—Finalmente habiendo respondido eso, regresamos a su pregunta inicial, ¿Por qué le enseño el manejo del cuchillo?, contrario a la taza de sincronía, la taza de asimilación puede incrementar si el Maese tiene gustos y experiencias similares a la de las clases legendarias —Señala el Golem —Un buen ejemplo de esto es el momento en que la propiedad del Maese adquirió la segunda habilidad del Set del demonio celestial, quien en los momentos más importantes de su vida empuño una espada, del mismo modo el rey de los asesinos aunque era diestro en el uso de cualquier arma, tenía una preferencia por los cuchillos, al punto de llamarlos la perfecta arma de corta, media y larga distancia.
—Eso no tiene sentido, como un cuchillo tan pequeño puede superar un rifle o una lanza —Espeta el joven.
—En las manos del rey de los asesinos, incluso un tanque blindado podía ser cortado como el vientre de un pescado... —Expone el Golem confundiendo al joven.
—¿Un tanque?
—No es algo que necesite conocer, el punto es que mientras más se familiarice con los cuchillos se hará más fuerte...
—Está bien..., pero tu método de enseñanza es incomprensible.
—Supongo que tiene razón, la dueña de los datos nunca recibió instrucciones en el uso de armas, solamente lo aprendió naturalmente para sobrevivir en su entorno...
Tras meditarlo mucho el Golem trato de encontrar una solución para su predicamento...
—Realmente me gustaría que existiese otra opción Maese, pero me temo que de esta forma no puedo enseñarle las técnicas que necesita. —Aclama el Golem
—¿Qué quieres decir?
—Aunque los datos de Harald Kirchhoff tienen amplios conocimientos en el uso de magia ilusoria, así como de la máscara Polimórfica, no están orientados al combate, por lo que no son aptos para instruirlo—Señala el Golem con una mirada decaída —Es por ello que debo despedirme.
—Despedirte, ¿de que estas hablando?
—Como ya lo sabe no soy una persona real, simplemente un conjunto de datos extraídos con la finalidad de cumplir las órdenes del maese, es por ello que para ayudar al Maese retirare mis datos del Golem negro y los cederé al otro conjunto de datos guardados.
—No entiendo...
—Estará claro en un segundo —Aclama con una mirada más optimista —Bien, ojalá nos podamos volver a Ver Maese...
Con esas últimas palabras los datos del Golem se disipan y en un flash de luz, el cuerpo de Harald Kirchhoff desaparece, regresando a ser un maniquí negro.
Durante unos segundos solo hubo silencio mientras el joven observa la situación recién presentada, hasta que finalmente una nueva ventana del sistema se hace presente.
**
[Los datos están compilándose...]
[Espere por favor...]
**
Ante los ojos del joven una luz empezó a inundar al Golem mientras adquiere una nueva forma ante sus ojos, una forma poco familiar que solo llena la mente de Iván de preguntas...
Año imperial 1102, 31 de diciembre, el presente...
A poco menos de media hora para la media noche un brillo incandescente empezó a impregnar la tierra como si se trátase de la luz del sol.
La Luna de invierno ha llegado a su punto más alto y de mayor visibilidad del año, eclipsando a la luna, mientras su luz en contra de la atmosfera crea innumerables auroras color esmeralda.
En este punto las miradas de los habitantes alrededor de los 6 continentes se pierden en este espectáculo astral que solo se ve durante unos pocos minutos al año.
No obstante, dentro de la casa de las flores en un punto lejos de la vista de todos, la joven sirvienta restriega con fervor una esponja alrededor de sus manos brazos y cuello, mientras en su mente se repite aquella desagradable escena.
Hace algunas horas...
Poco antes del inicio de la fiesta Erse se encontraba en un estado lamentable, su mente por miedo a invocar aquel desagradable dolor en su pecho había quedado totalmente en blanco, mientras inconscientemente barría la misma esquina una y otra vez.
En un punto empezó a ver a la oscuridad lamentándose a sí misma su situación, el estar tan cerca de su objetivo y no poder hacer nada, además del saber que incluso llego a atacar a la única persona que pudo haber sido su amiga.
Con cada segundo que pasaba es su mente pensamientos cada vez más sombríos se hacían presentes, incluso algunos que atentaban en contra de su propia vida, y fue ahí donde apareció...
—Estas bien, Erse...
Al escuchar el sonido de su propio nombre la joven inmediatamente lo relaciono con su joven maestro, llevándola a experimentar nuevamente aquel desgarrador dolor en el pecho.
Al desviar la mirada la joven nota que la persona quien le había hablado se trataba del maestro Enrique y no de su joven Amo, pensamiento que nuevamente genera dolor en su pecho.
—¿Estas bien? — pregunta Enrique.
—Estoy perfectamente, porque lo pregunta...
Al momento de decir esas palabras un par de efímeras lagrimas se hacen presentes en la joven, cuyos ojos en estos momentos se encontraban hundidos en una profunda desesperación y su sonrisa ahora empezaba a parecer forzada.
—Que me habrá pasado, creo que me entro algo en el ojo...
—Apuesto a que ese dolor apesta, ¿no es así? —Pregunta el hombre en un tono burlón —Parece ser que Iván te domo bastante bien, o por lo menos e lo que se aparenta, apuesto a que ya no puedes contener tu rabia hacia nosotros "Perséfone Rosengard"
Al espetar ese nombre la mirada de la joven palidece y en su mente el primer pensamiento que tiene es escapar; lamentablemente Enrique la atraparía en el acto.
—Oye, no tienes por qué asustarte, no eres la primera persona que me encuentro con el nombre de uno de los reyes demonios, tengo entendido que en Almah los llaman "los 6 sabios", ¿no es así? Aunque me parece insensible no es un crimen, así que relájate.
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Editado: 16.05.2024