El Presagio de las Flores (libro del lirio azul)

Volumen 2: Peones, cómplices y aliados Acto 9

Al espetar esas palabras una ventana de luz violeta se materializo justo ante Erse, Incrementando así la comprensión del joven con respecto al contrato de propiedad.

—¿Se supone que debería pasar algo? —Aclama la joven quien no puede ver la ventana de luz frente a sus narices.

—Lo has hecho bastante bien, ahora te pido que cierres los ojos...

—¿Por qué?

—Solo hazlo...

—Bien... — Aclama, alejándose dos pasos del joven para así seguir su orden.

—Ahora quiero que te imagines una pared frente a ti, alrededor de unos 40 o 50 centímetros...

—Entendido.

—Ahora quiero que imagines que en esa pared hay un agujero cuadrado, con un diámetro equivalente a la separación de tus hombros...

—Joven amo, ¿Cuál es el punto de todo esto?

—No me cuestiones, lo siguiente es lo más importante —Reclama —Ahora, quiero que metas la espada dentro de ese agujero imaginario.

—está bien...

—Espera, hazlo despacio...

Siguiendo sus instrucciones la joven empieza a almacenar la espada dentro del inventario, dejándole en claro al joven que pese a no poder ver la ventana del sistema Erse podía hacer uso de sus funciones.

—Detente... —Exclama al momento en que la mitad de la espada está dentro del inventario —Ahora abre los ojos.

Al abrir los ojos la joven inevitablemente da un salto hacia atrás al ver la mitad del cuerpo de la espada flotar en el aire.

—Por los dioses que está pasando... —Exclama alterada —Eso es igual a...

—Al parecer, puedes usar la magia rara de los Milfiore, debe ser un efecto provisional al contrato que hicimos —Señala el joven extrayendo la hoja de la espada del inventario dejando dentro la vaina.

—La magia rara... —Aclama mirando sus manos con asombro —"Este poder, si es con este poder entonces quizás..."

—Escuche lo de Rosenheim — Espeta Iván dando la espalda a la sirvienta —Aun hay mucho que no entiendo, y no tratare de empatizar con tu dolor, lo más que puedo hacer es darte mi más sentido pésame.

—Y cuál es el valor de eso...

—Es poco, pero lo tiene..., No conozco toda la historia, pero supongo que debes tener resentimiento hacia mi tía, no, a tus ojos todos los Milfiore debemos vernos iguales; tal vez te involucraste con gente peligrosa o hiciste cosas impensables, todo para llegar hasta aquí —Expone el joven —Pero como tu han habido muchos, en ese sentido no eres especial...

Con esas palabras la joven no puede evitar bajar la mirada, pues aquellas palabras eran cosas que ella internamente se decía en todo momento.

—No obstante, la noche en que te descubrí no huiste de la casa, se requiere mucho valor para eso, me gustaría recompensar ese valor...

Alrededor de la espada en manos del joven, una flama de un tono negro azulado se hizo presente, con la cual Iván fue capaz de perforar la corteza de un árbol cercano como si fuese una pieza de pan.

—Escuche que las vides de las dríadas son evidencia de su poder mágico, ahora que posees mana hacer algo así no debería ser difícil —Señala el joven —Erse, esta vez quisiera pedírtelo de una forma más formal, conviértete en mi aliada.

—¿Por qué estas tan obsesionado con eso?, eres un Milfiore, hijo de una familia de renombre, nadie en el mundo puede tocarte, ¿porque querrías tenerme como aliada?

—Mi familia no es lo que aparenta a simple vista, tal vez te hayas dado una idea errónea ya que solo has visto mi relación con mi tío, Pero la familia Milfiore, es un nido de asesinos, traidores y belicistas; no, una palabra mas apropiada para describirlos es... Monstruos.

Al escuchar esas palabras del joven esta empezó a llenarse de dudas...

—Tu tampoco eras mi primera opción como aliada, pero así fue como las cosas terminaron; no me importa si deseas acabar con toda la familia Milfiore, pero con tu fuerza actual, nunca lo conseguirás, te guste o no, ambos nos necesitamos para obtener lo que queremos.

—Me dices que no te importa que acabe con tu familia..., que absurdo —Clama la joven con una leve sonrisa, que cambia a una expresión colérica —¡¿De verdad te parezco tan inocente?!, hablas del tema como si fuese algo menor, no eres diferente a esos monstruos...

—Así es... —responde —¿Pero que harás?

Al escuchar esas palabras la expresión de la joven palidece, Iván nunca negó nada de lo que dijo, y en ningún momento trato de extorsionarla con lo que sabia; y por más que lo quisiese negar, lo que ella más necesitaba era el poder que presento durante aquella noche sobre los tejados de Greenless.

—¿Dices que si me vuelvo tu aliada seré más fuerte, tanto como los Milfiore?

—¿No?, es probable que incluso más...

Al escuchar esas palabras la oportunidad que tanto había buscado en su vida se estaba materializando ante ella, casi como si cada acción a lo largo de su vida la hubiesen llevado hasta aquí.

—Todavía no confió plenamente en ti, pero si basta con ser tu aliada para que me des la fuerza que necesito, entonces que así sea.

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[Enhorabuena: la conexión se ha restablecido...]

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[Nombre: Perséfone Rosengarth Lvl. 15]

[Profesión: Bruja de sangre pura]

[Simpatía: -33.333%]

[Fuerza: 60/150]

[Agilidad: 80/270]

[Intelecto: 75/75]

[Prana: 110/225]

[Mana: 10/10]

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Al escuchar esas palabras, Iván no pudo evitar formar una sonrisa al notar como la ventana de estado de la joven se había vuelto a hacer visible; no obstante, en esta había dos cosas que llamaron su atención.

En primer lugar, Su nivel de simpatía había vuelto a bajar, y, en segundo lugar, el nivel de su intelecto había llegado hasta el máximo.

—Pero Joven amo, hay una cosa que me llama la atención, durante los últimos días he estado leyendo algunos libros de la biblioteca, ahí leí que lo que diferencia los aliados de socios o cómplices, es que ambos poseen objetivos afines, que es lo que usted espera ganar de todo esto.




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