Volumen 3: Héroe de la fe Acto 6

En un principio Iván empezó a sentir un ligero cosquilleo, mentalmente este se había preparado para sentir mucho dolor, pero para su sorpresa no sintió absolutamente nada, probablemente un efecto de la morfina que puso en la mezcla.

Pasaron los minutos hasta que finalmente se cumplió una hora, con el fin de examinar los cambios en su cuerpo el joven no se movió, revisando constantemente su pulso y tonalidad de piel.

Hasta cierto punto ni siquiera padece síntomas de envenenamiento, lo único que prevaleció fue aquel cosquilleo.

—Parece que esto fue inútil...

Tras esas palabras Iván sin pensarlo mucho se pone de pie apoyándose en los apoyabrazos del sillón sobre el que había estado sentado hasta ahora; no obstante, al ejercer presión, este no pudo evitar sentir algo fuera de lugar, como si la altura de ambos apoyabrazos variase entre sí.

Tras levantarse, el joven nota que no había nada extraño en el lugar sobre el que estaba sentado, no obstante, en sus manos un brillo condensado empezó a salir de sus palmas.

Al tratar de unirlas este se percata de una energía tenue que las obliga a repelerse; al enfocarse en dicha energía Iván nota una extraña similitud con el mana de su mundo, por lo que al darle una orden las manos del joven dejan de repelerse, y por el contrario empiezan a atraerse.

Lleno de intriga el joven Extiende su mano hacia uno de los tubos de ensayo sobre la mesa, al principio lo aleja con la fuerza de repulsión y posteriormente lo atrae con la de atracción.

Aquello por lo que estaba pasando no era obra de ninguna habilidad, similar a lo que sintió cuando uso la magia natural de las dríadas, la misma base, pero usada de forma distinta.

—Fascinante...

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[Enhorabuena: has desbloqueado una misión secundaria...]

[Farmacia móvil rango(superior)]

[Descripción: "posees el talento suficiente para ejercer la alquimia, pero que es de una droga milagrosa si nadie la toma..."]

[Requisitos: "Elabora 5 pócimas por lo menos de rango (Superior)" (1/5)]

[Recompensa: "Pergamino de habilidad "Alquimia (Superior)""]

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[Requisito adicional: Poseer 1 o más habilidades del set del "Rey de los asesinos" (2/1)]

[Recompensa adicional: Pergamino de habilidad "Narcotraficante (Heroico)"]

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—Pero ¿quién demonios pone los nombres a estas habilidades...? —Reclama el joven —"No obstante, si la recompensa es una habilidad del rey de los asesinos, puedes ser bueno para mí; aun así, quien habría dicho que mi pequeño proyecto de ciencias sería un ítem de rango Superior, Erse debe estarme contagiando algo de su suerte de 'niño del destino'."

Tras esas palabras internas el joven Milfiore solo baja la mirada, tratando de formular una sonrisa por su logro, aunque en su interior propiamente no sienta dicha.

1 semana después...

Con la llegada del nuevo día las clases siguieron con normalidad, hasta la llegada de la tarde donde se llevaría a cabo la última clase de manifestación del aura.

Por su lado ninguno de los presentes se sentía preocupado, pues para este punto de sus vidas todos y cada uno poseían cierta maestría en su manejo; no obstante, como es un requisito obligatorio para el curso de invocación todos asisten sin falta.

Al lugar llega el instructor quien consigo carga una caja llena de piedras trasparentes...

—Caballeros, señoritas, hagamos lo posible para terminar esto rápidamente —Aclama el instructor —Lo que tengo aquí se les conoce como piedras de choque, su funcionamiento no es para nada complicado, cuando se les imbuye aura estas brillan en diferentes colores con los cuales mediremos su poder. Un brillo Violeta o azul significa que poseen poca aura, verde y amarillo los califica como usuarios competentes, y finalmente el rojo y el naranja los vuelven usuarios experimentados, también está el color blanco, pero eso volvería a uno de ustedes en un genio de los que solo aparecen cada 100 años. El requisito mínimo para aprobar es llegar a un brillo verde.

Tras la introducción los aprendices empiezan a tomar las piedras de choque; tras los primeros minutos una gran cantidad de jóvenes, en su mayoría nobles, lograron superar lo mínimo requerido para aprobar, para posteriormente ser anotados y retirarse.

Por otro lado, también hubo casos de quienes en un intento de probarse a sí mismos, permanecieron en el campo, tratando de manifestar colores cada vez más cálidos, incluso si esto no influía en la clasificación final del examen.

Tras el paso de la primera media hora, más de la mitad de los aprendices se había retirado, al tiempo que los jóvenes de la residencia plebeya apenas logran aprobar con la calificación mínima.

—Dustholder apruebas... —Aclama el instructor al tiempo que el joven Milfiore logra manifestar un brillo verde en su piedra de choque.

Aun pese a ser capaz de usar el aura, el joven Milfiore todavía era bastante inexperto por lo que desde un principio este nunca aspiro a tener una calificación alta, aun así, había llegado al grado de ser un usuario competente tras entrenar un par de días.

—"Con más tiempo, ¿Qué tan lejos podría llegar?" —medita internamente.

Así, el tiempo siguió transcurriendo, al cumplirse una hora aquellos aprendices quienes no habían logrado tener la manifestación mínima de su aura fueron descartados por lo que se verían en la necesidad de esperar un año completo para volver a tomar la prueba.

No obstante, aun pese a ya haber calificado a la mayoría, aún permanecen presentes aquellos aprendices que desean demostrar un dominio elevado del aura.

Para algunos, poder llegar a un tono amarillo cálido era un logro bastante notable, por otro lado, aquellos que llegan al naranja podían llamarse a sí mismo genios con todo derecho.

Aun así, eran muy pocos quienes podían llegar a un rojo intenso, por no decir que este año, solamente una persona consiguió manifestar un rojo puro e incandescente.