Al finalizar las clases esperé a Hye en la entrada principal. No estaba solo, Shin estaba conversando conmigo sobre lo que había sucedido en sus vacaciones y también en cómo pensaba ayudarme.
Más tarde bajó Hye, cuando ya no había tantos alumnos dentro del instituto y notó que no estaba solo.
—Ah, Shin Woo— Hye sonrió como de costumbre e hizo una reverencia.
—Buenas tardes, Dong Hye— Shin saludó de igual forma.
—Hola Hye— saludé.
—¿Qué hacen ustedes dos aquí? — preguntó Hye.
—Yo te esperaba y Shin me esperaba.
—Ow, ¿por qué, Shin?
—Pensaba acompañarlos para quedarme después de acuerdo con Lee sobre un proyecto—Shin mintió.
—Ya veo—la sonrisa de Hye desapareció—. ¿No pudieron quedar mientras me esperabas?
—Ah... es que todavía nos vamos a reunir con otros compañeros— seguí la mentira.
Dudo que Hye me creyera por la forma en cómo me miraba. Mi padre será actor y yo habré grabado algunos comerciales, no obstante, cuando se trata de mentir, soy pésimo actuando.
—Uh... entiendo...
Hye se dio la vuelta y cruzó sus brazos, posteriormente caminó con lentitud y se detuvo, guardando una notable distancia entre los tres.
—¿Se van a quedar? — Hye preguntó con amargura.
—No— ambos respondimos.
Shin la alcanzó primero, ya que cuando estuve a punto de ir con ellas, vi a Jung salir del instituto. Lucía agotado y enojado. Como quería ir allá con él y preguntarle cómo le había ido con el trabajo del consejo estudiantil. Por impulso dejé del lado a mi novia y mi mejor amiga, para ir donde Jung y sonreírle.
—¡Jung! ¿Cómo te fue con tu trabajo?
Jung desprendió una vacía mirada hacia mí y pasó de largo. No me detuve; lo seguí.
—¡Jung! ¿Qué tienes?
Una vez más fui ignorado y pasó de largo a Hye y Shin, por ende, también las pasé de largo. Necesitaba una respuesta proveniente de ese nerd.
—Calling the nerd boy— Insistí—. ¿Qué tienes?
Jung se detuvo y clavó su mirada al suelo, para después responderme murmurando— No tengo nada... déjame solo ¿Quieres?
Lo dejé ir después de su petición. Me arrepentí de haberle hecho caso. Él necesitaba desahogarse con alguien, ¿no...? Me dediqué a observar su espalda y esperé a perderlo de vista.
¿Por qué nuestra amistad comenzó a desplomarse? ¿Fue por lo de la ceremonia? ¿Fue por el mismo motivo por el que nos comenzamos a hacer amigos? ¿Algo había hecho mal? No había dicho nada sobre lo que había sucedido en el festival donde usé la botarga, entonces ¿Qué demonios era?
Mis pensamientos fueron interrumpidos por el carraspeo de Hye.
—¿Terminaste? ¿O vas a seguirlo como si fuera tu novia?
No pensaba en Jung como una novia, pero si tenía unas ganas de seguirlo, lo admito.
—Ya podemos irnos— respondí.
—Bien— Hye tomó mi mano y caminó hacia la cera de la calle, dejando atrás a Shin.
—¿No crees qué estamos excluyendo a Shin? — pregunté, tratando de ocultar mi temor.
—Ah, tienes razón— Hye respondió con ironía y se detuvo.
—¡No me dejen atrás! —Shin refunfuñó.
—Perdónanos— dijo Hye.
Los tres caminamos a la misma distancia, no usamos el transporte. Trataba de caminar en medio de ellas y siempre que lo intentaba Hye me detenía abrazando mi brazo.
Shin y yo hablábamos sobre lo que pasó durante las clases por hoy, nos reíamos y nos burlábamos de cosas estúpidas, de vez en cuando Hye interrumpía diciendo cualquier cosa sin sentido.
—Se llevan muy bien ustedes dos ¿cuánto tiempo llevan hablando? —preguntó Hye con arrogancia.
Shin, antes de responder, rodó los ojos— Desde que entró a la escuela. Somos mejores amigos.
—Ella me cedió su lugar y empezamos a conversar muy seguido. Es mi primera amiga en Corea— complementé la respuesta de Shin.
—Hacemos los trabajos juntos y eso ¿verdad Lee?
Asentí con una sonrisa— Pero tú nunca me llamas Ryan a pesar de ser amigos, Shin.
Shin me devolvió la sonrisa y cruzó sus brazos— Y tú tampoco me llamas por mi nombre.
—Wait, Shin isn't your name?
—¡No tonto! Es mi apellido— rio.
—¿Entonces cuál es tu nombre?
—Mi nombre es Woo.
Hye suspiró con pesadez y volvió a tomar mi mano, apartándome de Shin.
—Lee Ryan y yo salimos desde noviembre ¿verdad?
Hye me miró interesada, como si esperara con ansiedad a que afirmara su respuesta.
—Sí, desde noviembre.
—Salimos los dos y él me compra algunas veces ropa, ¿verdad?