En donde se habla de una importante decisión.
Virginia.
9 de Octubre de 2019.
Creí que al contarle a una persona sobre el chantaje por el que estaba pasando las cosas mejorarían un poco. Creía, no fue así.
De todas las personas que conozco y mantengo una amistad que no incluye otros sentimientos, tuve que desmoronarme con Jorge.
No es tan malo, él realmente ha guardado el secreto, solo que esta semana ha estado muy atento conmigo, preguntándome si estoy bien y tratando de no dejarme sola. En cambio Samuel y su hermana no me dejan de fastidiar, pero en ese entonces también llega Jorge para defenderme y llevarme lejos de ellos. No me fastidia tanto que me insistan que les cuente, me molesta el hecho de que no puedo decirles o empeorarían las cosas.
Pero volviendo al tema, ¿por qué Jorge no puede ser un patán como todos los que se fijan en mí? O más bien, ¿por qué no pudo fijarse en mí?
Muy probablemente le guste Pamela, han salido e incluso se besaron. No me quejo, es una buena chica a pesar de que su hermano es el patán mayor, pero aún así me hubiera gustado ser la persona a la que Jorge le gusta.
Pero supongo que no se puede tener todo en la vida.
Justo ahora estaba en un bar con los amigos de Ramón y él. No son malos chicos pero no es mi ambiente, usan temas de conversación que no entiendo del todo ya que son como chistes locales, no me siento en confianza además de que mi "novio" no trata de incluirme.
El único chico con el que puedo entablar una conversación es Carlos, es el único que se ha animado a conocerme, en cambio los otros hablan como si no estuviera presente.
El otro día escuché como uno de ellos le susurraba a Ramón: "No puedo creer que todo eso es lo que te comes".
¡Ja! Ya quisiera el muy estúpido, le dije que si me chantajeaba con eso también le contaría todos sus amigos que es terrible en la cama aunque desconozca sus habilidades. A veces sí soy muy inteligente.
—¿Por qué siempre que salimos esa chica me mira como si quisiera golpearme con su bolso que parece extremadamente caro?—le pregunté a Carlos mirando a la chica morena que siempre me miraba mal.
—Esa es la ex novia de tu novio.
Lo que me faltaba, pasé de ser novia trofeo a novia desquite de la ex. Puedo decir cualquier cosa de Ramón, menos que no es buen estratega, con sobornar a alguien se venga de su ex, presume con sus amigos y enorgullece a sus padres.
Y en cambio la sobornada no puede estar con el chico que le gusta, recibe miradas de odio, se aburre en las reuniones con sus amigos y le miente a los padres más cariñosos que haya podido conocer.
Me encantan los padres de Ramón, son demasiado atentos con él y creo que debería de valorarlos, sobre todo porque lo aceptan como es a pesar de que sea un tarado, a diferencia de los míos que no me conocen realmente.
Pero por mucho que me gusten ellos debo de buscar como salir de esto pronto, estoy llegando a mi límite de tolerancia y eso que es muy grande.
(...)
—¿Puedo hablar contigo?—dije en cuanto estuvimos en su camioneta afuera del lugar.
—No otra vez, Virginia.
He intentado hablar varias veces con Ramón para que me deje de chantajear pero nunca quiere dejar de hacerlo.
—No puedo seguir con esto—dije mordiendo mi labio del lado contrario a mi perforación ya que nunca me ha gustado morderla, se siente raro.
—Si hubiera otra manera, te juro que lo haría, no me gusta retenerte sin que sientas algo por mí—dijo con una mano en mi mejilla
Tonterías.
Claro que hay diez mil maneras más de conseguir respeto de sus padres y sus amigos, y yo no encajo en ninguna de esas maneras.
Me aparté bruscamente de su agarre y él frunció el ceño.
—Si me dejas en paz no le diré a nadie.
Muchas veces ya lo había amenazado con decirle todo a sus padres, claro que él de inmediato me amenazaba con ir a decirle a los míos todo.
—No puedo dejarlo ahora, solo dame tiempo.
—No puedo seguir con esto aunque sea por poco tiempo, estoy harta. Ya tuve suficiente, no me gusta fingir algo que no soy y a veces solo quisiera mandar todo al caño para poder ser quien soy le moleste a quién le moleste—no dijo nada—. Tú incluso irías al caño con todas las porquerías que me has hecho hacer.
—Virginia, ni siquiera te estoy pidiendo algo real, yo bien te he dicho que puedes incluso salir con más chicos sin que se enteren los que saben que eres mi novia, solo te pido que estés para mí cuando la situación lo requiera.
Si quiero salir con alguien más pero esa persona ya esta saliendo con otra chica porque no le había contado nada de mi situación, genial ahora estoy más enojada de lo que ya estaba.
—No lo estas pidiendo, me estás chantajeando—limpié con mi manga una lágrima que salió, por suerte él no la vio—. Si me lo hubieras pedido desde un principio te hubiera ayudado.
—No lo hubieras hecho, nadie hace favores así.
—¡Yo sí! Y lo hubieras confirmado si te hubieras tomado la molestia de conocerme.
Se quedó mirando al volante, tal vez pensando en lo que dije. Espero que mi discurso haya funcionado y me deje en paz de una vez.
10 de Octubre de 2019.
¿Adivinen a quién le funcionó ese discurso?
A la persona que Sam encontró sola llorando en la calle después de que Ramón le dijera de una y mil maneras que no y que ahora está refugiada en la cama de Samuel esperando a que él venga con comida no le funcionó muy bien que digamos.
Así es, esa persona soy yo.
Mi única opción fue llamarle a Sam, le hubiera dicho a Jorge pero no tenía auto así que no quería que pagara un taxi por mí.