31 de Diciembre de 2019.
Escucho mi alarma sonar pero el sueño puede más conmigo.
Estiré mi mano para alcanzar mi teléfono pero estaba lejos y la verdad, no quiero levantarme por él. Ayer había terminado en el piso junto con mis pantalones y si no me importó recogerlo en ese momento, ahora me importa menos.
Sentí como Virginia se levantaba de su cama para ir por mi teléfono y apagar la alarma. Qué bueno que lo hizo porque no pensaba levantarme en un buen tiempo.
—Ya debemos de levantarnos—dijo quitándome la cobija.
—No quiero.
—Vamos, se nos hará tarde. Le dijiste a tus primas que les ayudarías—me jaló del brazo tratando de sacarme de la cama.
—Tienen ayuda de sobra—en cambio yo puse más fuerza para que volviera a acostarse a mi lado—. Además la cena es hasta la noche.
—Sé que tu prima ama estas fechas y no quiero que me odie por no ayudar a su cena de fin de año.
Es la verdad, Lia se entusiasma demasiado con todo esto y cuando Virginia nos ofreció a ayudarle con todo ella estuvo encantada.
Además es una fecha muy especial ya que todos pasaremos la cena en nuestra casa, mis hermanos, mis primas y nosotros. Nuestros padres y tíos no vendrán ya que están aprovechando el librarse de nosotros y salieron de viaje juntos.
Los padres de Virginia habían salido de viaje por un asunto de negocios y ella no había estado muy entusiasmada con la idea de ir con ellos ni pasar las festividades con su familia ya que, a pesar de que sus padres habían sabido todos estos años sobre la verdadera identidad de Virginia, el resto de ellos no lo sabía y apenas se iban enterando. No era algo que aceptaran del todo y si no fuera por su prima Mina se hubiera sentido desplazada, de hecho pasó navidad con ellos y según me contó las cosas terminaron en desastre.
Así que cuando Vir me comentó que no tenía muchos ánimos de pasar año nuevo en su casa, sin pensármelo dos veces, muy amablemente le ofrecí pasar la noche con una parte de mi familia. Ella aceptó encantada.
Es la primera vez que mi novia va a convivir de esa manera con mi familia. Claro que ellos ya se conocen pero ahora las cosas son un poco diferentes y aunque de seguro será algo raro y estaremos rodeados de burlas toda la noche, también sé que será un momento muy especial.
—No podría odiarte, le caes bien—la abracé para evitar que se levantara.
—Si pero no arruinaremos eso, levántate.
—¿No podríamos hacer algo más productivo?—le solté un beso en la mejilla.
—¿No que querías dormir?
—Cambie de idea.
—He creado un monstruo—se quejó, pero aún así me besó.
Habíamos aprovechado que su casa estaba sola a causa de que todos sus compañeros de vivienda se habían ido por las vacaciones de invierno. Virginia solo había vuelto a casa para pasar la cena con nosotros y decidimos pasar el tiempo juntos, y cuando digo que aprovechamos fue porque en serio lo hicimos.
Ayer tuvimos nuestra primera vez, y aunque ya había dormido a lado de ella cuando nos volvimos novios, anoche lo que menos hicimos fue dormir. También pasó lo mismo en la mañana y por eso yo quería seguir durmiendo antes de tener que ir a casa, aunque ya es algo tarde para eso.
Tal vez fue muy pronto para que diéramos ese paso, apenas llevamos poco más de un mes juntos, pero no nos importó. No siento que estemos yendo rápido o forzando las cosas, simplemente se dio el momento. Definitivamente no me arrepiento de ningún minuto gastado a lado de ella aunque sea un tiempo relativamente corto.
(...)
Cruzamos la puerta de mi casa con temor a escuchar los gritos de mi prima ya que ahora sí era un poco tarde. De seguro nuestra ayuda ya no era tan requerida pero la intención es lo que cuenta.
—Hasta que llegan. Lia estaba a punto de gritarnos a todos porque dice que no ayudamos—dijo Abigail, quien solo estaba en el sillón cambiando de canal en la televisión.
Se veía aburrida y algo triste.
Su novio estaba pasando estas fechas con su familia. Igual el novio de Lia así que las dos habían estado insoportables estos días, al no encontrar a quien estar fastidiando, se lo habían cobrado conmigo y mis hermanos.
—No es excusa para que no hayas ayudado a nada—Luis se sentó a lado de ella.
—Yo no estudio gastronomía como Lia, todos saben que si entro a una cocina puedo morir. No molestes.
—Yo tampoco y eso no impidió que limpiara toda la casa.
—Pues no te pregunté.
—¿Dónde está Iván?—pregunté para terminar con su disputa.
—En la cocina, es el único que no pudo escapar de ayudarle a Lia para cocinar—Luis dijo con fastidio.
—Iremos a ayudarle a Lia—tomé la mano de Virginia y fuimos con ella.
—Espero que tengan una buena excusa para llegar a esta hora—Lia si que estaba estresada. Se movía ágilmente por la cocina con una cara de querer aventar todo e ir a dormir.
Entiendo que preparar una cena sola para todos puede ser un poco difícil pero tal vez está exagerando un poquito.
Tenía al pobre Iván picando cebolla y casi llorando.
—Lo sentimos, tu primo no me dejó salir de la cama—dijo Vir con una inocente sonrisa.
Sí, ya se había tardado en hablar libremente sobre eso y no hay queja, incluso eso había extrañado sobre todo porque ahora se trataba de mí.
—No puedo creer que Jorge tenga novia e incluso una vida sexual más activa que la mía—Iván se quejó todavía llorando por la cebolla.
—Entonces... ¿quieres que ayudemos en algo?
De inmediato Lia se puso a darnos órdenes para ayudarla a terminar todo. Se puso un poco gruñona pero creo que hicimos bien nuestro trabajo. Luego transportamos todo a la mesa y esperamos pacientemente a que Lia fuera a cambiarse de ropa puesto que solo olía a comida por pasar todo el día en la cocina.
Cuando bajó todos nos acomodamos en la mesa y cenamos en medio de pláticas normales. Era raro porque se estaban comportando normales, no estaban peleando o haciendo comentarios sarcásticos, de hecho dan miedo.