El Puente [#1 Estructuras]

❄️Capítulo 29❄️

Pasamos toda la tarde investigando sobre los últimos lugares en que Isabella estuvo en sus recuerdos. Hasta el momento aún no encontramos nada y esto cada vez se vuelve más frustrante. ¿Cómo una persona puede desaparecer sin dejar un solo rastro?

Hasta el momento no ha habido efectos secundarios por mi sangre en el sistema de Bella y todo marcha a la perfección (Solo con su salud, claro)

—Hace poco Maite me llamó. – le comento a mi mejor amiga por teléfono. – dijo que la pijamada se cancelaba, ya que la Selección se iría hoy.

—¿Te emocionaba la idea de ir? – me preguntó.

—Claro que sí. – respondí sin dudarlo.

—Bueno... sabes que tampoco hubiera sido tan genial como las nuestras. – ambas nos reímos.

—Tienes razón... extraño demasiado esos tiempos. ¿Hace cuánto no nos vemos?

—No ha pasado ni siquiera un mes, Alison.

—Es que con todo lo que ha pasado, es como si ya hubiera pasado un año o dos.

Nos quedamos en silencio, cada una recordando tal vez nuestros momentos juntas. Después de casi cinco minutos en silencio, ella lo rompe.

—Entonces ¿Alex se irá con el idiota de Nick?

—Si... a fin de año se irán. Aún falta mucho y espero que estos días no pasen volando. Me encanta que ambos cumplamos con nuestras nuevas responsabilidades así como gente importante, pero no sé, tengo un muy mal presentimiento.

Continuamos hablando. Habíamos cambiado de tema y ahora cada una bromeaba por estupideces que salían en las conversaciones.

—¿Cómo vas con tu libro? – pregunté en un momento.

—Perfecto, ahora quiero llevarlo a una editorial para que me den la oportunidad de sacarlo en físico.

—¿De verdad? ¡Es genial!

- Bueno, baja de esa nube amiga... prefiero tener las expectativas bajas para luego no decepcionarme.

—¿Cómo se llama el libro?

—Cuando lo tenga en mis manos sabrás el nombre y de que trata.

—Claro, amas dejarme con la duda. – rodé lo ojos sabiendo que no puede verme.

—Exacto.

Me tiro en mi cama como un saco de papas y me quedo quieta unos minutos, sintiendo la relajación de cada musculo de mi cuerpo.

—Oye Ali. – sentí su vocecita en la puerta y su silencio luego de eso, me preocupó. – ¡WIIIIIII! – grita y se tira encima de mí.

—¡Auch! – me quejo del dolor que provocó el pequeño demonio.

—Alex me contó otro chiste ¿Te lo digo? – asiento con la cabeza. Ella aún está encima de mí, como si yo fuera un caballo. - ¿Qué le dice una taza a otra taza? – me encojo de hombros. – ¿Que tazaciendo?

Suelto una carcajada y no por el chiste, sino que por la forma en que lo contó.

—¿Puedes bajarte, pequeña ardilla? Me duele la espalda. – se levanta y se sienta al frente de mí.

—¿Por qué hoy no comiste con nosotros? – hace un puchero.

—Estuve ocupada y se me olvidó.

—Mateo me preguntó por ti.

—¿Y qué le dijiste?

—"Que te importa". Después pasé por su lado como toda una reina y me senté al lado de mi hermano para comer. – dice como toda una diva.

—Dame los cinco. – extendí mi mano con una sonrisa orgullosa. Chocamos las palmas y se dedicó en contarme su día.

De repente se queda callada y seria. Apunta la puerta.

—Alguien viene. – nos quedamos ambas calladas, expectantes.

Unos tres segundos después golpean la puerta. Me levanto a abrir un poco la puerta para que no vean a Soph conmigo. Es la Selección. Es la Selección completa. Amanda, Emma, Olivia, Mateo, el otro agente que aún no se su nombre y Nick.

—Agente Muñoz, buenos días. – saluda Amanda.

—Eh, buenos días. – contesto, ignorando la mirada de Nick.

—Venimos a despedirnos. ¿El agente Rizzo también está aquí? – pregunta Emma.

—No, él debe estar en su habitación. ¿A dónde se irán ahora?

—A las bases que lideramos. – Emma se me acerca y me abraza muy fuerte, intentando que nuestras pieles se fucionen. – estaremos en contacto. Te voy a extrañar. – dice en mi oído. Solo sonreí.

Olivia también se despidió de la misma manera. Nick no se me acercó, pero seguía mirándome y yo lo ignoraba. El chico que no conocía su nombre se colocó frente a mí.

—Hola Alison. – me quedé mirándolo a sus ojos. Eran tan bonitos que podría quedarme mirándolos por mucho tiempo. No recuerdo el nombre de esa condición... estoy segura que lo he leído en algún libro. – heterocromía. – responde él.

—Son perfectos. – digo en un susurro, solo para que él me escuche. - ¿Por qué no me había dado cuenta antes?

—Porque los ocultos con los lentes oscuros. – levanta su mano y ahí se encontraban unos lentes. asiento.

—Si esos ojos fueran míos, no los ocultaría. Dejaría que las personas miren mi ojo azul y mi ojo ámbar.

—Pero luego aparecerían los envidiosos y te criticarán o te molestarán por ser distinto. Por eso, la mejor solución que encontrarás es usar lentes oscuros, para cubrir tus ojos y no volver a pasar por eso.

—Pues que critiquen, no porque ellos no los tengan, yo tengo que esconder los míos. – nos quedamos mirándonos y sonreímos.

—Soy Axel Black, director del cerco.

—¿Pero cuantos años tienes? No parece que tuvieras más de veinticuatro.

—Yo también soy director, pero del assedio. – Nick hace su aparición. Si las miradas mataran... la próxima vez que vería a Axel sería en su funeral.

—Tengo veintitrés. – ambos ignoramos al hermano de mi mejor amigo.

—Lamento interrumpir, pero el avión nos está esperando. – informa Olivia.

—Encontraré la manera de contactarte. Hasta luego Alison.

—Hasta luego Axel.

Los demás también se despiden y se van juntos, caminando al mismo ritmo y tiempo. Solo les falta el ventilador para parecer modelos Tumblr. Me doy vuelta y entro a la habitación, donde Soph está en mi cama durmiendo. La tomo en brazos y la dejo en su cama.

Me acuesto en mi cama y cierro mis ojos. Lo único en que pensaba era en esos ojos distintos. Poco a poco empecé a quedarme dormida.



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En el texto hay: fobias, poderes, superacin

Editado: 06.08.2021

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