencia de los nobles, Alex Pendragon se había recluido durante los últimos días para poder estudiar diligentemente los textos sagrados, preparándose para el examen de clasificación, por lo cual no se había enterado todavía de lo ocurrido.

De un momento a otro las puertas de su habitación se abren violentamente, dando paso a dos jóvenes, una de largos cabellos negros y ojos carmesíes, y frente a ella, una joven de cabellos rubios y ojos dorados iguales a los del joven Pendragon.

—¿Qué significa esto Lilia? — reclama el joven Pendragon.

—¿En qué demonios estabas pensando?, ¿Por qué les diste una piedra de invocación a esos estúpidos? — reclama la joven en un estado histérico.

—¿De que estas hablando?

—Señorita..., me temo que el joven señor no tiene idea de la situación actual, él ha estado estudiando en su alcoba en privado durante 3 días —expone la joven de cabellos negros.

—Es tal como lo dice —Espeta el joven — y ahora que lo pienso, creí haberte ordenado que no dejaras entrara nadie, Noté...

—La culpa es enteramente mía, pero la señorita Lilia realmente insistía en verlo...

—Como sea, ya interrumpiste mis estudios, así que espero que alguna de las dos me cuente que es lo que genera todo este alboroto.

Tras esas palabras ambas jóvenes proceden a explicar los rumores que corren actualmente por los pasillos de la institución, así como todo lo que se sabe respecto al incidente.

En un principio la reacción de Alex fue tranquila, pero al llegar a la parte de la piedra de invocación, este perdió los estribos.

—¡Maldición! —Exclama colérico derribando un escritorio al suelo —¡Esos idiotas, si los vuelvo a ver los matare!

—¿Qué importan ellos?, por tu culpa Zoé pudo haber muerto...

—¿Zoé?, ¿Quién demonios es esa?

—Zoé... Zoé Wandgate, la hemos conocido por varios años, entramos a la academia juntos..., su vida ya no corre peligro, pero todavía está demasiado aterrada...

—No me interesan tus ridículas amistades, ¿tienes idea de lo que pasara si nuestro padre o nuestro hermano se entera de lo que paso?, nos convertiríamos en los parias de la familia...

—¿Nos?, ¿Por qué me incluyes en esto?

—Porque somos gemelos Lilia, si me culpan por esto también te culparan a ti, en cuanto descubran que nosotros proveímos la piedra de invocación que causo este desastre, los problemas que obtendremos los arrastráremos por años.

—Pero no parece ser el caso —espeta Note en un tono tranquilo —Por lo que se dice, el joven Garfield ya fue enjuiciado y encarcelado, hasta el final este no confeso donde obtuvo la piedra de invocación, por lo que mis señores estarán a salvo...

—¿Y porque demonios no empezaste por eso Note? —Reclama el joven Pendragon liberando un fuere suspiro de alivio —Bendecida sea la diosa por este regalo, parece que la suerte me sonríe, aunque es una pena, Garfield resulto ser más leal de lo que esperaba, debí aprovecharlo mejor...

—¿Eso es todo lo que dirás?, ¿Qué hay de Zoé? — Aclama Lilia.

—Cierto..., Note, prepara un regalo de mi parte, un vestido de buena calidad o un perfume, no sé lo que les guste a las mujeres, pero cómpraselo...

—Si mi señor...

—Y Lilia, supéralo..., en un par de días la gente se habrá olvidado del incidente, tú no eres así, ¿espero que recuerdes quien es en más malvado de los dos? —Espeta Alex, haciendo que su hermana baje la mirada —Si ya no tienen nada más que decir entonces pueden irse.

Con esas palabras Note procede a escoltar a Lilia fuera de la habitación, para posteriormente cerrar la puerta...

Al quedarse solo, una mirada llena de desdén se dibuja en el rostro de Alex, quien inconscientemente empieza a liberar una gran cantidad de aura que abruma a todos los estudiantes pisos debajo de este.

Al mismo tiempo que eso ocurre, el joven Milfiore sale de los dormitorios de los plebeyos para tomar algo de aire.

—"Quien hubiese imaginado que enseñarles a 30 jóvenes en una habitación cerrada durante 3 horas sería tan agotador" —medita internamente.

Durante los últimos días el joven Milfiore había, ayudado a los aprendices de su dormitorio a estudiar para el examen de clasificación.

Aunque al principio solamente los seguían 9 jóvenes, conforme los días fueron pasando fueron llegando más aprendices de los dormitorios de plebeyos, algunas incluso de los dormitorios femeninos.

Para este examen que bien podría definir su futuro, cualquier ayuda por muy pequeña que sea tendría un gran valor para ellos; aunque para el joven Milfiore solamente era un esfuerzo desgastante e inútil.

—Afortunadamente el examen es mañana, no podría soportar otro día así... —espeta con una expresión cansada —"Aunque no todo ha sido malo, gracias a Alex Pendragon pude deshacerme de una de las espinas en el zapato que el mismo puso para mí, si los otros dos son inteligentes no tratarán de hacer nada estúpido. Además, la mera idea de la expresión actual de ese bastardo me llena de energía..."

Con una sonrisa en el rostro Iván procede a regresar al interior de los dormitorios, al tiempo que desde la distancia es observado por sus dos agresores restantes.

Estos estuvieron presentes al momento del ataque de Garfield, por lo que lograron escuchar como Garfield testificaba por la presencia del gitano, el cual ni siquiera estaba ahí.

—Ese maldito gitano debió haberle hecho algo a Garfield, lo sé, nuestro amigo nunca atacaría a una chica de esa forma... —reclama uno de los agresores.



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En el texto hay: villanos, fantasia épica, suspeno

Editado: 24.05.2024

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