Capitulo XI

Al punto en que llegamos a quedar muy cerca ambos, el me tomo por la cintura y me acerca vas a su cuerpo, sentía una corriente eléctrica recorrer mi cuerpo, mire sus ojos y eran diferentes, nos acercamos poco a poco moría por sentir sus labios junto a los míos, poco a poco nos acercamos y coloque mis brazos por su cuello tomando su rostro y nos besamos, comenzamos a caminar hacia atrás me cargo y yo rodé su cintura con mis piernas me recostó sobre la cama y seguíamos besando, de nuevo volví a sentir esa electricidad recorrer mi cuerpo me sentía muy nerviosa no sabía que pasaría en ese momento solo sabía que no podía parar de besarlo me abrazo aun más fuerte y continuamos besándonos el aroma de su piel era exquisito el sabor de sus dulces labios en verdad en ese momento todo era perfecto, todo a mi alrededor desapareció solo éramos el y yo no había más, comencé a darme cuenta que realmente no era tan patán y que Rous tenía razón es todo un caballero sus manos no fueron más allá del límite todo el tiempo permanecieron en mi cintura y en mi pierna tal vez el sentía la misma electricidad que yo pero fue muy respetuoso todo un caballero conmigo, después de terminar ese dulce y tierno beso su frente y mi frente quedaron unidas por un momento pude mirar sus ojos tan lindos y ese brillo que reflejaba sonreímos, me volvió a besar luego se puso de pie y se dirigió a buscar su playera estaba frente a su espejo sentí una gran necesidad de ir y abrazarlo, así que me puse de pie estaba tras él y lo único que dije fue.

Eres todo lo contrario a lo que realmente creía.

-Te dije que yo no quería que fueras una más, tu eres especial para mí- me dijo mientras me miraba con ternura, dios este hombre es perfecto.

Te quiero Leo.

-Te quiero más linda.

Lo abrace por la espalda y le di un beso en el hombro este se volteo puso una de sus manos en mi cintura y con la otra tomo mi rostro, me dijo que era especial le sonreí y luego me beso después termino de vestirse y se veía muy lindo.

Fuimos a la habitación de su hermana es una niña encantadora paso el tiempo, realmente fue increíble el tiempo con ellos, Leo nos dio un regalo me sentía especial y no sabía el motivo, Kely se quedo dormida Leo la cargo y la subió al auto él y yo permanecimos juntos frente al lago observando la noche después no supe lo que paso me quede dormida y eh despertado en la cama del príncipe, me sentía enamorada me levanto con un dulce buenos días y un desayuno exquisito, fue lindo desayunar con el platicamos un poco sobre nuestras vidas y cosas así, después del desayuno fui a ducharme y genial no había toallas.

Leo, tienes una toalla que me prestes aquí no hay.

-Jajaja, Jean te dije que me esperaras en lo que iba por ellas y no me hiciste caso.

Hay Leo no te escuche discúlpame y ahora.

-Abre.

Abrí la puerta, y regrese corriendo  a la ducha y al entrar me resbale por poco y me caigo pero por suerte no fue así escuche que Leo coloque las toallas dentro y se salió me seque el cuerpo y me coloque que mi ropa luego Salí a buscar mi ropa del día anterior porque no llevaba blusa y me pondría la de ayer pero no la encontraba de pronto escuche que la puerta se abrió yo solo estaba en  jeans portaba unos jeans negros unos tenis blancos y mi bra estaba de espaldas buscando mi blusa pero no la encontraba.

Oh linda lo siento creí que ya estabas vestida.

-No Leo no encuentro mi blusa de ayer.

Vaya.!, Creo que el personal se la ah llevado para lavar sin darse cuenta.

Me giro asía él y coloco  la toalla en mi pecho para cubrirme, sentí otra vez esa electricidad recorrer mi cuerpo y como Leo se acercaba lentamente hacia mí y me tomo del rostro y me dio un dulce y tierno beso en los labios y después me dio una de sus playeras, el se giro y yo me la coloque después de todo no la luzco tan mal Leo se giro nuevamente y se quedo mirándome.

Que tanto me miras.?

-Tú luces mejor mi ropa que yo jajá.

Hay no digas tonterías a ti te queda muy bien.

Me abalance sobre el haciéndole caer en la cama y yo me encontraba arriba de él.

Nos Besamos pero la alarma interrumpió nuestro beso ya era hora de ir al instituto.