Báthory:
Entre abrí los ojos débilmente y en los pocos segundos en los que los había mantenido algo abiertos pude ver árboles ¿Qué me había pasado? Traté de levantarme pero por otro mareo dejé caer mi cabeza nuevamente.
—Yo no haría eso— una voz de mujer capta mi atención de inmediato— al menos no hasta que recuperes el aliento.
Hago el mayor esfuerzo para levantarme y lo consigo. Mi corazón empieza a latir con fuerza y yo me apego hacia el árbol que se encuentra a mis espaldas seguramente, siento miedo de lo que tengo enfrente y mis ojos están a punto de salirse.
—No tienes que temerme querida Katrina— esboza una sonrisa mordaz.
¿Pero que era esto? Casi puedo pensar con claridad ¿Cómo es posible que tenga a la princesa Báthory enfrente? ¿Dónde está Desmont? ¿Dónde estaba él ahora mismo? Y lo más importante donde me encontraba ahora.
—Que hago aquí— digo temerosa— ¿Qué haces aquí?
Ella realmente es más hermosa de lo que imaginé, es más bella que en sus retratos del Castillo pero no parece buena. De hecho, parece que dentro de esa belleza única aguarda un monstruo.
Lleva un vestido de plata como en las épocas pasadas y su corona también es del mismo color, con puntas filudas debajo de un moño trenzado rubio recogido.
Sus ojos verdes me miran con emoción.
—Te he salvado de mi hermano Katrina, deberías agradecérmelo— otra sonrisa mordaz se dibuja en su rostro fino.
— ¿Salvado?— pregunto indignada— tú me has raptado.
Ella levanta la barbilla con altivez.
—No he hecho algo que Desmont no haya hecho contigo, si vas a compararme con un monstruo piénsalo bien antes de hacerlo— hace una pausa breve— pensé que la libertadora de mi hermano maligno sería diferente.
Fruncí el ceño confundida ¿Maligno? El príncipe no tenía ni un pelo de maligno y ella parecía que sí.
—Estás viva— trago saliva con dificultad y tenso la mandíbula.
—Oh si— me queda mirándome fijamente— claro que lo estoy querida y mi único deber en este mundo era mantener a mi hermano bajo siete celdas si ha de ser necesario, no obstante, tú has sido la culpable de su redención. ¿Sabes qué significa eso?
—Él no es maligno Báthory— digo con enojo.
— ¿Que puedes saber tú de la familia Real? Una simple humana que solo se traga las mentiras de un príncipe apuesto que regresa desde el más halla contándote la trágica historia de amor que sufrió cuando estaba vivo— se ríe con ganas— él esconde la verdadera razón por la que se encuentra en este mundo.
—No es cierto…
—Pregúntate a ti misma Katrina ¿Por qué estás metida en todo esto? Porque Hades le volvería a dar una oportunidad de vida cuando ya no tiene con qué pagar el precio, su alma ya le pertenecía; ¿Lo ves? Tú solo te mantienes segada por la belleza de Desmont.
Un nudo se forma en mi garganta, sus crudas palabras tienen sentido y muy en el fondo estoy empezando a dudar y sin querer se me cruzan las siguientes preguntas:
¿Con que había pagado su retorno al mundo? ¿Por qué Báthory y él estaban en una guerra si eran hermanos de sangre? Y si ella tenía algo de razón ¿Quién de los dos era realmente el embustero y maligno en esta historia?
—Eso creí— se mantiene en silencio por unos segundos— sin embargo, tú eres importante en todo esto y de lo único que me encargaré a partir de ahora es que mi hermano no te encuentre. No puedo hacer nada para regresarlo al inframundo pero si puedo interferir en sus planes y esperar a que se agote su tiempo de redención.
Levanté la mirada.
— ¿Tiempo? ¿Él tiene un tiempo?
—Claro que sí, corre desde el primer día en que fue liberado y de lo único que siempre sentiré lastima es de lo condenados que están a perderse entre sí.
— ¿Quiénes?— pregunto temerosa.
—Oh, no lo sabes ¿Cierto?— me sonríe animada— son como el sol y la luna ¿Lo recuerdas? Escrito en las estrellas, amándose el uno al otro y condenados a perderse y mantenerse lejos.
—¡¡No lo entiendo!! ¡¿Qué es lo que quieres?!— le grito hastiada de todo.
—Lo que quiero es mantenerte como mi prisionera Vasilisa— levanta la barbilla— sí, tú eres la reencarnación viva de la adorada Vasilisa y es por eso que solo tú podías liberar a mi hermano. Esperando durante años a que apareciera la llave de su redención y engañado por el mismo hades, un ser divino pero cruel; así como te hace favores te pide a cambio lo que le beneficia y te pone todo lo que necesitas en su tablero pero deja que tú solo te hundas buscando el significado de cada cosa.
— ¿Qué?
No era cierto, yo no podía ser Vasilisa, no era cierto, era Báthory quién se estaba tratando de meter a mi cabeza y volverme loca porque eso era lo que quería, lo que no entendía era porque estaban en una guerra ambos hermanos ¿Qué es lo que buscaba el uno del otro? Y porque yo estaba pagando las consecuencias.