KATHERINE
Golpean la puerta y eso hace que cierre la boca. ¿De verdad iba a soltar eso como si nada? Además, ella debe estar muy cansada, a viajado y escapado todo el día y yo aquí trayéndole mas problemas.
Alison me mira, como si quisiera que siguiera hablando, pero al mismo tiempo le dice a la persona del otro lado que pase.
—¿Estás bien? – él le pregunta a Ali, mientras que yo bajo la mirada.
—Si ¿Por qué lo preguntas? – levanto la cabeza y encuentro a Alex mirándome fijamente. – ella no puede irse de la habitación, están ocupando su pieza y no pienso dejar que se quede sola en el living.
Él deja de mirarme y se concentra en Alison. Ambos se miran a los ojos fijamente, pero por las expresiones se nota que hablan telepáticamente sobre un tema delicado. La cara de Alison es solo miedo. Sacan sus celulares; Alex aprieta unos botones en el celular de él y luego un sonido de notificación llega al celular de Alison. Cubre su boca con una mano mientras que en la otra tiene el celular, sus ojos botan algunas lagrimas.
Yo solo escucho lo que su celular dice.
—El famoso empresario Carlos Muñoz, padre de Richard Muñoz, a sufrido un ataque de una extraña chica. “IceGirl” le llama la sociedad. Hay demasiadas teorías entre buenas y malas sobre esta chica, pero las que mas se remarca es que es un peligro para la sociedad, un fenómeno que hay que capturar antes de que dañe a mas personas. En este video vemos que está en el primer piso del edificio y congela el suelo mientras escapa con un hombre. Ya se les informó a las fuerzas armadas y todos los que están de acuerdo con la seguridad del país. Si alguien la ve, debe informar, sino se les contará como cómplices. Pueden llamar a los números que aparecen en pantalla…
Ella no para de llorar.
—Piensan que soy un monstruo. – Alex se acerca a ella mientras aún me mira serio y la abraza para darle fuerzas, intentando que sus pieles no se rocen.
—No eres un monstruo, solo somos distintos y eso la gente no lo sabe. No sabe que algún día nosotros estaremos ahí para protegerlos. Las personas por naturaleza estamos hechos para juzgar sin saber y esa es la razón de que nosotros estamos aquí. Tenemos que hacer una diferencia. – le consuela.
No deja de mirarme y eso hace que me sienta nerviosa, extraña… ¿Por qué me mira así? ¿Estará en este momento leyendo mi mente? ¿Abra leído mi mente en el momento en que iba a confesarle mi secreto a Alison? Si ese es el caso… estoy muerta.
—Debo. – mi voz salió como un susurro, aclaro mi garganta. – debo ir a ver a mi mamá. – aviso con mas seguridad, parándome de la cama.
—Te acompaño, tengo que ir a mi habitación. – Alex dice muy serio.
Salgo por la puerta lo mas rápido posible para ir a las escaleras. En mi muñeca sentí algo que la rodeó con una temperatura muy elevada.
—Espera. – dice firme. – dime la verdad. – me suelta y sus ojos se vuelven rojos. – ¿Cuáles son tus intenciones con esta familia? – con eso compruebo que leyó mi mente.
—No son malas, te lo prometo. – empuño mis manos y estas empiezan a sudar, intentando evitar tocarlo.
Cierro mis ojos por la misma razón, estos siempre me delatan. Él suelta una risa demasiada falsa.
—Ahora dime la verdad.
—¿Por qué me preguntas si puedes leer mi mente? – abro mis ojos y los suyos vuelven a la normalidad con asombro comprobando lo que temía… mis ojos cambiaron.
—Porque quiero pensar que lo que vi no es real, porque no quiero pensar tu eres la mala de la historia. – su voz demuestra desesperación. Me acerco a él y lo miro fijamente elevando la cabeza.
—Yo no soy la mala de la historia, repito, no tengo malas intenciones, mucho menos con esta familia que me ha acogido desde que llegué sin tener que pagar nada. Estás confundido. – él acerca su cara a la mía.
Me iba a besar como pasa en las películas, pero dos cosas pasaron rápidamente por mi mente: primero, no quiero dañarlo, mis ojos aún están del mismo color y la ansiedad no se ha ido.
Segundo, Kahel.
Me separo dando dos o tres pasos hacia atrás, no lo sé.
—Lo siento, no puedo. – me doy media vuelta y me dirijo al baño mas rápido que antes.
Abro la llave de agua y mojo mis manos. Saco una toalla y la muerdo con todas mis fuerzas, para que la sensación se vaya. También aprovecho de llorar todo lo que no he podido.
Al terminar sonrío al espejo mientras me seco la cara y las manos intentando verme presentable. Hago una llamada y luego me dedico a llorar, sacando hasta lo último que tenía guardado.
ALEX
La importancia es un valor especial, distinto, que se le da a una persona u objeto.
Para mí, lo mas importante es la familia. Cuando alguien esta siendo afectado por algo, sea lo que sea, intento resolverlo. Pero cuando descubro que hay una amenaza, intento eliminarla de nuestras vidas.
La amenaza es una posible causa de riesgo, donde puedes terminar siendo afectado tu o tu familia.
Nunca me ha tocado el deber de eliminar la amenaza, pero a veces siento que está demasiado cerca, frente a nuestras narices, donde solo tenemos que chasquear los dedos y eso desaparecería.
Cuando entré a la habitación de Alison para mostrarle el video, Katherine estaba ahí a punto de confesar algo. Luego al encararla, confesó mentalmente que es peligrosa, pero también era verdad el hecho de que tenia buenas intensiones con la familia. Ahora la cosa es que, no se si es una amenaza o no, ya que podríamos protegernos entre nosotros y tenerla a ella como aliada o podríamos hacer que se vaya de casa si es que le cuento a Alison, para poder proteger a nuestra familia sin tener peligros.
Tal vez, tenemos que empezar a protegernos de los enemigos que están frente nuestro.
Subo las escaleras hasta el último piso, donde mi mamá se queda con Sophie. Golpeo la puerta y me deja pasar.
—Hola hijo ¿Qué necesitas? – me sonríe mientras pregunta en inglés.