El Presagio de las Flores (libro de los tréboles)

Volumen 5: Aguas turbulentas Acto 3

Siguiendo el sonido de su voz Iván avanza entre los árboles del bosque haciendo uso de su habilidad de desfase, creando una distancia considerable entre sus perseguidores.

Tras unos minutos el joven solo pudo ver maleza delante de sus ojos hasta finalmente ver una luz.

Ante él, un poderoso y violento río parte la montaña por la mitad, mientras que al otro extremo Iván pudo vislumbrar a la joven Rosengard, no obstante, ninguno de los dos poseía la capacidad de llegar al otro lado.

Por unos segundos Iván se desesperó, no obstante, este se recompuso de inmediato, tras analizar sus opciones...

Actualmente Iván estaba haciendo uso de todos sus marcadores, siendo que el primero se encontraba sobre Karma, persona de quien Iván nunca confió, por lo que nunca la perdió de vista, el segundo se encontraba sobre Beri, debido a la importancia que esta tenía para la operación.

Por último, el tercer marcador Iván lo puso sobre la única persona quien podría reconstruir las ruinas en su deteriorado estado.

—Golem, manda a Erse el siguiente mensaje...

Tras esas palabras delante de la joven una ventana de luz se hace presente, a la que ella reacciona afirmativamente.

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[Nos vemos rio arriba...]

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Tras escuchar esas palabras ambos jóvenes empezaron a correr en la misma dirección a ambos extremos del rio, ambos siendo acechados por sus respectivos perseguidores.

Tras todo lo ocurrido ambos jóvenes estaban exhaustos, no obstante, sus pensamientos eran afines el uno con el otro, garantizar su supervivencia sin importar el costo.

Conforme ambos avanzan, de entre los árboles los inquisidores que asediaban al joven Milfiore empezaron a hacerse notar, atacándole de forma indiscriminada.

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[Erse, adelántate...]

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Tras esa notificación el joven Milfiore manifiesta la invocación parcial, logrando tirar a un gran numero de inquisidores al rio, no obstante, aprovechando la oportunidad, uno de los atacantes libera una flecha de luz hacia el brazo del joven, lastimando al espíritu quien se repliega.

—Así que tú también estas al límite...—Clama el joven al ver como su invocación se deshace entre sus dedos —Lo hiciste bastante bien...

Tras esas palabras dos inquisidores se hacen presentes con sus espíritus armados, uno de ellos con un martillo y otra con una alabarda.

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[Has activado la habilidad 'Amo de las palabras'...]

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—"Lanza a tu compañero al rio..."

Tras esa instrucción el inquisidor del martillo golpea a su compañera, no obstante, esto no evita que posteriormente golpee a Iván, aplastándolo contra el suelo.

—"Maldita sea, de no ser por la resistencia al daño de impacto, eso me hubiese aniquilado, pero igualmente dolió" —Reclama internamente, mientras arranca las tibias de las piernas de su atacante, derribándolo en el suelo, lugar donde el joven empieza a apuñalarlo en el pecho repetidamente.

Iván ya había llegado al límite de su capacidad, lamentablemente, cada que lograba obtener un segundo para respirar al siguiente, un nuevo grupo de inquisidores lo asedia.

Con un grito lleno de rabia, el joven logra activar en todos los presentes la condición para usar su habilidad de manto de depravación, borrando su presencia el tiempo suficiente para enredar el cable de Testament alrededor de sus cuellos, decapitando a 5 de ellos en el acto.

Tras ese último despliegue el joven Milfiore había usado todo su poder mental, por lo que ya no podría usar las habilidades de la monarca del delirio.

Conforme el tiempo pasaba, las herramientas a la disposición del joven empezaban a acabarse, pócimas, ilusiones, explosivos o armas ocultas, Iván había consumido más de 2 tercios de lo almacenado en su inventario, dejando un camino de heridos y cadáveres tras él.

—"Maldita sea, solo un poco más..." —Se exclama internamente, mientras dispara con una escopeta a quemarropa a sus atacantes.

Tras gastar todas sus balas uno de los atacantes se abalanza contra él, obligando al joven a golpearlo en el mentón con la culata del arma, logrando noquearlo, no obstante, este solo había sido una distracción, pues a sus lados dos inquisidores logran atraparlo.

—¡Dispara ahora! —Clama uno de sus atacantes.

A la distancia, un hombre manifiesta un espíritu con la forma de un escarabajo envuelto en llamas, el cual se retrae como una esfera y avanza a gran velocidad hacia los 3, generando una poderosa explosión.

Cuando el humo se despejo en el lugar solo quedo un cráter con dos cuerpos carbonizados, mientras que el joven Milfiore continua su huida...

Tras ese último golpe la capacidad de Iván de pensar racionalmente se perdió, mientras que en su mente solo se conservaban las instrucciones correr y respirar, aun cuando sus piernas y pulmones ya estaban sangrando.

—"¿Qué es esto?, ¿A dónde me dirigía?, ¿Por qué estoy corriendo?, quiero detenerme, quiero dejar de correr, no lo soporto más..." —Exclama internamente.

—...

—"¿Por qué estoy aquí?, ¿Por qué?, no entiendo nada..."

—J..., j... g...

—"¿Qué estoy escuchando?"

—¡Joven amo...! —Exclama una Voz que lo despierta.

—¡jefe, reaccione...! —secunda una segunda voz.

—¡jefe, abra los ojos...!

—"¿Abrir... los ojos...?"

Tras esas palabras el joven Milfiore abre los ojos notando como delante de este un enorme puente de roca se había erigido uniendo ambos extremos del rio, en ese instante a en la mente de Iván su meta se volvió clara.

—¡No dejen que cruce el puente...! —Exclama uno de los inquisidores.

Tras esas palabras los atacantes disparan sus ataques mas fuertes a la estructura, no obstante, antes de poder impactar un muro de hielo se hace presente, lamentablemente, este no tarda en ser llevado por la corriente.

Una oportunidad que los inquisidores no desaprovecharon para disparar nuevamente, y en esta ocasión nada los bloquearía...




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