Jafar, el piloto de Lena, maniobró la embarcación de alta velocidad a través de las olas agitadas del Pacífico. Sacaron a Kira y Vance de las aguas heladas.
Kira, exhausta pero ilesa, se aseguró de que Vance estuviera cubierto con mantas térmicas. El golpe de Seraphina en la sala de cerámico le había afectado, pero no tenía heridas graves. El Pergamino de Metal y el Protocolo de Cronos estaban a salvo.
—Lo hicimos, Elías —susurró Kira, abrazándolo.
—Sí, Capitana. Pero esta vez, la victoria se siente... incompleta —respondió Vance, señalando la Base 7 que se alejaba en el horizonte.
Jafar se comunicó con La Vigilancia. —La Base 7 está enviando patrullas, pero no pueden seguirnos. Navegamos a máxima velocidad.
El Plan Frío de Seraphina.
Mientras el equipo de La Vigilancia escapaba, la escena en la Base de Operaciones 7 era la de la derrota.
Seraphina observaba la diminuta embarcación de Jafar por el visor de su muelle de carga. Sus puños apretaban con una rabia fría. Había perdido el control financiero (Cripta) y el control temporal (Cronos).
—Han neutralizado el Protocolo, Comandante. No podemos reactivarlo sin el Pergamino y el conocimiento del Profesor —dijo el Teniente, el mercenario que sobrevivió a Kira.
Seraphina se giró. Sus ojos eran fríos como el Ártico. —¡No he perdido! He ganado algo mucho más valioso. Sé exactamente lo que más aman.
Seraphina proyectó un mapa holográfico: el archipiélago de las Azores.
—La Vigilancia volverá a su nido. Pero no atacaremos la isla. Atacaremos su red de apoyo. Su debilidad es su fe en la tecnología.
Seraphina sonrió, una sonrisa sin alegría. —Contacten con mi contacto en el 'Proyecto Atlas'. Es un antiguo aliado de mi padre, experto en ciber-guerra atlántica. Necesitamos un pulso de software que destruya la red de Nido y las defensas de Lena.
—Pero, Comandante, el 'Proyecto Atlas' es ilegal y peligroso. ¿No es eso lo que el Cónclave quería evitar?
—El Cónclave ha muerto. ¡Ahora, yo hago las reglas! —gritó Seraphina, su voz volviéndose maníaca—. Vamos a borrar el apoyo de La Vigilancia. Atlas se encargará de Nido. Y luego, ¡iré por su Capitana y su Profesor!
El Refugio de La Vigilancia.
Horas después, el equipo de Kira se reunió con Ariadne y Lena en una base secreta de reabastecimiento en una isla remota.
Ariadne analizó el Protocolo de Cronos inactivo. —El pulso de Nido fue perfecto. Está inerte. Pero es voluminoso. No podemos llevarlo a todas partes.
—Tendremos que esconderlo en un lugar seguro. La Bóveda Geotérmica era perfecta, pero ahora Seraphina lo buscará allí —dijo Vance.
—Hay un lugar mejor —intervino Lena Voss. Ella señaló un punto en el mapa: una bóveda de datos que ella misma había construido bajo la Isla de Pascua. —La tecnología está mezclada con geología. Incluso El Fénix no puede penetrarla.
Kira asintió. —Llevaremos el Protocolo a Isla de Pascua. Pero primero, tenemos que prepararnos para la revancha.
Vance tomó la mano de Kira. —Seraphina va a atacar nuestra base. Lo sé. Ella no puede ganar sola. Buscará alianzas. Alianzas antiguas y peligrosas.
El último gancho: La amenaza era clara: Seraphina había activado el 'Proyecto Atlas'. Nido era el próximo objetivo, y la guerra tecnológica estaba a punto de empezar.
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