El Primer Idiota.

Capítulo 4.

En donde todos odian ser cómplices de la mejor amiga.

 


8 de Agosto de 2019.

 

 

Estábamos tranquilamente en el cuarto de Virgina Poli y yo.

La verdad es que estos últimos días Vir y yo hemos estado hablando mucho y pasando el tiempo juntos ya que Poliana ha estado saliendo con alguien y no nos quiere decir quién es. Ese pequeño demonio se desaparece después de clases para salir con un chico secreto.

Y sé que es un chico porque ella lo ha dicho.

Ahora que es fin de semana no tiene de otra más que quedarse encerrada en casa ya que Samuel la vigila constantemente, entre semana él no la puede supervisar tanto por las cosas que tiene que hacer de su universidad ya que, aunque sea la persona más despreocupada que conozco, es el presidente de los alumnos de su escuela. Y eso que serlo en la carrera de derecho debe de ser muy estresante.

—Jorge, ¿practicas algún deporte últimamente?—la rubia me preguntó mientras Virginia veía su celular.

—No, ¿por qué?

—Quiero ponerme en forma—dijo mientras comía una bolsa de cheetos.

—¿Por qué no me preguntas a mí?—Vir se hizo la ofendida. No sabía que nos estaba prestando atención ya que seguía concentrada en su celular.

—Tú me dijiste que no hacías deporte.

—Pero hago mucho ejercicio, pregúntame—hizo un puchero y dejó el celular de lado.

Es lindo cuando Virginia quiere que le presten atención, es como campanita de Peter Pan, que si nadie le pone atención prácticamente se muere.

—Poliana, no sé porque quieres estar "en forma" si prácticamente eres una tabla—me gané un golpe de parte de mi mejor amiga—. Y Virginia, ¿en serio haces ejercicio?—he estado con ella casi toda la semana y no la he visto ni una vez hacer algo de eso.

—En realidad hago mucho cardio.

—¿Qué específicas como cardio?—Poliana le preguntó.

—No creo que les guste que les explique, no es apto para todo el público—nos contestó. Creo que sí no queremos saber, ya entendí lo que quiso decir.

—Me meteré a un gimnasio—Poliana cambió de tema. Los dos asentimos y seguimos en nuestros celulares.

Después de un rato de silencio aburrido Poliana decidió hablar.

—Oigan, son mis amigos, ¿verdad?

—Sí—contestamos ambos confundidos.

—Y harían cualquier cosa por mí, ¿verdad?

—¿Ahora qué quieres? Niña manipuladora.

—¿Podrían decirle a Sam que me deje salir con ustedes?—Poliana miró a Virginia con ojos de cachorrito porque siendo honestos, ella es más fácil de manipular que yo por el hecho de que nos conocemos de años y ya no caigo tan fácilmente en sus trucos.

—¿No había dicho tu hermano que no podías salir en fines de semana por ir a cierta fiesta donde nos conocimos?—Virginia le contestó.

No hay que olvidar que Virginia es la mejor amiga de Samuel.

—Sí... pero si cierta chica le dice que quiere que la acompañe al centro comercial tal vez me dejaría ir.

—¿Después de todo eso nos contarás con quién te estás viendo?—no puedo creer que Virginia quiera hacer eso solo por saber con quien sale Poli.

—Solo a ti.

—¡Oye!—le reclamé—. Me estás haciendo participe de esto también al saberlo.

—Está bien, les contare a los dos si todo sale bien hoy. Entonces, ¿trato?

—Tenemos que pens...

—¡Trato!—Virginia no me dejó terminar y luego se levantó de la cama para ir al cuarto de Sam.

Poliana y yo la seguimos y nos escondimos detrás de la puerta.

Virginia entró y Sam estaba leyendo un libro.

—Hola Sami—Vir le dijo mientras se sentaba en su cama.

—Hola—dijo sin voltear.

—¿Qué haces?

—Estudio, ¿por qué?

—Oh, quería ir a la plaza y no quería ir sola. Supongo que le diré a Poliana.

Bueno, debo de admitir que esa fue una manera inteligente de decirle.

—Sabes que ella no puede salir los fines de semana—Sam le contestó y Virginia nos volteó a ver. Poliana le hizo un puchero.

Virginia se levanto de la cama y se inclinó a lado de Sam.

—Pero es que realmente no quiero ir sola, déjala ir conmigo.

—Puedes ir con Jorge, últimamente pasas mucho tiempo con él—dijo aún sin mirarla.

—¡Pero no es lo mismo!—se quejó y se inclinó aún más y esta vez mostrándole su escote a Samuel quien inmediatamente volteó hacia ese lugar, incluso yo lo vi y tuve que mirar a otro lado mientras Poliana reía—. Solo serán unas horas, necesito consejos de chica.

Cada día estoy más convencido de que Virginia es única, no sé que nivel de confianza tenga con Sam para hacer eso pero no creo que cualquier chica se sienta tan segura al hacerlo frente a su mejor amigo, a no ser que sean otra cosa.

—No puedo creer que sigas manipulándome de esa manera—dijo sin despegar su vista. —Solo no regresen noche.

—¡Te amo!—le dijo con emoción, besó su mejilla y salió de la habitación chocando los cinco con Poliana.

—Deberías de volverte la novia de mi hermano—Poli le dijo mientras bajábamos las escaleras—. Sería una gran ventaja para mí.

—No, seríamos una pareja demasiado rara.

La verdad es que no entiendo la relación de esos dos, ¿son novios? ¿son amigos con derechos? ¿son amigos nada más? Es raro, pero supongo que funcionan de alguna manera. 

 

 

(...)

 

 

En cuanto llegamos al centro comercial Poliana salió corriendo sin que tuviéramos la oportunidad de seguirla, que es en lo que habíamos quedado Virginia y yo pero esa chica fue mas lista y huyó.

Así que ahora estábamos solo ella y yo sin saber que hacer, prácticamente nos trajeron aquí a la fuerza así que no traíamos dinero como para ir a comer o algo así. Después de caminar decidimos sentarnos a lado de una fuente.



#20742 en Otros
#3128 en Humor
#32523 en Novela romántica

En el texto hay: humor, primeramor, romancejuvenil

Editado: 06.02.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.