El Presagio de las Flores (libro del lirio azul)

Volumen 2: Velada Acto 6

—Por cierto, no he visto al señor Grossman en toda la noche — Señala el joven.

—Me gustaría saber dónde esta, hace unos días lo mande a investigar algo y después de eso corto todo contacto —Espeta la mujer.

—Genuinamente espero que no le haya pasado nada malo —Aclama el joven con una evidente falsa empatía.

—Yo lo dudo, Merrick es un hueso duro de roer, probablemente fue a investigar una pista importante.

—Espero que así sea, por favor disfrute de la velada... —Espeta el joven tratado de retirarse.

—Detente ahí... —Señala la mujer —Te compartí algo de información importante con buena voluntad, la información debe pagarse con lo mismo...

—Yo no le pedí esa información...

—Y yo no insistí con su relación con el tal Henry, sabía usted que las arañas de Merrick están entrenadas para regresar a él sin importar la distancia —Aclama la mujer presionando al joven —Con una palabra mía los 12 oficiales en la fiesta usaran su autoridad para requisar toda la propiedad, si no tiene nada que ocultar es libre de irse...

Iván no podía permitirse recibir una Requisa de los oficiales, por un lado, pondría en riesgo el desarrollo de la misión que sostenía actualmente, al igual que todo lo que había planeado hasta ahora, y por el otro esa acción destruiría el evento que el joven tanto se había esforzado en organizar.

—Está bien me atrapo... pero sea rápida —Aclama el joven.

—No trate de negar lo que voy a decirle, primero, se bien que usted estuvo en la ciudad cuando ocurrió el ataque, sé que usted soborno a los caseros para ocultar ese hecho, así como se sobre sus negocios con Isaac Dunbar, y no trate de negarlo porque la evidencia está tocando un violín en esta misma habitación mientras hablamos —Expone la mujer —Entre las víctimas del ataque encontraron a una dríada de pétalos blancos muerta a unas calles de distancia.

—¿Así es...?

—Pero además de eso se hallaron algunos pétalos rojos en la escena, por lo que creemos que había otra dríada implicada —Señala la mujer —Si tengo razón y este ataque fue un atentado contra usted, significa que esta Dríada de pétalos Rojos lo estaba protegiendo, ¿o me equivoco?

Iván en el exterior se mostraba calmo, no obstante, en su interior el joven no sabía que responder; si revelaba la identidad de Erse no había duda en que se la llevarían, muy seguramente la interrogaran y la ejecutaran.

Iván debía pensar rápido, pero su mente estaba en blanco por lo que no había una mentira lo suficientemente convincente que lo salvase en esta ocasión.

—¿Perdón, pero me dejo en Shock? — espeta el joven tratando de ganar tiempo.

—Porque, ¿acaso no sabía que había alguien protegiéndolo?

La pregunta de Olivier claramente era una trampa, si asentía a esa pregunta se generaría una paradoja con la información que la mujer posee actualmente del joven.

—Si lo sabía, pero no sabía que había una Dríada entre ellos —Espeta el joven.

—¿Ellos?, ¿entonces son varias personas? — pregunta.

—Si así es, un hombre y una mujer —Aclama el joven —Probablemente pregunto sobre Henry Crawford, él es un doctor bastante competente que uno de mis tíos envió para ser mi guardaespaldas.

—¿Enviar a un doctor para ser un guardaespaldas?

—No es un doctor ordinario...

Iván sabía que si la duquesa llego a escuchar sobre Henry, también debió haber escuchado acerca de las habilidades que mostro en presencia de Merrick.

—Así parece ser, mis subordinados al verlo se sorprendieron por su destreza con los cuchillos arrojadizos —Señala la mujer —¿Y acaso esta ese hombre en la fiesta?

—No... —Responde el joven —él hace lo que quiere, entra y sale de la mansión como se le viene en gana, y rara vez se dirige a mi directamente.

—¿No se supone que es tu guardaespaldas? — pregunta.

—Yo pienso lo mismo, él es muy desaplicado, pero no dudo un segundo de su fuerza, la mujer en cambio es más competente — señala el joven —No conozco su nombre ni su rostro, de hecho, no estoy tan seguro si es una humana o una dríada; de lo que estoy seguro es que esta en esta habitación, tal vez oculta entre los invitados o en las sombras, incluso si alerta a sus hombres es probable que no la encuentren.

Iván se arriesgó con esa descripción, mezclando algunos datos plausibles con otros más fantasiosos, todo sin titubear un segundo su tiempo de reacción y respuesta.

—Ya lo entiendo, supongo que eso explicaría la presencia de este tal Henry en la casa de las flores, No obstante, la mujer que me describes me parece algo difícil de creer —Señala la duquesa.

Olivier probablemente no tenga idea de la existencia de la máscara Polimórfica, por lo que a sus ojos Henry Crawford es una persona totalmente diferente de Iván, por lo que no era sorpresa su reacción.

Los próximos segundos serian cruciales, pues si la duquesa daba la señal a sus hombres, todo en lo que el joven había trabajado se desbarataría en un instante...

—Perdón — espeta la mujer —sé que se esforzó en esta reunión, pero mi deber es mantener segura a la gente de este ducado.

Aclama la mujer levantando una mano mientras toma aire para dar la orden a sus hombres; Iván palideció mientras sentía como todo estaba perdido, pero en el último segundo una voz familiar se hizo presente.

—¡Iván Milfiore...! — Exclama Isaac entrando abruptamente a la propiedad...

Al ver al dueño de la Feria Mimy rápidamente detienen la música por el pánico de ver a aquel hombre y la expresión en su rostro que claramente evidenciaba una profunda rabia.

—Señor Dunbar, no recuerdo haberle dado una invitación —Señala Iván con un rostro más tranquilo.

—Mocoso ingrato, ¿dime donde demonios esta? —Reclama el hombre...

—¿Que está pasando aquí? — pregunta Olivier.

—Duquesa Willburg que gusto verla esta noche en su bello vestido —Espeta el hombre —Niño, ¿le importa si hablamos este asunto en privado?




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