El Protocolo de Cronos . (parte 4 )

Capítulo 6: La Secuencia de Desconexión

​La Paradoja de Kira.
​Kira observó la Bóveda, que ahora pulsaba con una luz estroboscópica dorada. Cada destello era una micro-inversión temporal. Sabía que cada segundo que perdía asegurando el Protocolo de Cronos era un segundo que Seraphina usaba para poner más distancia entre ella y Vance.
​«Elías confía en mí. Sé lo que tengo que hacer», pensó.
​Con un temblor en las manos, Kira colocó el Pergamino de Metal sobre el pedestal de cristal del artefacto. Las runas del pergamino se iluminaron, revelando una secuencia de símbolos que representaban la Secuencia de Desconexión que Vance le había enseñado a memorizar. Era una llave de software diseñada por el propio Vance para apagar el sistema en caso de emergencia.
​El Protocolo emitió un zumbido agudo, luchando contra el código de anulación. Los pulsos de tiempo invertido se intensificaron. Un banco de arena cercano se levantó, se reformó en su forma original y luego se disolvió de nuevo en sedimento.
​Kira tecleó la secuencia, letra por letra, símbolo por símbolo, usando el panel táctil lateral del Protocolo. Finalmente, introdujo el último segmento: un símbolo que significaba Anulación Temporal.
​Estabilidad y Reporte.
​Con un chasquido sordo y un estallido de luz blanca, el Protocolo de Cronos se detuvo. La esfera de cristal se apagó, quedando como un objeto inerte en el pedestal. El tiempo, al fin, se había reestabilizado en la Bóveda Geotérmica.
​Kira respiró, con la adrenalina todavía latiéndole en las sienes. El mundo estaba a salvo... por ahora. El Protocolo ya no estaba activo, pero la esfera y el Pergamino de Metal seguían en sus manos.
​Inmediatamente, activó su comunicador satelital de largo alcance.
​—Ariadne, aquí Kira. El Protocolo de Cronos ha sido neutralizado. Repito, Protocolo neutralizado.
​La voz de Ariadne, el cerebro de La Vigilancia, se escuchó tensa a través de la estática.
​—Recibido, Kira. Nido me ha alertado de fluctuaciones temporales masivas. Tuvimos informes de un tren que llegó a una estación antes de haber salido. El caos es manejable, pero esto es solo el principio. ¿Estado de la operación?
​Kira sintió un nudo en el estómago.
​—Fallida. Seraphina nos tendió una emboscada. Logré asegurar el Protocolo y el Pergamino, pero... el Dr. Aelarion fue capturado. Se lo llevó El Fénix. Están en ruta hacia la superficie.
​Hubo un silencio sepulcral en el comunicador.
​El Nuevo Protocolo: Rescat
​—Seraphina tiene al único hombre que sabe cómo hacer funcionar esa cosa, y peor aún, cómo desactivarla permanentemente —dijo Ariadne. Su tono cambió de analítico a resolutivo, como el de un general dando órdenes de batalla—. Kira, tu misión ha cambiado.
​—Mi misión es… —Kira empezó a prepararse.
​—Tu misión es prioridad uno: Encuentra y recupera al Dr. Aelarion. El Fénix te usará como cebo para sacarlo de su escondite o lo torturará para que descifre el Pergamino sin el artefacto. Necesitamos que lo encuentres antes de que lleguen a su base, o será demasiado tarde.
​—Entendido. ¿Tenemos una ruta de escape para mí?
​—Sí. Nido está redirigiendo un submarino no tripulado a tus coordenadas para que te saque de la Bóveda. Una vez en la superficie, busca el Plan B: la cabina de extracción rápida de Aelarion. Estará camuflada.
​La Caza.
​Kira se dirigió a un compartimento de almacenamiento de emergencia que Vance había instalado, diseñado para un cambio rápido. Se quitó el voluminoso traje de buceo y se puso un ligero traje de infiltración negro y reforzado de La Vigilancia.
​Mientras esperaba el dron de rescate, Nido proyectó un mapa holográfico en la pared de la Bóveda.
​—Kira, el sumergible de Seraphina ha dejado la fosa. Detecto su firma térmica dirigiéndose a un punto de reabastecimiento en el Pacífico Norte. Es la base de operaciones encubierta de El Fénix.
​—Dame la ubicación —dijo Kira.
​—Enviándola al GPS de tu traje. Pero tendrás que salir a la superficie y volar. El Fénix se mueve rápido.
​Kira cogió el Protocolo de Cronos (la esfera de cristal) y el Pergamino de Metal, y los guardó en un contenedor blindado en su espalda. Miró por última vez el pedestal vacío donde el artefacto había causado el caos.
​—Dile a Ariadne que activen todas las redes. No me detendré hasta tener a Vance de vuelta. Y cuando lo haga, El Fénix deseará poder invertir las últimas veinticuatro horas.
​El submarino de rescate no tripulado de La Vigilancia llegó a la entrada de la Bóveda. Kira entró, lista para ascender desde las profundidades del océano a la frenética superficie del mundo en busca de la única persona que le importaba. El rescate del Dr. Elías Vance había comenzado.




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