El primer amor nunca funciona

¿Ensayo de confesión?

El día más esperado para muchos había llegado. Además de anunciar los ganadores de las votaciones, los alumnos realizaban una fiesta yo era un día ordinario, porque Jung y yo le confesaríamos nuestros sentimientos a la vicepresidenta del consejo estudiantil y sabríamos quien sería el perdedor.

Sólo teníamos clases por la mañana y por la tarde aguardábamos a que estuvieran los preparativos de la ceremonia. Creí que todos los del club estaríamos reunidos, pero no fue así ¡fui vilmente timado! Jung estaba ocupado haciendo unos arreglos a algunas zonas del instituto, supongo que, ára conseguir la confianza de los estudiantes. Tal vez lo único que quería era estar tiempo con la vicepresidenta y confesársele antes que yo y conociéndolo, es tan inseguro que no podrá decírselo tan fácil.

Y aunque no lo pareciera, los busqué por mucho tiempo. Al menos pude encontrarme con un compañero del club para preguntarle por Jung.

—¿Sabes dónde está Jung?

—Me dijo ayer que estaría arreglando el auditorio para la ceremonia y los resultados de las votaciones, así que supongo estará ahí.

—Thank you!

Cuando llegué al auditorio, estaba casi todo arreglado. Por lo que escuché de algunas personas, el lugar lo limpiaban regularmente, ya que no lo usaban más que para eventos importantes y el club de teatro contaba con uno propio. Era razonable que se tardaran todo el día arreglándolo si solo Jung, la vicepresidenta y otra compañera más estaban a cargo.

—¡Jung! — grité en medio del auditorio y una chica se me acercó.

—¿Qué haces aquí Lee Ryan? —preguntó la chica— Todavía no puedes venir.

—Estoy buscando a Jung.

—¿Song? Está detrás del telón arreglando el audio.

—Tank you, girl

Guiñé mi ojo derecho. Me apresuré a subir el escenario y al pasar detrás del telón noté un pequeño y muy importante detalle predecible, Hye estaba con él, auxiliándolo.

—Jung, ¿también le haces de técnico? — pregunté mientras me acercaba.

De pronto, fue como si la adrenalina hubiera llegado de imprevisto a mi corazón; fuertes palpitaciones golpeaban mi pecho y aunque hubiera ruido en el gran salón, podía escucharlas.

—Sí... algo así... ¿qué haces aquí?

—Vine a saludar.

—Hola Lee Ryan —Hye sonrío.

—Hola Hye —sonreí.

No había empezado el evento y tenía miedo que Jung se me adelantara ¿era el momento de decírselo? Desde muy el fondo de mi inconsciente algo me decía que no lo hiciera, creo que era la cobardía, pero tampoco era como si estuviera desesperado por saber su respuesta.

—vicepresidenta...— mencioné con inseguridad.

—¿Qué pasa cariño?

—¿Tienes un momento?

—La Dong Sumbae está ayudándome, no puede.

—Estaré mu ocupada hasta que finalice el evento, lo lamento...

—¿Podemos hablar después del evento? — pregunté.

—Está bien, ¿dónde quieres que nos veamos?

—Yo te buscaré, pero por favor, no te vayas.

Ella asintió y me marché de ahí. Mis nervios habían desaparecido con solo decir eso. No faltaba mucho para que mi momento esperado llegara. Mientras tanto le di vueltas a todo el instituto, pensando como decírle mi sentir; era la primera vez que me le declararía a alguien de verdad. No sé ni cuantas confesiones me inventé en ese lapso de tiempo, solo sé que todas fueron una abominación. Entre mis ensayos me topé con Shin, la chica que hasta el momento podría considerar mi mejor amiga de esa escuela.

—¡Lee!

—Oh, hi Shin— tembló mi voz.

—¿Por qué tan solo? Incluso puedo asegurar que te escuchas extraño... como si fueras a llorar ¿te pasó algo?

Ocultó sus manos detrás de su espalda, empinó su cuerpo hacia mí con sutileza y encorvó una de sus cejas, impaciente por una respuesta.

—Bueno... ¿cómo te digo?

—Con palabras.

—. I’ll confess my feelings to Dong Hye...

Shin tardó en reaccionar a mis palabras y respondió con un agudo grito, llevando sus manos a sus mejillas.

—¡Mi Lee Ryan está creciendo!

—¡Shh! — desvié mi atención visual hacia un costado, evidentemente sonrojado— No sé cómo decírselo, te juro que llevo ensayando como idiota una hora.

—Eres un tonto —Shin esbozó una risa.

—Please help me...— arrastré la voz, cosa que le hizo reír aún más.

—¡Pues ve pensando que si le vas a decir hoy temo, porque temo decirte que faltan 30 minutos para la ceremonia!

—¡Ayúdame a ensayar!

—Dispara.

Tardé en comenzar y solté un largo suspiro, era mi muestra de que estaba listo para comenzar.

—Me gustas desde que llegué a la escuela, ¿quieres ser mi novia?




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