Decepcionante confesión

Había ansiado por tanto tiempo que el día del festival llegara. Los resultados de las votaciones para el consejo estudiantil serían hoy y estaba seguro que tendría un lugar ahí dentro, no por ser amigo de Dong Sunbae sino por mi reputación en todo el instituto. Eso no significaba que no temiera quedar como idiota por haber sido descalificado. Hoy también sería cuando Dong Sunbae sabría de mis sentimientos, esto me ponía aún más nervioso. Quería decírselo hasta que ella se graduara, pero me sería imposible teniendo la amenaza de Lee Ryan presente.

Después de clases salí lo más pronto posible para ayudar a Dong Sunbae con el mantenimiento del auditorio. No supe sobre Lee Ryan durante un par de horas y eso me hacía sentir... ¿inquieto? ¿preocupado? Necesitaba saber de él y comenzaba a sentirme enfadado sin motivo aparente.

Algunas veces me encontraba solo con Dong Sunbae, pero en todas esas oportunidades que tuve, no tenía el valor para confesarme, algo me detenía, un sentimiento de impotencia.

Cuando el sol empezó a ponerse los preparativos hubieran estado finalizados de no haber sido por la falla del sonido. No teníamos el número de ningún técnico y tarde como para conseguir ayuda en un santiamén. No tuvimos otra alternativa más que arreglarla entre los dos.  Para ser honestos, también quería demostrar que también podía ser útil en otro tipo de cosas que no fueran los estudios. No contaba con muchos conocimientos sobre arreglar aparatos electrónicos, no obstante ¿Qué tan difícil podría llegar a ser?

—O llamamos a un técnico que dudo venga a estas horas o lo arreglamos nosotros dos— propuso Dong Sunbae.

—Lo arreglaré, no te preocupes.

—Gracias Song Hobae— sonrió y besó mi mejilla—. Parece que no hay nada imposible para ti.

Mi cara empezó a sentirse cada vez más y más caliente después de haber sentido el tacto de sus labios sobre mi piel y la mente me daba vueltas.

Afuera del telón escuchaba que mi nombre era gritado por una voz familiar; era la voz del hombre del que no había sabido de su existencia desde muy temprano. ¿Por qué gritaba de esa forma mi nombre? ¿Por qué estaba buscándome? ¿Por qué debía aparecer ahora y no después? 

—¡Jung! — fue la última vez que Lee Ryan gritó mi nombre.

—¿Qué haces aquí Lee Ryan? ¿No deberías estar en el puesto de tu club? — preguntó una de las chicas que estaban ayudándonos.

—Estoy buscando a Jung.

—Está detrás del telón arreglando el audio.

—Tank you girl.

No tardó en abrir la cortina y entrar sin pedir permiso.

—Jung, ¿También le haces de técnico? — se acercó a mí.

—Sí... algo así... ¿qué haces aquí? —pregunté dirigiendo mi mirada hacia él y subí casi nada mis lentes.

—Vine a saludar.

—Hola Lee Ryan— Dong Sunbae sonrío.

—Hola Hye —Lee Ryan le devolvió la sonrisa.

Había probabilidades de que Lee Ryan entrara gritando mi nombre en el auditorio para cerciorarse que Dong Sunbae estaba sola y así poder confesarse. Rogaba porque retrasara su confesión, no quería escucharlo ni saber cómo iba reaccionar mi primer amor.

—vicepresidenta...— dijo Lee Ryan con inseguridad.

—¿Qué pasa cariño? — preguntó Dong Sunbae.

—¿Tienes un momento?

—La vicepresidenta está ayudándome, no puede— respondí rápidamente por ella.

—Estaré muy ocupada hasta que finalice el evento, lo lamento.

—¿Podemos hablar después del evento? — preguntó Lee Ryan

—Está bien— respondió Dong Sunbae con una ligera sonrisa—, ¿Dónde quieres que nos veamos?

—Yo te buscaré, pero por favor, no te vayas.

La presidenta asintió y Lee Ryan se marchó sin siquiera dejar un adiós. Mi ansiedad creció después de ese acercamiento. De verdad, no quería escuchar los sentimientos de Lee Ryan y esa sonrisa que Dong Sunbae dedicó a mi rival de amor, me hacía convencerme poco a poco que esa noche, el rechazado sería yo. Mi confesión la había ensayado desde hace una semana ¿Por qué me sentía así? Sólo era soltar lo que tanto repetí frente al espejo y mentalmente cuando la veía. 

—Song Hobae, haz estado muy extraño últimamente ¿te sientes bien? — preguntó Dong Sunbae.

—Estoy bien, gracias por preocuparte por mí.

—¿Estás seguro? Te noto extraño... ¿tienes problemas en casa? ¿Con alguna materia?

—Para nada. Simplemente he estado ocupado con mis pensamientos.

—¿Song Hobae está enamorado?

Ella sonrió y me miró como si sus ojos me dijeran "¡Lo sabía!", desvié la mirada como respuesta. ¡Había sido descubierto antes de tiempo y tenía que ocultarlo! No era como si estuviera esperando al estúpido Lee Ryan para confesarme, más bien, quería que todo estuviera bien antes de la ceremonia.

—¿Acerté?

—Cambiemos de tema...— cubrí mi rostro con una mano y volví a mi trabajo con la bocina.

—Song Sunbae enamorado, que lindo— persistió Dong Sunbae, desposando una tierna y momentánea risa.