El príncipe Desmont : Legados de Sangre l

CAPÍTULO 39: "La graduación"

El tiempo ha transcurrido más rápido de lo que pensé, han pasado meses desde aquel día en que Desmont y yo somos solo uno, ha levantado su imperio tanto como ha deseado y estoy más que orgullosa de él. Sin embargo, yo he tenido que volver a Florida para retomar mi rutina de siempre en casa y en la preparatoria, terminar mis estudios a como dé lugar para así poder casarme con el amor de mi vida.

Hoy es el día de mi graduación por fin y además en un mes cumpliré un año más.

— ¿Ya estás lista cariño?— mamá me mira desde la puerta de mi habitación— no puedo creer que ya has terminado la preparatoria cariño mío, estoy tan orgullosa y feliz.

Se aproxima para arreglar el cuello del vestido que traigo puesto.

— ¿No es maravilloso? Luego de esto podré estudiar en la universidad— digo sin dejar de sonreír como una tonta.

El día de hoy he dejado de ser una cría y me pongo más que feliz por ello.

—Desde luego mi amor, ¿Desmont vendrá a la ceremonia?— pregunta luego de acariciar mi cabello que esta vez he decidido lacear por la ocasión.

—No lo creo, la tarea de ser un príncipe lo tiene más que ocupado— resoplo algo triste, no nos hemos visto desde hace más de dos semanas.

—Y anda acostumbrándote a la idea de estar realmente ocupado eh, que pronto serás una princesa y tendrás que hacer muchas cosas— comenta apenada, sé porque lo está.

—Mamá por favor no quiero que estés triste por eso ¿Si? Ya lo habíamos hablado— le cojo las manos.

—Sí lo sé cariño pero bueno, es normal que esté así, te vas a casar muy joven y yo sé el amor que se tienen pero créeme que ninguna madre está preparada para este momento.

—Lo sé, pero es lo que realmente sueño, es lo que me hará feliz— le doy un cálido abrazo mientras que ella besa mi frente.

—Bueno es hora de partir a la ceremonia, tu padre debe estar maldiciéndonos por la demora.

Ambas abandonamos la habitación y nos apresuramos en salir de casa, mi padre está esperándonos en el coche completamente listo y en cuanto se percata de nuestras presencias le da un vistazo a su reloj de mano.

—Se nos hace tarde mujer, se han demorado la vida allá arriba— comenta algo aburrido.

Mi madre suelta una carcajada al igual que yo.

Durante el transcurso a la preparatoria me quedo mirando a través de la luna polarizada del carro, debía irme despidiendo de Florida ya que pronto viviría en Transilvania, como de en cuento sería una princesa y viviría en un Castillo. La gente todavía no estaba al tanto del romance que teníamos Desmont y yo, había preferido mantenerlo en secreto por el momento para no tener que lidiar con la prensa y el cotilleo en la escuela.

Tan solo lo sabían Patt y Elena, mis amigos de siempre y claramente estaban más emocionados que yo.

En cuanto llegamos a la escuela, nos dirigimos más que apurados hacia la cancha de fútbol dónde sería la ceremonia de los recién graduados, nunca había sido popular ni mucho menos la ignorada no ignorada a quién solían acosar como en varios casos, siempre fui una alumna más pero Patt si había tenido uno que otro problema con Hunter y sus amigos. Nada serio como para poder declararlo el  pobrecito de la historia, siempre se la había pasado con Elena y yo.

—Pensé que no llegarías— Patt me sonríe— ya pronto pasaremos y Elena podrá dar su discurso ridículo.

— ¡Oye!— ella lo pilla por detrás y le lanza un manotazo en la cabeza— me he preparado como no tienes idea para este día ¿Si? Merezco algo de respeto.

Suelto una carcajada, como los extrañaría realmente pero claro que esto no sería una despedida.

—Bueno y… ¿Tu príncipe vendrá a esta ceremonia minúscula para todo de ensueño al que está acostumbrado a vivir?— pregunta Patt.

Elena suelta un bufido.

— ¿No sabes que Katrina es su vida? ¿En serio crees que va a faltar?

—En realidad sí, como verán tiene siempre el tiempo copado para cumplir con sus deberes de realeza y yo lo entiendo, igual no me molesta en nada, después de todo no falta casi nada para el matrimonio— digo todavía incrédula.

Luego de unos minutos más nos colocamos las batas y los gorros de graduados, la ceremonia comienza y cada alumno espera listo para recibir sus respectivos honores, Elena da un magnifico discurso que incluso me ha hecho soltar una lágrima de emoción, vaya, realmente antes soñaba con terminar la preparatoria y hoy estaba acongojada de ser así.




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