El psicólogo incompetente

Capítulo 29

(…)

¿Dónde está James? Va a llegar tarde a la ceremonia. Salgo de la iglesia una vez más para ver si llega, veo su auto venir pero quien conduce no es James, es el fastidioso de su padre que se acerca a mí. Cada pedazo de mi piel se eriza al ver ese hombre, si está aquí no puede ser por una buena razón, él me odia, y no puedo reprochárselo, metí a su hijo en un mundo que lleva años ocultándole. 

—Tenemos que irnos. —dice tirando la puerta con fuerza tomándome de un brazo

— ¿Qué por qué? — ¿de qué me estoy perdiendo? Yo me suelto de su agarre— ¿Dónde está James? ¿Le ha pasado algo?

—Aquí no puedo explicarte y tenemos que irnos antes de que se den cuenta.

¿Cuenta de qué? Él hombre me toma por el brazo otra vez, —que insistente —y me hala hacia su auto. Sigo buscándole una explicación a todo esto. Yo subo de mala gana, si tenía que hacerlo para que me contestase lo haría.

— ¿Ya puedes explicarme que pasa? —él fastidio se me nota, odio que le dé tantas vueltas a la situación, quiero una explicación — ¿Dónde está James?

—Está loco, ella lo tiene totalmente embrujado.

— ¿Ella? —estoy empezando a perder la paciencia.

—Ella, la chica. Él está convencido de que la ama y se la ha llevado del reformatorio para “salvarla”

¿Qué? ¿Cómo se atreve? Después de todo lo que he hecho por él, solo me ha utilizado y manipulado, solo me tenía lástima. Encima se ha dejado envolver por esa, lo sabía, desde el día que los vi besarse, pero pensé, pensé que había logrado recuperarlo hacer que me amase.

—Para el auto —pido.

— ¿Qué? 

—No voy a ser nada más por tú hijo, él no lo merece.

— ¿Qué? No entiendes, ella lo tiene manipulado y tú, tú estás en peligro. Ellos te torturaran por tal de encontrarla.

—No me importa.

Ya no me pueden hacer más daño, si no sirvo para ser amada mi vida no vale de nada. Prefiero morir pagando por no obedecer a los que de verdad debía lealtad. 

—Sé que te quiere, lo que está demasiado inmerso, incluso fue él el que me pidió que te protegiera y que lo perdonases.

¿Perdonar?

—No entiendes, le advertí varias veces de ella y no me escucho. Di lo mejor de mí para ganar su amor. Ella pudo hacer algo pero solo si él lo consintió. Le mostré nuestro mundo, le di las llaves de la verdad para protegerse de su manipulación, le abrí mi corazón y nada d eso bastó. Quiero que me dejes. Si encuentro a tu hijo ahora seré una cazadora haciéndole pagar, no tendré compasión.

Mi corazón está roto, roto en mil pedazos.

—Ann por favor, sé que no nos llevamos bien pero…

— ¡Solo detén el auto! —él frena en seco —Salva tú a tú estúpido hijo, yo ya no quiero saber nada de él —doy un portazo que casi desarma la puerta del auto.

El polvo con sabor a humo del coche hace que tosa. Maldito James, lo odio, la odio a ella.

 

 

(…)

La noche nos envuelve, Amy va dormida en mi regazo mientras Mark conduce adelante. Mis ojos también casi se cierran, saco mi reloj de bolsillo que muestra que ya son más de las doces, muevo a Amy un poco.

—Hey —ella se despierta lentamente con un bostezo —Felicidades cumpleañera.

— ¿Qué? ¿Cómo sabes que es mi cumpleaños? —susurra medio dormida aún.

—Está en la lista de las cosas que tenemos que hablar —respondo pegado a su oido para que Mark no me escuche

—No me gusta mi cumpleaños y te suplico que… —corto su frase

—Antes que digas nada, ten —alargo el brazo en que tengo una pequeña cajita para ella

— ¿Qué es esto? —Lo toma sorprendida —en serio, no me gusta mi cumpleaños

—Léelo —, y ella se queda con una cara de asombro. Saca el pequeño papel que le desea el feliz cumpleaños y debajo está el collar que le perteneció a mi madre, siempre lo guardé para alguien especial y Pamela tubo la delicadeza de devolvérmelo después de romper.

—Gracias, es hermoso pero no me gusta celebrarlo. Hoy murieron mis padres biológicos– me recuerda y su rostro cambia a uno tremendamente melancólico y yo me siento terrible por no acordarme y ser tan jodidamente insensible.

—Sería una pena que alguien más lo usara porque sin duda no estaría en su mayor auge. —Se ríe —Ellos desearían que fueras feliz y vivieras y eso voy a hacer. 

No lo he tenía en cuenta, sus padre, su historia, ellos también eran vampiros, cuidando una niña hija de dos miembros de la organización lo más seguro ¿Qué pasaría con ellos? ¿Por qué la dirección en los archivos de Chester no era de ellos? Bueno la casa de donde salió ella pertenecía a los vampiros, seguro que fue esa la dirección a l que llego la carta. Si lo pienso bien no es muy lejos de aquí.

—Sigo pensando que no debiste arriesgarte así, soy peligrosa.

— ¿Eres una asesina serial o qué? —pregunta Mark que al parecer nos estaba oyendo.

Amy se retrae contra mi cuerpo.

—Mark, se amable. Sabes tú antigua casa no está muy lejos de aquí. ¿Quieres pasar? 

—No sé si deba.

Mark detiene el auto frente a una de las casas del pequeño poblado. Amy y yo bajamos, un momento de privacidad nos vendrá bien para aclarar ciertas cosas. 

— ¿Entramos?

—No lo sé, —dice pero empieza a caminar hacia la casa, entra y yo espero fuera.

Tarda un rato y luego sale y sin decir palabra me lleva hacia dentro.

Era bastante acogedora por dentro, paredes pintadas de negro y blanco, jarrones antiguos, muebles de madera bien tallados. Entramos en su habitación, era morada, una cama pequeña al centro y alrededor en un gran armario, ciento de peluches. No hay fotos, lo cual llama mi atención. Salimos al jardín y sigue sin decir una palabra.

—Gracias —murmura —gracias por traerme a casa. Hay otro sitio al que me gustaría llevarte. ¿Tenemos tiempo?

—Creo que si. 

Caminamos un par de pasos en el patio trasero de la casa que da hacia un bosque. Entre la hierba alta se ve la marca de unas piedras que se alzan dos tumbas, las tumbas de sus padres. 



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En el texto hay: misterio, amor, vampiro

Editado: 10.11.2022

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