El príncipe Desmont : Legados de Sangre l

CAPÍTULO 25: "Todo sobre Vasilisa"

Todavía absorta y cavilando en silencio, mantuve los ojos extraviados en cualquier lugar, negándome a creer todo lo que había dicho Báthory. Yo no podía ser Vasilisa, no podía ser yo la persona que Desmont amaba con todo su corazón, no quería creer nada de eso, porque yo sabía que Vasilisa dormía profundamente en su lecho o en esa nube anómala que alcancé a ver aquel día que visité los aposentos del príncipe.

Sólo quería engañarme porque sabía que estaba enamorada de su hermano.

— ¿Estás bien Katrina?

La voz la reconocí de inmediato así que levanté la mirada.

—Cassandra…— digo entre sorprendida y a la vez no— ¿Porque hiciste esto?

No lo había preguntado, se escuchó con desilusión, por haber traicionado a Desmont e incluso a Luigi.

—Lo siento, no lo entenderías si te lo dijera— hizo una pausa como reflexionándolo— La princesa siempre ha sido muy amable conmigo y cuando se me presentó… supe que debía seguir sirviéndole a ella, ese siempre será mi deber.

—Pero… traicionar a Desmont luego de saber su verdadera historia— me quedé indignada.

—Katrina, él ya no es quién solía ser— flota hasta llegar a mi lado— yo quiero al príncipe tanto como su hermana, pero la versión que es ahora no es a quién yo recuerdo. Un ser oscuro que se alimenta del miedo de las personas inocentes que son descendientes del apellido Montecasth, alguien que regresó al mundo solo para intercambiar a su propia hermana por el amor de Vasilisa.

— ¿Es cierto lo que dijo ella? — pregunté temerosa de oír lo peor.

Cassandra bajó la mirada y luego de unos segundos volvió a observarme.

—Todo es cierto, eres la reencarnación de Vasilisa en persona, muchas personas del pasado vuelven a reencarnar en el cuerpo de algunos descendientes infinitos que pudieron tener…

—Pero no es posible, yo no recuerdo absolutamente nada de lo que pudo haber ocurrido en una vida pasada— fruncí el ceño, incrédula.

—Sí que lo conmemoras. Los sueños que suelen tener las personas algunas veces son memorias del pasado y tú has tenido alucinaciones… ¿Cómo explicas lo que sentiste cada vez que te adentrabas en un recuerdo de Vasilisa?

Ella tenía razón, podía verlo con más claridad, porque todo tenía sentido después de todo. Fui la llave de la redención de Desmont y pude ver esas memorias que tenía con Vasilisa.

—Eso no importa ya, igual Desmont y yo estamos condenados a perdernos— incliné la cabeza algo afligida.

—Katrina— susurra captando mi atención— ¿Te has puesto a pensar… porque Vasilisa tuvo descendencias? Estaba muerta.

Parpadeé unas cuantas veces reflexionando mejor.

¿Cómo podía ser posible aquello? ¿Cómo podía tener descendientes si el Rey Magnus la había matado? O bueno a mí.

—Yo…

—Cuando Desmont murió consumido por el fuego, corrí al único lugar, aquel que descubrí cuando lo vi ir con Vasilisa— Báthory hizo aparición imprevista— la gran fortaleza mágica.

La princesa hizo emerger una nube con un movimiento suave de su mano derecha, mostrándonos su pasado, sin saber si lo inventaba, ya que posiblemente podía hacerlo con su magia.

Podía creer muchas cosas, pero en el fondo yo le creía.

Báthory permanecía ladeada al borde del lago cristalizado bajo la luna llena, tan brillante que incluso me hipnotizó, después, la aparición de Vasilisa saliendo de las aguas, nos dejó sorprendidas a Cassandra y a mí, parecía que no lo sabía todo como lo pensó ella, quizá porque ahora estaba viendo aquel recuerdo como una película gótica.

La mujer de cabellos rubios, casi albos con aquel vestido o tul blanco como su piel, llegó a la orilla completamente confundida y atemorizada.

— ¿Qué ocurre?

Báthory levantó la cabeza y la observó.

—Vasilisa…— tragó saliva con dificultad.

— ¿Qué hace princesa? ¿Qué hacemos aquí? ¿Qué sucedió? — ella se ladeó de tal manera que ahora podían verse el uno a la otra— ¿Dónde está el príncipe?

Báthory no sabía que decir y antes de poder inventarse algo, sus lágrimas advierten que pasó algo muy malo en la ausencia de Vasilisa, sólo así podría ver a la princesa llorar por primera vez.

Quizá el augurio de una pena enorme sintió el corazón de aquella mujer de melena alba como la nieve, sollozaba angustiada, tan inesperado que incluso la princesa se olvidó de su postura en aquellas épocas y la abrazó con fuerza. Mantuvo a Vasilisa entre sus brazos, ofuscada por la catástrofe que rompió a la familia real, el mismo rey Magnus había acabado con la vida de su propio hijo, el heredero al trono, su único hermano menor a quién había amado hasta el último día de hálito que tuvo y que lo más seguro; era que lo seguiría conmemorando con tanto sufrimiento.

Estaba claro que el amor prohibido de ambos había sido una tragedia, llevando al príncipe Desmont a ceder su alma desesperada al señor de los inframundos y luego… hallar su muerte temprana en las manos de su progenitor.

Ahora, para que las cosas no terminen mucho peor, Báthory tenía un plan.

—Todo va a estar bien Vasilisa— dijo soltando un suspiro prolongado.

‍​‌‌​​‌‌‌​​‌​‌‌​‌​​​‌​‌‌‌​‌‌​​​‌‌​​‌‌​‌​‌​​​‌​‌‌‍




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.