Tras esas palabras una sensación de alivio se dibujo entre los agentes de la organización al tiempo que entre ellos las miradas se concentraban en dos jóvenes.
—Pensé que esas criaturas nos darían más problemas por lo que me quise contener, pero veo que me preocupe por nada —Señala una joven de cabellos negros con un enorme mechón gris a su lado izquierdo, además de un brazo prostético con un cañón integrado en el mismo lado.
—Con razón la bala exploto antes de llegar al final, no equilibramos bien la energía, de haber hecho lo mismo con nuestras viejas armas las dos estaríamos muertas —Reclama una joven de cabellos negros, con las mimas irregularidades que la anterior, pero en el lado derecho, ambas haciendo uso de sus espíritus armados.
—Kela, Felis, las dos lo hicieron de maravilla —Clama Erse posando sus manos sobre las cabezas de cada una.
Tras esta acción ambas jóvenes deshicieron su invocación, y sus brazos protéticos cambiaron de forma a un par de prótesis de acero rojo, toscos y sin movilidad.
—Muchas gracias superiora, aunque yo no diría lo mismo de Kela, ella bajo la guardia —Señala Felis.
—Traidora, cuando menos te lo esperes me vengare — Reclama Kela.
—Tranquilas, las dos lo hicieron bastante bien, deberían estar orgullosas de su fuerza, ahora ni siquiera el shoma se atreverá a ponerles un dedo encima.
Al escuchar esas palabras los ojos de ambas jóvenes se iluminaron al tiempo que Erse les felicitaba con una amable sonrisa, no obstante, internamente no podría evitar sentirse molesta con Iván.
Tras la recuperación de las hermanas, estas entraron en un estado de profunda depresión y miedo, sin el shoma ellas habían perdido toda motivación, y aunque obedecían cualquier instrucción que se les diese, no eran diferentes a maquinas, por lo que no le servían al joven Milfiore.
Pero Erse seria quien cambiaria eso...
Esta se les acerco con un enfoque amable, las ayudo a ponerse de pie, a comer bien y a poder caminar bajo el sol, las alago y les ayudo a volverse más fuertes con una sonrisa desinteresada y gentil; Exactamente lo que la califa Nochere hiso con ella hace tantos años.
—Las dos pueden ir a descansar, se lo ganaron —Señala Erse despidiéndolas con una sonrisa —"Contrólate, no eres como esa mujer, además no es un problema lo que el joven amo haga con ellas..."
—Erse...
—Estoy bien... —Exclama la joven antes de darse cuenta que a su lado Iván solo quería recuperar el catalejo que le prestó.
—¿Por qué no deberías estar bien? — pregunta el joven.
—Eso no importa, solo... creo que me iré un momento por aquí...
Tras esas palabras la joven se retira en la misma dirección de las hermanas, al mismo tiempo que Iván no puede evitar liberar un suspiro...
—"Otra vez se puso así..." —Señala el joven Internamente —"Con tantos complejos y cambios de humor, es muy fácil olvidar que ella es una asesina entrenada en el crisol; como sea, después de hoy los adoradores demoniacos empezaran a moverse más activamente, detesto admitirlo pero a excepción de los nombres y lugares mencionados en la obra original no he podido encontrara indicios de ellos, temo que ya sepan que los he estado buscando, aun así no han hecho ningún movimiento en meses, puede que sea solo mi imaginación, pero no puedo evitar sentirme mal también."
—Ciertamente es una bonita explosión, esos brazos prostéticos indudablemente han sido una de mis mejores creaciones —Señala Mordejái.
—Realmente te adaptas bastante rápido mi viejo amigo —Clama el joven Milfiore.
—¿Viejo amigo?, no esperaba oír esas palabras de ti, pero no negare que es cierto —Clama el enano —Hace poco menos de un año solo tenía mis manos y mi destartalado taller, creando anzuelos y arpones, odiando al mundo por despreciar mi talento...; Pero mira que curiosa es la vida ahora dirijo 2 docenas de fraguas y a mas de 200 herreros y artesanos, la vida es graciosa.
—No podría estar más de acuerdo...
—Entonces... ¿Ahora qué sigue? — pregunta el enano.
—Ahora... —Al espetar esas palabras el joven desvía ligeramente la mirada, para después formular una sonrisa —Caballeros, recojan todo regresaremos inmediatamente a Bastos.
Al espetar esas palabras los hombres de Iván mostraron un ligero gesto de desagrado, gesto que estaba a punto de desaparecer.
—No se pongan tristes, cuando regresemos... ¡tendremos la gala y el banquete más grande que cualquiera de ustedes haya visto en sus vidas! —Exclama el joven con un tono entusiasta el cual hace que sus hombres lo vean con confusión ya que es algo totalmente raro en el joven.
—¡Ya oyeron al jefe perros, Monten los carruajes porque en Bastos habrá juerga hasta el amanecer y quien no aguante el jaleo limpiara la caca de los caballos! —Exclama Romeo ocasionando que los hombres se emocionen —No lo tome a mal jefe, pero usted no sabe cómo hablarles a los jóvenes de hoy.
—Pero tenemos la misma edad...
—Aun así..., es que hablar con usted es como hablar con un banquero, pero igual con todo y eso lo queremos.
—No hablo así, ¿Mordejái hablo así?
—A decir verdad, desde el día en que te conocí me ha parecido que no hablas acorde a tu edad —Responde el enano con una leve Risa que no puede evitar contagiarse a los presentes.
Así el tiempo paso y sin tiempo que perder todos los presentes salieron de la escena, encaminado su regreso hacia la ciudad de bastos, ignorantes de que a la distancia algo los observaba.
Algunos días después...
Tras un extenso viaje y desembarco la noticia del joven Milfiore empezó a propagarse a lo largo y ancho de la ciudad a cada uno de los agentes de la mafia falena, quienes no podían creer que el joven Milfiore había autorizado algo así, y al caer la noche el jubileo empezó.
En toda la ciudad desde los barrios marginales hasta los altos cada una de las tabernas controladas por la organización se lleno de gente quienes bebían hasta caer en la inconciencia, mientras que las posadas, se llenaban de agentes junto con sus parejas maritales u esporádicas.