El Presagio de las Flores (libro de los tulipanes)

Volumen 4: Dulce cacería Acto 1

Al notar esta marca el rostro del anciano palidece, al tiempo que intenta pensar en un método para escapar, no obstante, pese a lo mucho que deseaba huir, había dos variables que se lo impedían, la primera era la presencia de su sobrino y la segunda era la espada del joven Milfiore.

—¿Mis ojos no me engañan?, ese a quien veo no es el Bastardo de Mordejái Afton... —Clama uno de los bandidos del tigre azul.

—¿Tío, que está pasando? — pregunta Björn.

—Los dos entren a la cabaña y no salgan hasta que lo indique —Exclama el anciano.

—Oye eso es lo que creo que es... —espeta uno de los bandidos haciendo palidecer al herrero —Parece que Mordí ha estado ocupado, forjaste una nueva espada, ¿Acaso debo recordarte lo que el señor Myr dijo que pasaría si volvías a fraguar un arma?

—Esto no...

—Esta arma la compre en una tienda de antigüedades, me gusto tanto que vine hasta aquí para que el maestro Mordejái la restaurase a su gloria original —Clama el joven Milfiore con un tono tranquilo.

—¿Y tu quien eres?, ¿un aventurero, un noble?, no, hueles muy mal para ser un noble...

—Lamento decepcionarlos, a decir verdad, soy un gitano...

—¿Un gitano?, nadie paga por los gitanos... —Exclama el bandido —Escucha como estoy de buen humor ¿qué te parece esto?, danos la espada y no te maltrataremos mucho.

—¡¡No se la des...!!! —Exclama Björn siendo cayado por el anciano.

Por mucho que le duela admitirlo su única esperanza para sobrevivir, era cooperar con los matones del tigre azul.

—Aquí tiene, cuidado es algo pesada. — espeta el joven Milfiore dándole la espada tranquilamente, demasiado tranquilo para el gusto de Mordejái.

—Al parecer eres un tipo listo y yo que pensé que tratarías de defender al anciano... — espeta uno de los bandidos.

—Lees demasiadas novelas... —Señala otro.

—Al menos yo se leer...

—Que importa, el señor Myr nos va a dar una jugosa recompensa por esto —Exclama otro de los bandidos al tiempo que el grupo se aleja.

En el instante en que los matones del tigre azul se perdieron de vista, el herrero cayo al suelo de rodillas, al tiempo en su mirada se dibuja un intenso miedo...

—Bueno y regresando a nuestra discusión...

—¿Acaso estas bromeando? — reclama el Enano —¿No viste lo que acaba de pasar?, no puedo forjar el arma que quieres no puedo forjar ningún arma, si lo hago, Myr y sus hombres me cortaran las manos.

—Iván, ¿Cómo pudiste darles la espada con tanta facilidad? —Reclama Björn —Si ese es el valor que le das a los objetos entonces qué sentido tiene que me hayas convertido en tu empleado, acaso me sacrificaras también cuando la situación lo amerite, acaso solo nos vez a mi y a Ash como a tus peones.

—Quieres callarte, tu voz es irritante —Espeta Iván —Además, no le he regalado la espada a nadie, solo la preste por unos momentos, pero planeo recuperarla, eso si el señor Mordejái está dispuesto a ayudarme.

—Yo... —Clama el herrero antes de que el joven Milfiore restriegue una hoja de papel en su rostro.

—Necesito que construyas eso para mí...

Con una mirada llena de intriga el enano empezó a registrar los planos, no obstante, para sus ojos estos carecían de sentido o funcionalidad.

—¿Qué es esto?, alguna clase de lanza o garrote.

—Eso, es algo que revolucionara el concepto de la guerra como se le conoce actualmente... —Responde el joven.

—Todavía no he dicho que te ayudare —Reclama el enano.

—Pero se que lo harás, por un lado, ambos sabemos que no tienes otra opción, y por el otro, tu naturaleza como herrero incluso ahora te resalta el valor que posee lo trazado en esos planos.

Al espetar esas palabras el anciano deseo desde el fondo de su ser, romper aquellos planos ante los ojos de Iván, para posteriormente obligarlo a marcharse, no obstante, por más que quisiese hacerlo, no podía evitar sentir intriga de lo que estaba escrito en ellos...

—No sé cómo debería empezar a construir esta cosa.

—Pues deberá darse prisa, estimo que en 5 días el señor Myr vendrá personalmente a Bastos para recoger la espada, y si es como lo imagino el no será tan clemente como sus subordinados; así que será mejor que tenga un prototipo funcional en 2 días... —Expone el joven —Björn te ayudara con todo lo que necesites.

—Espera, 2 días es muy poco tiempo...

—Tienes razón, entonces solo debes recordar que si fallas un grupo de sanguinarios asesinos irán por ti y tu familia, úsalo como un incentivo...

Tras esas palabras el joven Milfiore da media vuelta y traza su rumbo a la ciudad de bastos.

—"Esto esta saliendo extrañamente bien, no puedo confiarme, es momento de ir a ese lugar, la 2da razón por la que vine a la ciudad de Bastos..."

Así los días pasaron y con ellos, el curso de la historia original poco a poco empieza desviarse, un hecho que el joven comprendía perfectamente, no obstante, este no tendría idea de las consecuencias que aquello conllevaría.

5 días después...

Aquel día iniciaría como cualquier otro, los trabajadores y comerciantes de la ciudad saldrían a sus respectivos negocios y los niños irían a la escuela sin ninguna preocupación, el pasar de las horas de aquel día también seria tranquilo, así como la tarde y la noche...

En una de las calles de la ciudad, un pequeño bazar se dejó ver, donde las personas de estatus sociales medios y bajos podían comerciar pacíficamente o simplemente pasar un rato agradable, lamentablemente aquella paz seria fuertemente perturbada...

En plena calle corriendo un hombre con la ropa llena de sangre haría aparición.

Al verlo los ciudadanos no fueron capaces de ignorar el tatuaje de garra azul en su hombro por lo que rápidamente entraron en pánico, gritando enardecidamente por ayuda, inconscientemente acallando las palabras de aquel hombre.



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En el texto hay: fantasia, mafia, suspenso

Editado: 05.06.2024

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