¡No, no! ¡No puede estar pasando! —era lo que gritaba la pequeña Val a las altas horas de la madrugada y Zeynep corrió a su cuarto para ver que sucedía.
—Tranquila mi niña, es sólo una pesadilla —fue lo que le dijo al despertarla mientras la intentaba reanimar con un grande abrazo.
—Soñé con papá, ¿dónde está? —le preguntó a su madre con una lagrima en el ojo.
—Papá se fue de viaje de negocios querida, regresará tan pronto como pueda —era evidente que eso era una mentira, a menos de que salvar el mundo fuera un negocio, en ese caso le estaría diciendo la verdad, pero eso es un tema más controversial y del cual no profundizaremos, pues nadie gana dinero por salvar el mundo. Los verdaderos héroes son anónimos; su intención principal es por el placer de ayudar y no de llevarse la gloria eterna, pero esa es otra historia. Zeynep no podía decirle a la pequeña Val que su padre había desaparecido, ¿cómo se lo diría? “Cariño, tu padre se fue y no sé cuando regrese” o “tu padre fue secuestrado por quien sabe quien, es probable que no lo volvamos a ver jamás” De tan sólo pensarlo se le rompía el corazón a Zeynep, de pensar que tal vez no lo volvería a ver. No podía ni imaginarse la reacción que tendría Val.
Ambos mundos estaban sincronizados en tiempo, pues el mismo tiempo que lleva Hakan en el mundo oscuro intentado derrotar a los inmortales, es el mismo tiempo que lleva Zeyneb buscándolo como loca. Por las mañanas llevaba a Val al colegio y en ese lapso que ella estudiaba, Zeynep recorría cada rincón en búsqueda de su amor. Conocía a Hakan y sabía que no iba a desaparecer por simple gusto, habían luchado tanto por estar donde estaban, que no podía creer los rumores del bazar; que se fue con su amante, pues más de uno logró ver el beso entre Hakan y Leyla. Fue un corto beso, pero que todos lograron ver y que Zeynep se rehusaba a creer. Zeynep no había perdido la esperanza un sólo segundo, sabía y tenía fe en que lo iba a encontrar sin lugar a dudas.
—¿Es cierto que papá se fue con su amante? —dijo la pequeña Val y Zeynep no lo podía creer, por lo visto los rumores habían llegado hasta la escuela. Zeynep sintió como su sangre hervía de coraje, pero tenía que comportarse a la altura por su hija, ¿Qué ejemplo le daría? Tal vez el enojarse sólo lo confirmaría en su mente y es algo que no deseaba, lo peor que a cualquiera le pueda pasar, es que las mentiras de los demás se vuelvan verdad en su ser.
—No mi cielo, papá no tiene ninguna amante y mucho menos se fue con ella. No hagas caso de lo que te digan.
—Nadie me lo dijo, yo lo vi —Zeynep no podía creer lo que escuchaba, ¿era eso posible?
—Seguramente viste mal princesa, eso no puede ser posible —respondió serenamente Zeynep mientras por dentro ardía en llamas. Ahora lo que deseaba era cuestionarla, preguntarle quien le dijo tal barbaridad al grado de convencerla. Pero Val no era un testigo a quien podía torturar, era su hija, el fruto de amor entre ella y Hakan.
—Lo vi en mis sueños, si es lo que me querías preguntar mami —Val le respondió sin siquiera Zeynep se atreviera a ello.
—Fue una pesadilla mi niña, nada más.
—¿Segura? Lo sentí tan real; primero papá besaba a Leyla en el trabajo, y después, justo hace unos minutos la volvió a besar —respondió Val y Zeynep ahora si estaba que se volvía loca, ¿cómo sabía el nombre de Leyla? Hakan nunca les comentó de ella, sin embargo, Zeynep —como cualquier mujer— gracias a su sexto sentido, averiguó que fue la ex de Hakan y ahora regreso de la tumba.
—¿Cuéntame cariño, cómo sabes eso?
—Ya te dije, lo vi en mis sueños —en cuanto Val recalcó su respuesta Zeynep se movió al siguiente cuarto y buscó entre las cosas de Hakan, precisamente en su baúl, agarró una foto de hasta abajo y regresó con su hija.
—Dime; ¿es ella la mujer que viste en tus sueños? —preguntó Zeynep mostrándole una foto de la ahora famosa Leyla.
—Síp, justo es ella. ¿Papá ahora se va a quedar con ella?
—No mi cielo, pero necesito que me cuentes con cada detalle, por más insignificante que creas que sea, tu sueño por favor. Desde el principio hasta el final —le pidió Zeynep y lamentablemente entendió que los rumores eran ciertos; Hakan se había ido con otra y ella le había heredado su función de oráculo a su pequeña, indirectamente claro, pues Hakan le contó que antes de que cambiara el curso del tiempo que el destino la había elegido para ser la oráculo. Val le contó cada pequeño detalle que era básicamente todo lo que ha ocurrido desde que Hakan se topó con Leyla. Desde su beso, el porqué lo llevó a su mundo y el porqué no ha regresado, pues le es imposible hasta que haya derrotado otra vez a los inmortales. Zeynep estaba tranquila al saber ahora que Hakan no las abandonó por gusto, pero le hizo sentir extremadamente triste el conocer que le costó tan poco trabajo el resistir los encantos de Leyla, aunque eso sería tema de otra ocasión, Zeynep se comprometió a estar con él en las buenas y en las malas, por lo qué su único objetivo actual, era traer a Hakan de regreso.
Editado: 15.10.2020