El Presagio de las Flores (libro del lirio azul)

Volumen 2: Teoría y Practica Acto 5

1 hora después...

Tras una buena comida y un cómodo baño, la joven dríada invitada del joven maestro Milfiore pudo asentarse en una de las habitaciones de la mansión junto a la joven sirvienta.

Erse sin pensarlo dos veces ofrece a Mimy dormir en la cama mientras ella por su lado acomoda unas almohadas en un sillón también presente en la habitación.

—Esto realmente no es necesario... —Aclama la joven dríada de cabellos negros —Son ordenes de mi joven amo, me pidió específicamente que no permitiese a nadie entrar y salir de la habitación.

—No puedo evitar sentirme como una prisionera en esta casa... ¡pero no es con la intensión de insultar la hospitalidad del joven maestro!, es solo que es muy raro que haya gente que sea bueno con las dríadas, bueno, no sin esperar algo a cambio...

Erse no pudo evitar sentirse identificada con esa afirmación, pues aquellas eran las mismas ideas que cruzaban por su mente hace unos días, y que aun y ahora no habían cambiado.

—Es normal que las dríadas vivan cuidándose las espaldas fuera de Almah, para las otras razas somos un objeto de obsesión, similar a una droga —Expone Mimy —Es por eso que no puedo sentirme cómoda...

—Te comprendo... —Espeta Erse retirándose el gorro de seda, evidenciando su diadema de pétalos rojos —Y comparto totalmente tus ideas, las otras razas, en especial los humanos no son de fiar, no, ni siquiera los de nuestra misma especie son de fiar, si se los permites abusaran de ti de más formas de las que puedes imaginar, Al final solo puedes confiar en ti misma.

La mirada de Erse podía evidenciar un profundo resentimiento, no solo hacia la familia Milfiore, sino también al crisol y a todos con los que se ha cruzado desde el día en que atacaron su hogar.

—No puedo imaginar lo que has experimentado en tu vida —Aclama Mimy —Pero, yo no desconfiaría de todas las personas; Puede que no sean todos, pero existe gente buena también, me es difícil, pero me gustaría creer que el joven maestro es uno de esos, el parece ser un buen hombre.

—¿Un buen hombre? —señala la joven sirvienta —Mi joven amo, es alguien complejo, si se lo propone claramente puede verse como un buen hombre, pero no lo es, de hecho, te puedo asegurar que nunca antes te has cruzado con alguien más macabro y maquinador que él; cada acción y cada movimiento que hace lo hace por algún propósito, cosas como el altruismo o la caridad no existe en su diccionario, si te trajo hasta aquí, es claramente por un motivo...

Erse no dijo esas palabras inconscientemente, aquello solo era la percepción que ella trataba de auto inculcarse sobre el joven Milfiore, aferrarse a ello le permitía mantener la cordura frente a él, aunque muy en el fondo deseaba ser desestimada.

Pero contrario a ser corregida o intimidar a la joven invitada, Erse la puso a recapacitar.

—Ahora que lo pienso... durante la tarde el joven maestro me hizo algunas preguntas muy raras —señala la joven.

Con esa afirmación una profunda curiosidad empezó a inundar a la joven quien sin pensarlo dos veces empezó a indagar.

Paralelamente, ciudad de Greenless...

A mitad de la noche una densa nevada se hizo presente, mientras que en las caravanas de la feria los artistas y trabajadores dormían apaciblemente, al tiempo que unos pocos designados vigilaban los alrededores a cuidado de ladrones.

Es en ese lugar donde una persona envuelta en sombras se hace presente, evadiendo sagazmente a los vigilantes mientras lentamente se adentra en las caravanas.

—¿Oye escuchaste eso...? —señala uno de los vigías.

—Iré a investigar —Aclama otro de los vigilantes quien empuña una escopeta.

Con mucha precaución y con su arma cargada, se aproxima hacia la parte trasera de una caravana, solo para notar que no había nadie.

—Parece que te lo has imaginado —Aclama justo antes de regresar a su puesto, solo para notar que su compañero ha desaparecido.

En ese instante un proyectil vuela a gran velocidad hacia él, ocasionándole un ligero corte en la pantorrilla; al momento de ser cortado una fuerte migraña se hace presente e inmediatamente este cae inconsciente.

Desde el otro extremo de las caravanas, un hombre cubierto en una capa negra se hace presente, recuperando una daga arrojadiza del suelo, para posteriormente mover el cuerpo del hombre.

En ese momento un sonido extraño se deja percibir poniendo en alerta al encapuchado que, sin pensarlo, prepara 3 navajas en su mano derecha, listo para encarar a lo que sea que saliese de ahí.

**

[Nombre: Merrick Grossman Lvl. 110]

[Profesión: Domador de arañas (Profesional)]

[Fuerza: 1000]

[Agilidad: 2125]

[Intelecto: 2200]

[Prana: 700]

[Mana: 1500]

**

Una ventana de luz había aparecido justo a un costado de la caravana, Normalmente esto seria una señal de alerta, pero al ver el nombre inscrito inmediatamente el encapuchado se tranquilizó.

—Puedo verte, ¿sabes? —Señala —Sal o apuntare directamente a tus ojos.

Con esas palabras un velo traslucido hecho de seda se hace presente, del cual emerge el oficial cubierto totalmente de arañas, quien apunta una pistola en contra del encapuchado.

—Apuesto a que eso no lo viste venir —señala el oficial.

—Se que no vas a disparar, eso solo pondría en alerta a toda la caravana —expone el encapuchado —Ninguno de los dos desea dañar al otro realmente, así que bajemos las armas.

—A la cuenta de 3...

—Está bien...

—1...2...3...

Con esa expresión, ambos hombres contaron hasta el 3 pero ninguno bajo sus armas...

—Eres un oficial de la ley, ¿Qué crees que haces? — reclama el encapuchado.

—No juegues a ser la víctima, además no planeo dejar libre a alguien claramente sospechoso que además esta armado —Señala el hombre.




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