El primer amor nunca funciona

Definitivamente el amor es una mierda

No tenía más motivos para quedarme a contemplar su asqueroso romance. Me irritaba, no podía soportarlo. Mi orgullo, mi dignidad, lo había perdido todo desde el momento en que el silencio de la espalda de Dong Sunbae respondió a mis sentimientos. Fue bastante vergonzoso seguir ahí parado. 

 

Con los puños cerrados, me di la vuelta y caminé con la mirada baja, acelerando mi paso cada vez más, mordía mi labio inferior, como si eso fuera a calmar la devastadora furia que estaba dentro de mí. 

 

Mis pasos resonaron por las escaleras cuando iba directo a la planta baja para abandonar el plantel y justamente en la entrada principal, una chica del mismo grado al mío, pero de diferente salón me impidió el paso. Alcé la mirada en silencio, observándola de pies a cabeza con detenimiento.

 

Antes la había visto un par de veces entre clases o venía al club para aclarar sus dudas, pero no tenía una relación más allá con ella.

 

—¿Puedes darme permiso? Tengo que regresar a casa— coloqué una mano sobre su hombro y la aparté de mi camino.

 

Al bajar mi mano de su hombro, la estudiante la tomó, deteniéndome y la soltó después de un instante. Mi atención volvió a ella, quien lucía bastante nerviosa y en su otra mano cargaba un sobre de papel.

 

—¡Espera un momento más! —Exclamó la chica y me entregó el sobre, evitando el contacto visual— Por favor... ¡léela! ¡Tardé mucho tiempo en hacerla y....!

 

Antes de que pudiera terminar su oración, interferí— Bien, la leeré. 

 

¿De qué podría tratar una carta cómo la de ella? No estaba de humor para tomarme la molestia de leerla dentro del instituto, pero su persistencia me orilló a leerla frente suyo en voz alta.

 

—Para Song Moon Jung:

 

No llevamos mucho tiempo hablando, esto puede ser muy repentino para ti y tal vez incómodo. Era la forma más sencilla para confesarte mis sentimientos, porque soy una cobarde y las palabras no salían en todos mis intentos.

 

Debo confesar que me sentía nerviosa incluso cuando escribía esta carta. Mi caligrafía no era la mejor y la repetí sinfín de veces. 

 

Recuerdo cuando nos conocimos, fue cuando entré a mitad del 8° grado. En ese entonces compartíamos la misma clase y tuviste la amabilidad de mostrarme el instituto. Me pregunto... ¿recuerdas ese pequeño detalle? Puede ser insignificante para ti, pero para mí es lo más valioso. Siempre fuiste un chico diligente, es una de las características que más me atraen de ti, aunque fueras un ermitaño y no toleraras por mucho tiempo a las personas o los comentarios estúpidos.

 

Hubo momentos en los que eras muy duro conmigo cuando te hacía una visita al club de Biología y tratabas de explicarme las dudas que tenía. Me dolía la forma en cómo me hablabas, pero creo que soy masoquista, porque también me encantaba. Lamento ser así.

 

Me gustaría no ser tan cobarde, acercarme poco a poco a ti y que tú pudieras sentir lo mismo que yo.

 

Sé que quizá no sepas nada de mí más que mi nombre y mi edad.

 

Tal vez no soy el tipo de chica ideal que quisieras tener como novia, pero sé que puedo intentar hacerte feliz.

 

¿Mis sentimientos fueron demasiados obvios en el pasado?

 

Cuando me enteré que aspirabas a entrar a este instituto, me esforcé demasiado para conseguir los aciertos necesarios y tener la oportunidad de estar tan siquiera 3 años más junto a ti, aunque no fuera en el mismo salón de clases. Tal vez estoy aparentando el perfil de una acosadora, pero no te imaginas las lágrimas de felicidad que salieron de mí cuando me enteré de mis resultados del examen de admisión el año pasado.

 

A pesar de haber sido un corto tiempo de vacaciones, cambiaste. Seguías manteniendo tú mismo nivel de popularidad o incluso más. Me sentía celosa de que la vicepresidenta del consejo estudiantil tuviera la oportunidad de forjar una amistad contigo.

 

Me gustas, Song Moon Jung, te amo.

 

Me esforzaré y haré todo lo posible para que un día tú sientas lo mismo que yo. Definitivamente no te dejaré ir porque eres el único hombre que vale la pena. Mi primer amor

 

Atte.: Kim Young Mi.

 

Estaba confundido, molesto e irritado. 

 

Desvié mi atención de la carta hacia la chica e hice una mueca. La chica de Nombre Kim Young Mi me miró con un rayo de esperanza, pero evidentemente mi respuesta sería 100% negativa. No era algo que fuera a pensar demasiado, la respuesta era obvia.

 

Antes de hablar solté un pesado suspiro.

 

—En primer lugar, ni siquiera conversamos más que para los temas que no entiendes y vienes llorando para que te explique, no sé si se nota, pero te lo diré: Me molesta y mucho que me pidas que te explique el mismo tema más de una jodida vez. Y es cierto, esto es demasiado incómodo. Tu caligrafía es entendible, pero tu ortografía... dan ganas de suicidarse cuando la lees. No tengo recuerdos de ti en la secundaria, ni siquiera recordaba ese supuesto valioso detalle; en resumen: no es importante y no eres importante para mí ¿entiendes? 

 

No voy a cambiar mi forma de ser y si te excita que te trate así, es asqueroso. No quiero que vuelvas al club a pedirme ayuda porque me enfadaré y no quiero que el estúpido Lee Ryan tenga que limpiar.

 

No tengo tiempo que perder contigo. No tenía ni porqué tomarme la molestia de notar tus sentimientos o de quedarme a leer tu carta.

 

No quiero que sigas acosándome, es enfermo. Y tampoco decides a quién le hablo ni quiénes deben ser mis amistades.

 

No me gustas, ni me gustaste obviamente. No vas a conseguir nada persistiendo porque no me gustarás.

 

Quise decirle más cosas a la chica, creo que era una forma para desahogarme por lo que había pasado hace un rato. Me sentía aún fatal, pero gritarle había liberado un poco de mis sentimientos. 




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