El primer amor nunca funciona

Esta placentera sensación que algunos llamarían amar

 

Preguntas estúpidas resonaban en mi cabeza con el correr de los minutos, incluso, ni el sonido del polvo al ser barrido me calmaba o distraía. Definitivamente no era necesaria la presencia de Lee Ryan para dejarme suspirando. Mi corazón latía precipitado mientras más lo recordaba. ¿Qué me sucede? ¿Que estoy haciendo? Iba a limpiar no a perder el tiempo ¡ese sujeto no para de atormentarme! ¿Porque tu sonrisa me enamora? ¡Me fastidia! ¡No es más que un...! Atractivo muchacho idiota.

Aseaba parte de la habitación en la que residía, mientras pensaba en una excusa para poder librarme de la cita que repentinamente esperaba con deseo. El precio de una mentira es un bajo costo antes que salir con quien se suponía, era mi eterno rival. ¿Por qué sigo enredándome en su mirada? ¿Por qué no sales de mi mente?

Suspiré y bajé las escaleras, no presté atención a la hora que marcaban las manecillas del reloj de la sala, creí que todavía el tiempo jugaba a mi favor, pero más alejado de la realidad no podía estar. Un sonido me envolvió en pánico cuando el timbré fue marcado repetidas veces, y tocaron la puerta impulsivamente. Observé desde un ángulo de la ventana tratando de ser lo más discreto, y en efecto: Lee Ryan parado en la puerta principal, luciendo un traje elegante y con sus pelos necios bien acomodados, con unos obsequios que parecían costosos.

En el fondo me sentía culpable por dejarle plantado después de todo su esfuerzo por venir hasta aquí. De algún modo iba a sacarlo a patadas si era necesario, o solo esperar a que el tiempo continuara, se canse y regrese a su hogar. Mi plan era impecable, sonreí alejándome con lentitud de la ventana y choqué con mi hermano. Grité agudamente y di un salto.

—Vaya, sabía que eras extraño, pero este es un nuevo nivel, Jung ¿qué pretendes esta vez?

—¡no aparezcas de repente! 

Mi hermano rio y revolvió mi cabello sin piedad alguna, mantuvo una discreta sonrisa en sus labios una vez se había detenido y alzó una ceja—Era una broma pequeña, no te preocupes, que exagerado eres. Vivo aquí torpe, ¿cómo pudiste olvidarlo de la noche a la mañana? Y creí haber escuchado alguien llamando afuera. En un inicio no me intereso porque quizás irías tu a recibirle, pero notando que seguías limpiando, quise ser amable contigo y atender.

—¿Sirviente, torpe? ¡Voy a golpearte!

Mi hermano no aguardó otro segundo más y se acercó a la puerta, antes apartándome del camino e inmediatamente sostuve su muñeca.

—¿Qué haces? No seas descortés con nuestra visita. Déjale pasar.

—No tengo porque, no es nadie importante, ya se ira en unos momentos.

—Escucha, últimamente haz estado actuando muy extraño, puedo tolerar que estas en una edad difícil, que tu carácter a veces resulte insoportable, que tu orgullo no aguante una mínima broma y podría seguir con tus defectos, pero después de todo eres mi hermano y te quiero. Lo que no permitiré es esta clase de faltas de respeto, soy un adulto y tu un mocoso inmaduro. Basta de darme órdenes, nuestros padres no te educaron así. Sé un hijo ejemplar y hazme el favor de moverte de esa puerta.

Mi hermano de ser un friki virgo obsesionado con una cantante, pasó a ser un hombre intimidante con esas palabras. Lo admito, me hizo encogerme. No me quedo opción y lentamente fui trasladándome hacia donde estaban las escaleras sin, apartar mi mirada de odio hacia él. Por otra parte, Jiang negó con la cabeza en señal de un leve enfado, y no quiso disponerse a seguir discutiendo, poco después abrió la puerta. Sin permitir que el invitado pronunciara palabra alguna, hizo una reverencia, ni siquiera se atrevió a mirarlo al rostro seguro por la pena cargaba en ese mismo momento.

—Le pido mil disculpas por haberle hecho esperar afuera, ¿hay algo que pueda— Jiang hizo una pausa en sus palabras— ¡¿Lee Ryan?!

¡Definitivamente tendría que ir con él por la culpa de mi estúpido hermano mayor y su fanatismo por Lee Ryan y su madre! Aunque fuera en vano, corrí a mi habitación y me oculté, no obstante, podía escuchar desde ahí su conversación.

Jiang estaba bastante feliz de volver a ver a Lee Ryan y debido a la forma en cómo se había presentado, mi hermano le preguntó qué lo traía por aquí, si quería entrar y, por último, si venía a invitarlo a una cita. ¿Quién se cree? Ni siquiera son amigos para que lo invite a salir repentinamente. Por fortuna, Lee Ryan le dijo que venía por mí y no por él, pero que tal vez le invitaría a salir la próxima ocasión. Creo que mi hermano descubrió las intenciones de Lee Ryan, o bien, sus sentimientos por mí.

—¡¿Qué? ¿Por el enano de mi hermano?

—that's incredible! ¿Ustedes acostumbran a gritar siempre? No sé quién es peor, si tu o Jung. Pensándolo bien, creo que Jung es peor. Por lo menos tienes grito de hombre, Jung parece una niña asustada de 8 años.

¡En verdad quería gritarle todos esos insultos que me pasaban por la mente! Pero sí lo hacía, él sabría que estaba espiando su conversación. Ellos dos hablaron por un largo rato, aunque en verdad no fue mucho, simplemente sentí lento el tiempo. Cuando creí que se habían detenido, repentinamente escuché la voz de Lee Ryan en las escaleras, preguntando cuándo iba bajar y también delatando que me había visto a través de la ventana cuando tocó el timbre. Mi orgullo no podía permitirme salir con él a una cita. 

—No quiero, ¡sal de mi casa! Ni siquiera prometí que te acompañaría, ¡debiste imaginarlo!

—¿Es cierto que irán a una cita juntos? — escuché la voz de mi hermano mayor frente a mi puerta.

—Por supuesto— Lee Ryan afirmó.

—Jiang, lo que menos quiero en este universo es desperdiciar mi tiempo con ¡ese imbécil! ¡Córrelo a patadas! ¡No saldré! ¡No me importa!

—¿Estás diciendo que todo el dinero que gasté en el traje, tus regalos y los lugares a donde te llevare fueron en vano? ¿Vas a dejarme plantado en la cita que me rogaste por tener? ¿Y el tiempo que invertí en arreglarme? Eso no es justo, sabes bien que no me gusta usar este tipo de ropas formales o debiste suponerlo porque casi nunca traigo el suéter del uniforme del diario para las clases. Sé que me odias, pero esto es demasiado cruel. Creí que nos reconciliaríamos luego de habernos peleado. Me ilusionaste, tenía esperanzas en que nos llevaríamos bien, pero creo que sólo eres un mentiroso.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.