El primer amor nunca funciona

Cambio de planes

7 de abril llegó, el día de mi cumpleaños. Le dije a mi madre la semana pasada que saldría con Jung, ya que el me invitó a visitar a Namnsan Tower, una atracción turística de Corea del Sur que no había visto todavía. En fin, me sentí especial porque él tuvo la iniciativa esta vez. Creí que siempre sería yo el que tuviera siempre primero la voluntad de hacer las cosas. 

No obstante, nuestros planes cambiaron por completo. Mi madre siempre me ha permitido salir a los lugares que yo quiero y hoy fue diferente; en cuanto puse mi mano sobre el picaporte de la puerta, ella me detuvo gritando mi nombre ¡y repentinamente me castigó! Quise explicaciones, pero ella simplemente se justificaba con un "¿Me estás alzando la voz?" ¿Qué estaba ocurriendo?

Rápidamente me contacté con Jung y le conté lo que había sucedido. Tuve que pasar por mucho y hacer demasiado para que Jung se abriera para mí, no iba permitir que mi madre se saliera con la suya. Ser invitado a una cita por él era un gran avance. Simplemente no puedo permitirlo.

Jung me prometió pasar por mí, seguramente estaba molesto. Para que esto fuera más creíble, él inventaría una excusa bastante buena para mi madre.

Esperé su llegada en el sofá y jugando con mi consola; algunas ocasiones volteé a ver la pantalla de mi móvil, con la esperanza de que Jung me avisara por un mensaje que estaba por llegar. El tiempo avanzaba y avanzaba, parecía ser eterno, pero puede que no lo fuera. Y de pronto, llamaron a la puerta.

Tras haberla abierto, aquellas personas que aguardaban del otro lado, eran nada más y nada menos que mi mejor amiga Shin, ella traía sobre sus manos una tarta de fresas; también estaba Jung cargando un ramo de tulipanes amarillos y su hermano mayor Jiang con un ramo de girasoles.

—¡Feliz cumpleaños! — exclamaron los tres.

Una sonrisa se formó en mi rostro y los abracé con todas mis fuerzas, Shin alzó la tarta para que no fuera a estropearla.

—¡Cuidado, no puedo abrazarte con la tarta en las manos!

—¿Qué importa si no hay tarta? Quiero abrazarte.

—Lee, considéralo— agregó Jung. Ella la hizo para ti. 

—Sorry.

Poco después me separé de los tres y les ofrecí entrar, cada uno retiró sus zapatos y los dejó sobre la entrada. Me hacía recordar la primera vez que vi a mi madre haciendo eso, me pareció extraño. Ahora parecía algo normal.

—¿Cómo saben que es mi cumpleaños?

—El año pasado me lo dijiste, ¿no lo recuerdas? Me contaste que eres un año mayor que todos y que tenías la edad de Dong Hye.

—Idiota, ¿crees que me olvidaría de tu cumpleaños? 

—No te hagas tan cool, enano— Jiang interrumpió—. Yo le dije que hoy es tu cumpleaños.

—¡Y me insististe en venir cuando te dije claramente que no vinieras!

—¡Dije que no iba a molestarlos! Vengo a ver a Lee Sun hee y a traerle flores.

—you don't bother at all. Puedes quedarte el tiempo que quieras, Jiang.

Jiang hizo una reverencia acompañada de una sonrisa y poco después me abrazó, al mismo tiempo que se disculpó por no haberme traído nada. Palmeé su espalda y sin que me lo preguntara, le mencioné en qué parte de la casa estaba mi madre ahora mismo; Jiang, sin esperar nada, se fue al lugar indicado.

Así fue como los tres nos quedamos solos en la sala y posteriormente nos trasladamos al jardín trasero de mi casa, en donde conversamos sobre cosas estúpidas y casuales, hasta que Shin cambió la atmósfera a una más seria con una mirada decidida.

—Y bien... ¿qué son ustedes dos? ¿Amigos? ¿Novios? ¿Amigos con derechos? ¿Amigos que quieren ser novios? ¿Novios que actúan como amigos? Díganme la verdad. Lee, soy tu mejor amiga y sé que te interesa Jung, por lo que también me interesa ser su amiga. No le contaré a nadie, sólo quiero saberlo porque no sé cómo debería comportarme con ustedes.

—Como siempre, no hay necesidad de que cambies con nosotros— respondí.

—¿Pero ¿qué son ustedes dos?

Al momento en que Shin terminó su pregunta, mis ojos fueron hacia Jung y las mejillas del castaño estaban completamente roja. Esperé una respuesta por parte de él. Sí por mí fuera, diría que somos novios.

—¿Amigos? — respondió Jung.

—Jung, ¿Los amigos se dicen palabras acarameladas? ¿Los amigos salen a citas? ¿Los amigos se besan? ¿Los amigos se gustan mutuamente? No— volteé a ver a Shin—. Estamos saliendo.

—¡¿Desde cuándo estamos saliendo?!—Jung volteó a verme, todo su rostro estaba rojo.

—¿Desde cuándo será? Estamos saliendo desde que aceptaste que te gustaba, la noche de la fiesta de graduación.

—¡¿Cuándo dije eso?!

—Estabas ebrio, pero recuerda: todas las personas cuándo están ebrias, dicen la verdad.

—¿Quieres callarte? Nunca diría eso...

—¿Y tú comportamiento al final de nuestra primera cita? Siempre estás contradiciéndote, tan inestable. Si quieres que te lo pida formalmente, lo haré. Jung, el amor nerd y enano de mi vida, ¿saldrías conmigo?

—¿Es necesario insultarme?




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