El Pulso de Kira.
El resplandor dorado del Protocolo de Cronos envolvió la Bóveda Geotérmica. Para todos, excepto para el artefacto mismo, el tiempo se había congelado en un bucle de apenas un segundo. La gota de agua que caía del casco de Vance se detenía y regresaba, eternamente.
Kira alzó el dispositivo EMP de Nido. Sabía que un pulso electromagnético bajo el agua se disiparía rápidamente, pero era su única opción para romper el bucle temporal.
—¡Ahora, Elías! —gritó Kira.
Kira apretó el gatillo..
Una ráfaga de energía silenciosa brotó del dispositivo. El EMP golpeó el Protocolo de Cronos. Por un instante, la esfera de cristal tembló y la luz dorada se apagó. El bucle temporal se rompió.
El Despertar.
El tiempo se reanudó. La gota de agua cayó. Pero el efecto no fue el esperado.
El pulso del Protocolo de Cronos, aunque interrumpido, había afectado el entorno. La arena y las rocas cercanas a la Bóveda comenzaron a moverse, pero en reversa. Un trozo de metal oxidado se desoxidó y volvió a tomar su forma original.
—¡Kira! ¡El pulso EMP no lo desactivó, lo desestabilizó! —gritó Vance, horrorizado—. ¡El Protocolo está invirtiendo el tiempo de forma aleatoria a nuestro alrededor!
Seraphina, al darse cuenta de que su control se había perdido, gritó de frustración. —¡Maldición, La Vigilancia!
El Combate en Reversa.
El enfrentamiento se volvió surrealista.
Un mercenario de El Fénix disparó un arpón. El arpón voló hacia adelante, se detuvo, y regresó a la mano del mercenario en cámara rápida inversa.
Kira vio cómo la herida en el brazo de uno de los soldados que neutralizó en el Capítulo 4 se curaba y la sangre regresaba a su cuerpo.
Vance se movía para evadir el impacto de un cable, pero vio cómo sus propias huellas en el sedimento se desdibujaban mientras el sedimento regresaba a su estado anterior.
Seraphina no perdió la calma. Ella usó la confusión del tiempo invertido para su ventaja.
—¡No pueden pelear contra la historia! —gritó Seraphina.
Ella se abalanzó sobre Vance. Sabía que él era la llave.
La Captura de Aelarion.
Kira intentó proteger a Vance, pero el espacio temporal distorsionado era demasiado confuso.
Ella lanzó una patada, pero la patada se detuvo a medio camino y la fuerza la empujó hacia atrás.
Seraphina, usando su conocimiento de las fluctuaciones del Protocolo, atrapó a Vance.
—Tú vienes conmigo, Profesor. No puedo reescribir la historia sin el Pergamino de Metal.
Seraphina extrajo un gancho de agarre modificado y lo disparó hacia su sumergible de escape.
Vance forcejeaba, pero el efecto del Protocolo lo ralentizaba. Logró activar el comunicador.
—¡Kira! ¡Protocolo de Cronos activo! ¡Seraphina nos lleva a la superficie!
Seraphina y Vance fueron arrastrados por el gancho hacia el vehículo de El Fénix.
La Decisión de Kira.
Kira se quedó sola en la Bóveda Geotérmica. La esfera del Protocolo de Cronos seguía encendida, emitiendo pulsos descontrolados de tiempo invertido. Si lo dejaba, la desestabilización podría tener consecuencias catastróficas.
Opción A: Perseguir a Seraphina y salvar a Vance, arriesgando el Pergamino y la activación total de Cronos.
Kira apretó los puños. Su deber como miembro de La Vigilancia era salvar el mundo, no a un individuo. Pero Vance era su vida.
Kira se dirigió a la Bóveda, ignorando el rastro de Seraphina. Ella tomó el Pergamino de Metal y lo colocó sobre el Protocolo, buscando la secuencia de cierre que Vance le había enseñado.
—Lo siento, Elías. Pero el mundo te necesita.