El Presagio de las Flores (libro de los tréboles)

Volumen 5: Adaptador acto 3

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[Nombre: Karma Sócrates Lvl. 188]

[Trabajo: Narradora de la nube azul (superior)]

[Fuerza: 31]

[Agilidad: 22]

[Intelecto: 2100]

[Vigor: 3000]

[Locura: 1220]

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Después de perder el corazón, el trabajo de Karma cambio, perdiendo los privilegios, así como las habilidades de una santa, no obstante, por mucho que el joven Milfiore intentase preguntarle al respecto, esta se negó rotundamente a contestarle.

Además de eso, su estadística de aura superior a 10 mil despareció y fue remplazada por Locura, siendo este la variante del mana y el aura dentro del reino del delirio.

—Soy yo o hay mucho silencio afuera — Pregunta Karma al tiempo que el carruaje empieza a moverse, pasando por una gran cantidad de baches.

—Parece que alguien se siente bastante satisfecha ahora mismo —Señala Iván.

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[El nivel de simpatía ha subido...]

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Tras esas palabras karma desvía su mirada fuera del carruaje, viendo con temor la escena, pues alrededor de 50 caballeros consagrados habían sido brutalmente apaleados y en el centro de todos, un hombre en armadura de paladín se arrastraba lejos de ellos con su espada y armadura destrozadas y sus dos piernas amputadas.

Karma no pudo decir nada, no obstante, con aquella escena se había dejado en claro la magnitud de la fuerza de aquella joven...

En su mente empezó a darse cuenta del terrible error que cometió al acercarse a ellos; si este es el nivel de su poder, nunca serán capaces de enfrentarse a Zergil.

—En unos minutos llegaremos a la ciudad de bastos —Clama la joven Rosengard.

—No iremos a Bastos, Erse, sigue de largo hasta la jaula —Exclama Iván.

Al escuchar esas palabras karma no pudo evitar sentirse confundida, no obstante, en un lapso menor a una hora aquella preocupación no tardaría en convertirse en terror.

Tras un trayecto de una hora a caballo, el grupo llego al umbral de la cueva donde habían encerrado a Wilhelm, y aun sin saber lo que yacía sellado dentro karma no pudo dar un paso adelante.

Cada parte de su ser le alertaba del peligro, aun así, se sorprendió todavía más al ver cómo tanto Erse e Iván, podían entrar como si no sintiesen nada en lo absoluto, o más bien, como si ya estuviesen acostumbrados a esa ominosa presencia.

Karma trato de dar un paso hacia el interior de la cueva, no obstante, inmediatamente lo hizo pudo sentir como si los colmillos de un gigantesco lobo la partiesen por la mitad.

Así y ante las expresiones escépticas de los jóvenes Karma se desmalla ante la presión...

Tras unos minutos esta recupera en sentido, no obstante, cuando lo hace, se da con la terrible sorpresa de que los tres ya se encontraban a una habitación de distancia de aquella imponente presencia.

—¿Qué demonios estamos haciendo aquí? — Pregunta Karma cegada por el miedo —¿Acaso no pueden sentir esa presencia?, este lugar es peligroso.

—Lo sabemos... —Clama Erse con una expresión tranquila —si mantienes la calma y no haces ninguna tontería, el no tendrá ninguna razón para dañarnos.

—¿El?, ¿esta aura tan ominosa, sale de una persona? — pregunta la joven al tiempo que Iván abre las puertas de la habitación.

Con las puertas abiertas el joven Milfiore dio un paso hacia adelante, mientras que Erse procedió a esperar tras la puerta junto a Karma...

—Volviste bastante rápido, como no eres la clase de persona que me haría perder el tiempo, asumo que tienes lo que te pedí —Señala Wilhelm.

—Claro —Responde Iván con un rostro serio mientras extrae el corazón del inventario —Espero que recuerdes tu promesa de responder todas mis preguntas.

—Por supuesto...

—Entonces empieza por decirme, ¿Qué diablos es lo que tengo en las manos?

Así el joven evidencia entre sus manos, una maza de carne similar a un corazón, la cual seguía latiendo pese a estar fuera de un cuerpo y cullas venas se extienden a lo largo de las manos de Iván como una planta trepadora.

—Lo que tienes ahí es el genuino corazón de una santa —Clama Wilhelm extrayendo de su propio inventario el corazón de la santa de tauro, el cual intenta extender sus venas por su brazo, Pero el hombre con simple intimidación lo obliga a replegarlas —Es difícil explicarte a ciencia cierta lo que son estas cosas, para empezar, ¿sabes tú lo que es una deidad?

—Se podría decir que tengo una vaga idea...

—Supongo que será mejor si lo explico parte por parte, pero primero, ¿vas a dejar esperando a la presa que trajiste?, puedo sentir en ella el mismo aroma que el corazón santo que tienes, ¿Qué está pasando? — pregunta Wilhelm con una expresión de curiosidad.

—Es una historia complicada, pero tienes razón, será mejor si todos estamos presentes —Señala Iván dándole la señal a Erse para entrar junto a la santa quien no tarda en palidecer al ver a Wilhelm.

—Qué gracioso, trajiste una santa viva...

—No te vez sorprendido, supongo que también sabias que ella es una adaptadora —Clama Iván.

—¿Una Adaptadora?, ¿es eso cierto?

—Habrá tiempo para preguntas después, quiero que empieces por decirme, ¿Qué son estos corazones y que es lo que quieres con ellos?

—¿Enserio quieres que lo diga frente a ella?, está bien, me agrada tu sadismo...

—Bueno, normalmente pasaría a la parte de mi objetivo con los corazones, pero como no sabes sobre el vacío ni los adaptadores, tendré que remontarme a lo básico; para empezar ¿Qué es un adaptador? —Expone —Adaptador, en pocas palabras se refiere a todos aquellos que son capaces de usar la ventana del sistema y viajar a través de los reinos del vacío; como el nombre lo dice son personas que poseen la capacidad de adaptarse a cualquier entorno alienígena con el que se crucen.

—Cuando dices reino del vacío, ¿te refieres al país del sol y la luna?

—¿Qué?, no, piensa más en grande, hablo de este mundo, de esta historia y sus personas, al igual que tu mundo y el de ella, hablo de varios silos y realidades que convergen en un ecosistema de constante depredación, o que, ¿creías que esto era una especie de videojuego o algo así?,




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