Hakan se sentó en aquel sillón viejo de la cabaña. Dejó de apuntar con la daga a Leyla aunque no la guardó, tenía que estar preparado para cualquier situación y la defensa es algo que no podía darse el lujo de perder en estos momentos. Leyla le contó al pie de la letra la historia de Adalet, su historia y el porqué no deseaba, pero tenía que eliminar a los inmortales. El viajar por el mundo le abrió los ojos, su mente y le hizo ver que inmortales y humanos pueden convivir sin problema. Que querer regresar al pasado, a su mundo oscuro era simplemente rechazar adaptarse a su nueva realidad. El ser humano se ha adaptado a sin fines de circunstancias, desde cazar mamuts hasta como poder conquistar a la chica que te gusta por mensaje de texto ¿si ellos pudieron adaptarse, por qué los inmortales no?
Su historia era muy convincente. Hakan le quería creer, pero, verla enfrente de él con el mismo rostro y cuerpo de Leyla le impedía hacerlo. ¿Cómo hacerlo si la verdadera Leyla murió a costa de las mentiras y engaños de Faysal? Gracias a Valeria aprendió a no juzgar por su ser, sino por el actuar de sus semejantes… pero… si era así, ¿por qué le mintió? ¿Por qué no le contó la verdad desde un principio? Tal vez Hakan hubiera aceptado y se hubiera ahorrado toda esta preocupación —refiriéndose a que no sabía cómo se encontraba Zeynep, ni siquiera si la volvería a ver— Sólo sabía que no podía confiar en alguien que no había sido honesto con él.
—Sólo quiero regresar a casa, si me ayudas a lograrlo, te ayudaré, pero no más mentiras —los ojos de Ley…perdón, de Adalet se iluminaron pues recibiría la ayuda de Hakan.
—¡Hecho!
—No tan rápido que no he terminado. Quiero ver al protector de este mundo —dijo Hakan y la cara de Adalet ya no era tan carismática como se veía hace unos segundos.
—No es posible, el universo puede colapsar, el oráculo me prohibió hacer justo eso. Por eso fingí su muerte.
—Es mi condición, tómalo o déjalo —finalizó Hakan y no dijo más. Se hizo un silencio muy incomodo, Adalet no decía nada… de hecho sus ojos se pusieron en blanco y cayó inconsciente sobre la cama. Hakan se levantó rápidamente para intentar reanimarla.
—¡Leyla, despierta! —gritaba Hakan, le costaba llamarle por su verdadero nombre; Adalet. Pero ella no respondía. Sus signos vitales eran normales, se podía apreciar como su pecho inhalaba y exhalaba aire lentamente.
Adalet, a pesar de estar inconsciente pudo ver una visión, de hecho por eso se desmayó, pues se trataba del mensaje que la pequeña Val mandaba para Hakan. Adalet se levantó de un golpe y lanzó a Hakan contra la pared y comenzó a hacer movimientos extraños con sus manos, con el fin de responderle a Valeria que no se metiera en sus asuntos y que su padre; Hakan, jamás regresaría con ellos.
—Está bien, vamos a que conozcas a tu doppelganger —dijo Adalet decidida mientras Hakan apenas se recuperaba de su golpe.
—¿Qué fue eso?
—No fue nada, sígueme —dijo Adalet y salió de la cabaña esperando que Hakan fuera tras ella, pero no lo hizo. Él sabía que pasaba, ya lo había visto antes en Zeynep cuando era oráculo,
—¿Qué esperas? ¿No que querías conocerte? —preguntó Adalet que regresaba a la puerta de la cabaña para apurarlo.
—Sí, vamos —dijo él y fue con ella por toda la ciudad. Ya se hacía de noche y empezaba a oscurecer. Llegaron al barrio más lujoso de Estambul y entraron lo que parecía ser una mansión, la casa era inmensa. Pasaron todo el pasillo principal y hasta el fondo, dentro de un cuarto que ni siquiera tenía candado, ahí se encontraba el Hakan de este mundo.
—Dame cinco minutos para hablar con él. Si te ve sin siquiera un aviso, algo muy feo pasará.
—No, se trata de mí y soy fuerte, créeme que lo soportaré.
—Yo sólo te advierto, si terminas destruyendo este mundo será tu culpa.
—En realidad será tuya, tú me trajiste en contra de mi voluntad, ¿recuerdas?
—Lo que digas —le respondió Adalet y ambos entraron al mismo tiempo. El Hakan de este mundo se encontraba amarrado a una silla y se veía débil. El instinto de Hakan segundo —así le llamaremos al Hakan que no pertenece a este mundo para diferenciar— corrió con él para liberarlo, Adalet intentó interponerse, pero no lo logró y Hakan la mandó a volar de un golpe unos cuantos metros.
—¿¡Qué hiciste!? —preguntó Adalet aterrada al ver que ya era tarde para tratar de impedirlo nuevamente, pues ya lo había liberado.
—Hice lo que tenía que hacer —respondió Hakan segundo con confianza.
—Muchas gracias hermano, te estaré eternamente agradecido —le respondió Hakan primero —el de este mundo paralelo— y caminó lentamente hacía su doble, le dio un puñetazo directo a la cara, el cual lo tumbó. Le quitó la daga y ahora se dirigió con Adalet. Ella trató de correr para escapar, pero ya era muy tarde. Hakan primero le había clavado la daga en la espalda baja para detenerla y matarla.
—¡No! —gritó Hakan segundo. Trató de levantarse tan rápido como pudo para ir con ellos, pero siquiera antes de poder levantarse, Hakan primero dijo unas palabras en latín y desapareció antes los ojos de ellos. Cuando Hakan llegó con Adalet, ella deliraba y a duras penas le pudo explicar que Faysal no sólo había matado a la Leyla de este mundo —como ya sabía— sino también, Valeria había asesinado a Zeynep y esa fue la gota que derramó el vaso. Gracias a eso Hakan perdió la esperanza, misma que recuperó hasta que se enteró que había otra Zeynep en otro universo. Sí, aquel mundo paralelo donde ellos sí tuvieron un final feliz. Hakan primero había matado al oráculo e iba a transportarse a ese mundo, pero el oráculo se suicidó antes de lograr fallecer para pasarle su energía a Adalet, y le indicó que trajera a Hakan del final feliz sin importar el medio, la forma ni efectos secundarios. Para así asesinar a sus hermanos inmortales, y por último ella, para regresarle a Hakan segundo su gloriosa vida que se ganó con tanto derecho.
Editado: 15.10.2020