En el exterior de la habitación el joven Milfiore encontró al decano, quien en su rostro se podía evidenciar su preocupación, no obstante, Iván solo le pudo dirigir un gesto de desprecio.
—Oye, ¿Qué paso ahí dentro? — Pregunta el anciano, pero el joven se niega a responder mientras sigue su camino.
Con un leve movimiento de sus manos el cuerpo del joven empieza a ser azotado por una corriente de Aura que lo separa del suelo suspendiéndolo en el aire.
—Te dije que te detuvieses —reclama el anciano —¿Qué paso ahí dentro?
—¿Acaso importa?, tu brillante plan fallo, ellos no moverán un dedo en tu ayuda, de hecho, es probable que todo empeore a partir de ahora...
—¿Eso que significa?
—Antes de responderte esa pregunta, déjame preguntarte algo a ti, ¿Qué demonios creíste que pasaría al apuñalarme por la espalda de esa forma?, ¿creíste que milagrosamente los Elfos te escucharían y te apoyarían?, eres demasiado ingenuo.
—No tuve otra opción... —espeta el anciano —Para lidiar con la invasión de los demonios se requieren tropas, equipamiento y una investigación apropiada del enemigo al que estamos enfrentando, pese a saber que los demonios son reales muchos nobles se niegan a ayudar, del mismo modo los héroes y santas de otras regiones tampoco están dispuestos a dejar sus territorios, pero, con una orden de los Elfos eso cambiaria. Tome la decisión que creía pertinente para salvar nuestro mundo.
—No te diré que no tienes razón, la gente siempre buscara naturalmente el curso de acción más conveniente para sus intereses, incluso los héroes y las 12 santas no pueden actuar libremente porque son propiedad de la iglesia —Expone el joven —Pero, debiste prever que los elfos no te ayudarían, con tus ojos debiste darte cuenta de cómo son ellos en realidad, no atentaran contra el estatus quo solo por algunas miles de muertes; si los nobles no querían colaborar debiste presionarlos, si la iglesia no desea enviar héroes para enfrentar la amenaza, debiste obligarlos, usted posee más poder y contactos que ningún otro gran cardenal, ¿Por qué no los uso?
—Porque por muy desesperada que sea la situación, no puedo explotar a otros con mi influencia y poder, esas no son las enseñanzas en las que creo...
—Aun así, estuviste dispuesto a explotarme a mí.
—Aquello no fue un intento de explotarte...
—No me refiero a eso, antes me llamaste tu protegido y Feral lo valido como verdadero, ¿usted que planeaba realmente con eso?
Ante esas palabras el anciano cambia su tono a uno mas tranquilo, con el fin de no provocar mas al joven Milfiore.
—Es tal como lo oíste, viniste a este mundo como un gitano sin poder, dinero o influencia, pero en unos pocos meses, obtuviste todo eso y más, posees ambición y talento, si lo enfocases en la causa correcta, podrías hacer tanto bien para la gente de nuestra nación.
—Y me convertiría en otro de los títeres sin mente ni orgullo de los Elfos, agradezco la oportunidad, pero no gracias...
—¿Tienes idea de la oportunidad que estas desperdiciando?
—La tengo, pero si la invasión de los demonios se concreta, noble, plebeyo gitano o esclavo, nada de eso importara...
Antes de ser capaz de terminar su oración el joven Milfiore rápidamente se arrodilla en el suelo bajando la cabeza, al tiempo que el anciano nota como tras de él se encuentra Oran con una expresión sombría.
—Humano, tenemos que hablar...
Arrodillados en el suelo, tanto Iván como el decano no pudieron evitar sentir temor ante esta presencia hostil que se impone ante ellos.
Paralelamente...
Ya sea a las afueras o en el interior de la propia ciudad de Ruranthel, el palacio de los Elfos es visible en todo momento y desde cualquier lugar...
Un imponente obelisco de 8 kilómetros de alto y 2 de diámetro interno, acompañado de 5 torres distribuidas a su alrededor, las cuales funcionan como entradas y soportes a la torre principal donde los elfos habitan.
En uno de los puentes que conectan la torre principal con las de soporte un gran número de lanceros y espíritus armados hacen acto de presencia, apuntando sus armas a 3 intrusos encapuchados que atentan con ingresar en la torre principal.
—Esto se terminó, no podrán pasar de este punto — Espeta uno de los lanceros —Mientras más se resistan solo agravarán la naturaleza de su inminente ejecución.
—Había escuchado que los guardias del palacio de los elfos rara vez hablan, pero estos tipos han sido más parlanchines de lo que pensaba —Clama uno de los intrusos.
En un rápido movimiento los espíritus armados atacan a los intrusos, abrumándolos con sus números y poder, no obstante, en el instante en que estos entraron en su rango de ataque, aquel intruso en un parpadeo corta sus cuerpos ocasionando que desaparezcan.
—¿Ustedes son los responsables de defender a los elfos de Sol? — Clama el intruso —Esto, esta muy lejos de ser suficiente.
En un rápido movimiento el intruso envaina su espada y ataca a los lanceros, golpeándolos a todos con su arma envainada, incapacitándolos sin matarlos.
—Esto es realmente agotador, ¿no puedes ni siquiera tomar un respiro porque ya hay una docena de soldados a tu alrededor? — reclama el intruso espadachín.
—Es una clara estrategia de desgaste, tengo entendido que entre los guardias del palacio hay guerreros de gran poder e inclusive héroes veteranos que protegen la torre principal —Expone otro de los intrusos —Por ahora hemos tenido la suerte de que Rory es capaz de luchar contra mil soldados menores sin sudar, pero subir la torre principal será más difícil, y con el alboroto que causamos no me sorprendería nos encontráramos a un guerrero de Elite apenas entrar.
—¿Qué es lo que propones, Gregory? — pegunta una intrusa quien porta un velo negro sobre su cabeza.
—Rory, necesito que seas la distracción...
Editado: 24.05.2024