El primer amor nunca funciona

Conocerás otra faceta tuya

Shin pagó el pasaje de Hye junto con el suyo. En mi mente ante sus acciones pasaban preguntas como "¿Estuvo mal que no pagara su pasaje?", "¿Soy un maleducado por eso?", "¿Soy un mal novio?", Tal vez debí haberlo pagado como estoy acostumbrado a hacerlo, tal vez ella lleva el dinero exacto para ir y venir.

Cuando llegamos al parque fue tan... no era lo que esperaba, estaba... sin ofender... creo que sería una excursión aburrida.

—¿Es aquí? — pregunté desconcertado.

—Sí tonto ¿Qué esperabas? — Obvió Jung.

—Me lo imaginaba diferente.

—Te gustará si prestas atención.

No quise discutir más sobre el tema y asentí en silencio, no conocía el lugar, quizá había hecho un juicio demasiado temprano el cual no cambiaría al menos hasta que Jung afirmó con completa seguridad que sería interesante.

Nos formamos en una fila no muy larga, incluso avanzaba un tanto rápido, así que no tendríamos que esperar demasiado. Antes de que pasáramos escuchamos como una voz femenina llamó a Jung, todos excepto él fuimos atraído por aquella voz; era una vez más Kim, ni idea de lo que hacía ahí.

—Hola— saludó Kim con una radiante sonrisa y a su vez hizo una reverencia.

—Buen día— saludaron Hye y Shin, haciendo una reverencia.

—Hola Kim, que coincidencia encontrarnos aquí— sonreí y miré a Jung—, ¿no vas a saludar a Kim?

Jung suspiró y rodó los ojos, procurando no verla, movió su mano de lateral a lateral en forma de saludo.

—Hola.

No había hecho una reverencia como las demás, eso había sido extraño, supongo. Miré las reacciones de Hye y Shin ante el comportamiento de Jung, unas facciones extrañas, como si estuvieran ofendidas. Supongo que sí era algo malo que no hiciera una reverencia, por lo que me aventuré a preguntar el porqué; Jung me respondió que no veía necesario hacerlas. Jamás entenderé cómo va esto de las reverencias.

Cuando nuestro turno llegó, Hye me pidió comprar los boletos de todos, incluyendo el de Kim. También tuve que pagar por un guía (la guía comenzaría en media hora). Realmente fue pesado de su parte.

Incluso estando ahí dentro todo parecía desértico y en medio de la nada estaba plantado un templo.

—Aún espero la parte interesante.

—Y yo espero que ella se vaya...— Jung murmuró entre dientes

—¿Irse quién?

—Baja la voz.

De pronto Kim se acercó a Jung y a mí, y se interpuso entre nosotros, abrazando el brazo de ese nerd.

—¿Esto es más que una casualidad? El encontrarnos aquí— cantó Kim.

—Definitivamente no.

Entre la respuesta de Jung se notaba cierta incomodidad, no estaba seguro si mis suposiciones eran verdad y fueron comprobadas cuando él trató de apartarla. ¿Tenía que ayudarlo? ¿Si lo ayudaba tenía la esperanza de que Jung pudiera volver a conversar conmigo como en el pasado al menos por hoy?

Hye se acercó a mí Junto con Shin y con una radiante sonrisa antes de que pudiera actuar como el héroe del viaje.

—Cariño, ¿podrías prestarme dinero? Shin y yo queremos ir a comprar algo en la tienda de recuerdos.

—Uhm... okay, pero no gastes todo o no voy a tener para regresar a casa.

—¡Lo prometo! — Hye juntó ambas palmas de sus manos.

Extraje mi billetera de mi bolsillo, arrepintiéndome de la decisión que había tomado, seguro hoy me iba caminando a casa...

—Kim Young Mi ¿vienes? — preguntó Shin.

—No, gracias. Voy a quedarme con ellos en lo que regresan.

—¡Está bien! No tardamos.

Ambas se fueron rumbo a la tienda de recuerdos y nuevamente nos quedamos solos los tres en la misma incómoda situación. Jung me lanzó miradas de exilio durante un corto período de tiempo, de verdad quería ayudarlo, pero no me pasaba nada por la cabeza acerca de cómo hacerlo. Entonces tuve la grandiosa idea de hacer cosas gais con intenciones no gay.

Mencioné prepotente el nombre de la acosadora de Jung y coloqué mi mano sobre su hombro; con una sonrisa, le conté lo que había hecho con Jung dentro del metro (omitiendo la parte en donde era pateado en la entrepierna). Extrañamente el rostro de Jung se tornó rojo repentinamente y frunció el ceño ¿habrá sido de vergüenza o por rabia?

—¡Vuelves a tocarme y te desfiguro el...!

No me importó en absoluto la agresiva amenaza que estaba por soltar y los separé de un jalón, posteriormente me paré al lado de Jung y rodeé sus hombros con uno de mis brazos.

Jung me miraba de la misma forma que hace un momento, aunque el color de su rostro se había intensificado, ni siquiera trató de separarme. Lo que hice fue intercambiar miradas con él y dedicarle una sonrisa.

—Incomodas a mi amigo— me auto señalé con mi dedo pulgar mientras mencionaba las últimas dos palabras—, ¿por qué lo haces? ¿Te gusta?

Kim hizo un puchero y miró el suelo, hizo una pausa y luego me observó fijamente.




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